Los reinicios de los universos superheroicos parecen haberse convertido como en una rutina que se repite cada X tiempo. Parece que, con el acortamiento de los tiempos en el mundo real, en la ficción las etapas duran menos de lo que duraban antaño. Eso, al final, termina dejando un poso de intrascendencia inevitable a fuerza de repetir constantemente la misma estrategia.
Tras lo sucedido en Dark Knights: Metal, el estatus quo, se vio, de nuevo alterado. Acto seguido, vino la tranquila presentación dell tiempo futuro en Future State. Ahora .llega Infinite Frontier, el próximo paso de este plan. De algún modo, estas páginas sirven para recoger todo aquello que se ha estado sembrando. La premisa parte de que se debe rediseñar un nuevo multiverso y La Quintaesencia ha elegido a Wonder Woman para que sea la responsable de hacerlo. A partir de ahí, como si de Cuento de Navidad de Dickens se trataste, Espectro y ella hacen viajes por distintos puntos del Universo DC para valorar su reconstitución.
Gracias a ese recurso narrativo, lo que aquí se presenta es un cómic especial antológico con distintos equipos creativos que exudan un aroma de lo que sucede en los distintos puntos del multiverso y en distintos personajes. Son breves píldoras que están claramente destinadas a tres objetivos: lanzar momentos de emotividad que cierren cuestiones largamente planteadas, presentar los nuevos ambientes que van a respirar los personajes o bien, tratar de redefinir o de dar una vuelta de tuerca al significado de determinados iconos.
Y el resultado es desigual. Se compaginan escenas verdaderamente significativas y renovadoras con otras que son anodinas y que son percibidas como algo efectista y vacío. La irregularidad, al final, es algo propio de las antologías. Y, hasta cierto punto es lo natural. Pero, la ventaja de que cada capitulo ocupe unas pocas páginas es que no da tiempo a que el lector se aburra en ningún momento.
Si hay una escena que, por su concepción, toca la fibra es la protagonizada por el Green Lantern Alan Scott. Seguramente es una que va a dar de qué hablar y guarda un homenaje a Darwyn Cooke que explicita que el fronterizo título se lo deben a la legendaria Nueva Frontera del artista.
Teniendo todo en cuenta, funciona muy bien como un número único. A pesar de ser un trabajo coral y colaborativo entre una ingente cantidad de artistas y escritores implicados, en ningún momento chirría. El tono es bastante uniforme y, a pesar de las diferencias estéticas, hay una linealidad que hace que ninguno se desvíe demasiado.
La historia principal ha sido desarrollada a seis manos entre Joshua Williamson, James Tynion IV y Scott Snyder. Y, de algún modo, se aprecian unas claras e identificables señas de identidad de cada uno de ellos. El dibujo de estas secciones ha corrido a cargo de un John Timms coloreado por Alex Sinclair. Se trata de unos dibujos de un fuerte clasicismo que transmiten esa pretendida sensación de estar ante una situación verdaderamente trascendental.
Los equipos creativos han sido los siguientes: Justice League, a cargo de Brian Michael Bendis y David Márquez y colores de Tamra Bonvillain, Superman de Phillip Kennedy Johnson, Jamal Igle y Hi-Fi, Batman de James Tynion IV, Jorge Jiménez y Tomeu Morey, Green Arrow & Canario Negro de Joshua Williamson, Alex Maleev y Jordie Bellaire, Wonder Woman de Becky Cloonan, Michael W. Conrad, Alithia Martínez, Mark Morales y Emilio López, Stargirl de Geoff Johns, Todd Nauck y Hi-Fi, Wonder Girl de Jöelle Jones y Jordie Bellaire, Green Lanterns, de Geoffrey Thorne, Dexter Soy y Alex Sinclair, Green Lantern: Alan Scott, de James Tynion IV y Stephen Byrne, The Flash, de Joshua Wiliamson, Howard Porter y Hi-Fi, Teen Titans Academy, de Tim Sheridan, Rafa Sandoval, Jordi Tarragona y Alejandro Sánchez y, finalmente, el epílogo de Joshua Williamson, John Romita Jr., Klaus Janson y Brad Anderson. Es un equipo variopinto compuesto de grandes leyendas como se voces nuevas y frescas, cosa que va a juego con esa combinación de lo viejo y lo nuevo que aquí se pretende poner sobre la mesa.
Al leer estas páginas, se cumple a la perfección esas expectativas en el momento en el que deja la sensación de que no se ha dado puntada sin hilo y que todo forma parte de un plan definido y preestablecido. A la vez, no deja de despertarte curiosidad acerca de las posibilidades que aquí se abren. Por tanto, este relanzamiento abre fuego con mucha efectividad.
Infinite Frontier es un paso acertado hacia un nuevo renacimiento del Universo DC. Uno que sí que promete tener cambios tangibles y perceptibles y que, con suerte, estos serán verdaderamente significativos y no se van a ir a ninguna parte.
El siguiente número de esta serie madre se pondrá a la venta en verano. Aunque esta línea afectará a todos los títulos publicados por DC Comics. Se nota que se lo han querido tomar con calma para lanzar un producto lleno de cariño.