Aprovechando el inminente estreno de La Liga de la Justicia de Zack Snyder en HBO, queremos volver la vista a donde todo se inició y hemos rebuscado en 60 años de historias las que consideramos como las diez mejores del supergrupo de DC. Dejen paso a la grandeza…
10. Crisis en Tierra 1/Tierra 2. (Justice League of America Vol 1 21-22, 1963)
Que Gardner Fox no sea tan conocido como Stan Lee o Jack Kirby dice mucho de DC y su relación con sus autores y lectores, pero eso es tema para otro día. Creador de los Flash, Sandman, Doctor Fate o Hawkman de los años 40, Fox también creó en 1941 a la Sociedad de la Justicia de América, el primer supergrupo de la Historia. Arquitecto fundamental de la recuperación de los superhéroes a finales de los 50, creando versiones remozadas de Hawkman o Atom, también introdujo en 1960 al primer supergrupo de la Edad de Plata, La Liga de la Justicia de América junto al dibujante Mike Sekowski. Al año siguiente estableció que los héroes de la Edad de Oro vivían en un universo paralelo llamado Tierra-2 en el mítico nº 123 de Flash: El Flash de dos mundos. De ahí a presentar al resto de héroes de la Sociedad de la Justicia a una nueva generación de lectores sólo hacía falta un paso que dio en la primera saga que llevaba en el título Crisis, la palabra fetiche de DC. Los dos grupos se enfrentan a un contubernio de villanos de Tierra-1 y Tierra-2 primero trabajando en parejas, como era norma del título, y luego uniéndose en el clímax final en el primero de los encuentros anuales que se convertirían en tradición en el título. La mayor parte de la DC que conocemos empieza aquí.
9. Liga de la Justicia: El clavo (Justice League: The Nail 1-3, 1998)
Hay veces que para señalar la importancia de algo hay que mostrar lo que pasa en su ausencia. Alan Davis lo tiene claro: Superman es parte insustituible de la Liga de la Justicia y en este Otros Mundos cuenta qué pasa cuando los Kent no encuentran el cohete de Kal-El porque un clavo pincha la rueda de su furgoneta. Algo tan trivial crea una realidad en la que el resto de héroes existen, pero en la que los acontecimientos se desarrollan de una manera nada halagüeña ante la ausencia de la luz del Hombre de Acero. Davis explora el Universo DC como pocos lo han hecho -Darwyn Cooke, Mark Waid, James Robinson o Geoff Johns son los otros nombres que me vienen a la cabeza- y no falta ni uno de los personajes y escenarios fundamentales de la editorial, muchas sorpresas y un dibujo maravilloso con unas splash pages dedicadas a cada personaje que te descuelgan la mandíbula.
8. Ningún hombre escapa de Manhunter (Justice League of America 140-144, 1977)
En Sala de Peligro tenemos especial devoción a Steve Englehart. Su etapa en la cabecera del grupo dio lugar a historias que le dieron vida y ritmo a lo que, mes tras mes, era una rutinaria reunión de personajes. Junto al dibujante Dick Dillin, que realizó la friolera de 118 números de la colección, forjó una historia que recuperaba a Manhunter, un personaje que Simon y Kirby crearon en los 40 y que Kirby recreó en los 70, e imbuía su historia en la de una raza de robots aliens enemigos de los Green Lantern a los que luego volvería, con desigual fortuna, en el evento Millenium. La etapa de Englehart en la Liga de la Justicia fue corta y es una lástima, porque prometía cambiar y ampliar la mitología del grupo y del Universo DC.
7. El fin de la Liga de la Justicia de América (Justice League of America 256-261, 1987)
Gerry Conway escribió 112 números de la Liga de la Justicia junto a artistas como Dick Dillin, George Pérez, Chuck Patton, o Luke McDonnell. Eran aventuras entretenidas pero que palidecían al lado de una nueva generación de grupos como la Patrulla-X o los Nuevos Titanes. En un intento de remedar el éxito de estos grupos eliminó de la Liga a los pesos pesados y se quedó con Aquaman, el Detective Marciano, Zatanna y cuatro personajes de segunda fila: Vibe, Steel, Gipsy y Vixen. Del satélite que vigilaba la Tierra pasaron a un almacén en Detroit. Este intento de hacer una versión más urbana del grupo se topó con un Universo post Crisis que necesitaba otra visión. El encargado de darle sepultura a una colección de 27 años de antigüedad no fue Conway sino JM DeMatteis, que escribió paradójicamente la mejor aventura de esta Liga de la Justicia de Detroit, una en la que el profesor Ivo, asesinaba a varios miembros y destruía definitivamente el grupo.
6. Justicia (Justice 1-12, 2006)
La Liga de la Justicia era una muesca que faltaba en el haber de Alex Ross para dejar su huella en aquellas series y conceptos que marcaron su infancia. Aunque Kingdom Come no deja de ser una historia de la Liga, hemos querido destacar esta serie coescrita con Jim Krueger y codibujada con Doug Braithwaite en la que la formación de los años 60 es incapaz de resolver una amenaza mortal para la humanidad y tienen que ser los villanos encabezados por Lex Luthor los que intenten arreglar la situación -un concepto que se repite varias veces en la historia del grupo-. Por supuesto nada es lo que parece en esta historia naif en la que brillan la caracterización clásica y la grandeza que solo Ross es capaz de dar a los personajes de DC.
5. JLA Año 1 (JLA: Year One 1-12, 1998)
Las Crisis en Tierras Infinitas trajeron tanta gloria como confusión al nuevo Universo DC. Mientras que personajes como Superman o Wonder Woman eran rebooteados, otros como Batman, Green Lantern o la propia Liga seguían con sus aventuras y, aparentemente, todo lo pre-Crisis tenía validez. Uno de los muchos problemas ocasionados por este reboot parcial era que resultaba imposible que Wonder Woman fuese fundadora de la Liga de la Justica. En el nº 31 de Secret Origins (1988)Peter David y Eric Shanower establecían que ese rol lo iba a ostentar Canario Negro y así quedó durante casi 20 años. En 1998 Mark Waid y Barry Kitson exploraron y reinventaron la Liga de los años 60 adecuándola a esa nueva realidad y dejando muy claro que ni Batman ni Superman habían sido tampoco miembros fundadores. Puede que estas aventuras ya estén fuera de continuidad, pero se disfrutan como todo aquello que toca alguien con la sabiduría narrativa de Mark Waid.
4. JLA: Torre de Babel (JLA 43-46, 2000)
Y sin querer queriendo volvemos a encontrarnos con Mark Waid, que tuvo que llenar los zapatos del Grant Morrison que nos maravilló con su JLA y lo hace con una historia en la que Ra’s al Ghu’l utiliza la mayor debilidad del grupo, la desconfianza que Batman tiene hacia el resto de sus compañeros y que le han hecho crear planes de contingencia contra cada uno de ellos. Hay que reconocer que lo que entonces era una idea brillante ahora se ha convertido casi en un cliché, pero ello no resta méritos, ni fuerza, ni emoción a esta historia dibujada por Howard Porter. Aunque el resto de la etapa va decayendo en interés, cuenta con muy buenas historias y el dibujo de Bryan Hitch, el artista más hot del momento.
3. Maldad eterna (Forever Evil 1-7, Justice League vol 2, 25-30, 2013)
El reboot que supuso New 52 invirtió el orden habitual de este tipo de maniobras: el primer comic en aparecer sería el de la Liga de Justicia para presentar las nuevas versiones de los personajes icónicos de la editorial (y también a Cyborg), y a partir de ahí lanzar las colecciones individuales. En cuanto la serie abandonó la obligación de ser libro de estilo de la nueva etapa, la serie remonta hasta cotas de emoción y grandeza pocas veces vistas alcanzando su cénit con este crossover en el que los villanos del Sindicato del Crimen conquistan la Tierra y les corresponde a los villanos habituales de la Liga salvar el día liderados por Lex Luthor mientras todo el mundo se pregunta ¿dónde están los héroes? Si evitamos la saga inicial, dibujada por Jim Lee, toda la etapa es fabulosa.
2. JLI: Un nuevo comienzo (Justice League 1-7, 1987)
El Universo DC post-Crisis necesitaba una Liga de la Justicia con todas sus grandes estrellas, pero todas las grandes estrellas estaban en plena reconversión. Esta nueva Liga de la Justicia pudo tener, si acaso, con Batman porque Dennis O’Neill se apiadó y porque Batman lo aguanta todo. Keith Giffen, JM DeMatteis y Kevin Maguire contaron con un grupo de héroes de segunda, tercera e incluso cuarta división, y un arma secreta: el humor. Los argumentos divertidísimos, los diálogos descacharrantes y los expresivos dibujos convirtieron a la JLI en la primera sitcom superheroica y fue un auténtico exitazo que dio lugar a varios spin offs como la Liga de la Justicia Europa. No faltaban los momentos dramáticos, que destacaban en el tono ligero de la serie. La fórmula se agotó en pocos años, pero estos primeros números en los que el grupo se hace internacional nos dio una portada icónica y una manera de reír (y de hacer reír) única. ¡BWAH-HAH-HAH-HAH!!
1. La Roca de la Eternidad (JLA vol 1, 10-15, 1998)
Ser una estrella como Grant Morrison conlleva que te dejen usar en tu versión de la Liga de la Justicia a los siete personajes de la formación inicial de los años 60. Morrison, gran jugador de equipo, sabe que no puede trapichear con personajes que tienen sus propias series y pone todo su esfuerzo en los conceptos más grandes que la vida ¡y vaya conceptos! ¡Superman moviendo la luna! ¡Batman enfrentándose a los malos con una cerilla! ¡Wonder Woman luchando con marcianos en órbita! ¡Reuniones de superhéroes en el interior del Sol! ¡Superman luchando con ángeles! Y todo ello con el estilo casi pétreo de un Howard Porter que acentuaba la versión cuasi olímpica de los héroes. De la mejor etapa del grupo nos quedamos con esta saga en la que un plan de los villanos liderados por Luthor se mezcla con una invasión proveniente de Apokolips y con una visita al mundo de los dioses a los que adoran los dioses, y lo único que hay entre Darkseid y su victoria total son Atom y Green Arrow que protagonizan una escena tremenda. Y además es la primera vez en la que Darkseid dice “Darkseid is”. Y es que la JLA de Morrison lo tiene todo y todo bien.