¿Qué se puede decir del UCM que no se haya dicho a estas alturas? Vilipendiado por unos cuantos y la razón de la existencia de otros tantos. Se ame o se odie, no se puede negar que ha tenido más de una virtud y que ha transfigurado la industria cinematográfica desde sus cimientos. A gran escala, ya no valen las grandes películas unitarias. El éxito de Marvel Studios impuso un nuevo modelo de negocio inédito hasta la fecha: los universos compartidos. Siendo justos, no es un invento de la compañía perteneciente a Disney, pero esta fue la que la llevó de forma perdurable a esa escala.
Son unos cuantos los estudios que han intentado seguir esa estela. Pero ninguno ha alcanzado el buen hacer que ha tenido el barco capitaneado por Kevin Feige. ¿Su clave? Seguramente ni él mismo lo tenga claro. Pero sí que hay algo que lo distingue respecto al resto: su paciencia. Mientras que la competencia ha puesto el turbo buscando éxitos inmediatos, Marvel planeó a largo plazo y se lo tomó con calma. Entendió que hay que sembrar primero para recoger los frutos.
La primera película de Los Vengadores fue la primera película que verdaderamente rompió el molde y batió records comerciales. Y para llegar a ella, habían estado construyendo durante cuatro años. Con mayor o menor tino, todos los personajes principales ya habían tenido una película de presentación (o incluso dos). Con ello, los personajes no vienen de nuevas, sino que son viejos conocidos. El espectador ya se ha encariñado de ellos y espera ansioso su encuentro. Más que una película más, Los Vengadores siempre fue un evento a gran escala. Y en esa rompedora propuesta, ya introdujeron a Thanos, el que sería el villano detrás de la cortina hasta que en Infinity War daría la cara. Habrían pasado seis años de siembras.
El tiempo es importante. Este ha sido el que ha permitido que todo funcione de manera orgánica. Puede que hayan lanzado productos insatisfactorios, pero nunca han dado un solo paso atrás. Lentos pero seguros, han conseguido trasladar las narrativas propias de las series o de los cómics al cine de una forma que ha conectado con un público que ha convertido personajes de segunda o tercera en iconos incuestionables.
Este post nace como celebración de todas las películas que ha hecho Marvel Studios. Su incursión en el mundo de las series ha arrancado con éxito y la llegada de Falcon y El Soldado de Invierno parece que hibridará todavía más una industria confusa. Las barreras entre cine y televisión están en proceso de desaparición y Kevin Feige ha venido a apostar fuerte porque estas se conviertan en polvo.
Cabe destacar que se han analizado, como siempre, desde un prisma absolutamente personal. Este ranking está ordenado de mejor a peor. Sin más dilación, disfrutad de este personal viaje por las películas que componen el Universo Cinematográfico de Marvel.
1.- Capitán América: El Soldado de Invierno
Si hay una película de Marvel que se acerca mínimamente a tratar temas políticos, es esta. Sí, sigue siendo un filme de superhéroes con muchos de sus tropos, pero se nota una intencionalidad de tratar otros temas más complejos. Los referentes del debut de los hermanos Russo en el Universo Marvel fueron los thrillers de conspiración de los setenta y se nota.
Además, es una cinta en la que los personajes tienen tiempo de crecer. Tiene un conflicto emocional muy por encima del resto de películas Marvel. La acción, por primera vez, por momentos, se siente bien coreografiada y visceral. Y han hecho que Robert Redford diga Hail Hydra. Ver para creer.
2.- Thor: Ragnarok
Si me preguntasen qué es lo que cabe esperar de los superhéroes, les estamparía en la cara esta película. Taika Waititi entendió perfectamente cuál debe ser el tono divertido desacomplejado y lo llevó al cine como ningún otra file se ha atrevido. Sí, puede que traicionase el tono de las películas anteriores. Pero, ¿Qué más da? El producto ha terminado siendo de una calidad muy superior.
Los conocedores del trabajo previo del realizador neozelandés, ya sabían perfectamente qué esperar. Pero, aun así, supuso todo un paso adelante a todo lo que proponía. Aquí la comedia está al servicio de un espectáculo de luz y de color que sigue impresionando como el primer día.
3.- Capitán América: Civil War
Si le metes esteroides a Capitán América: El Soldado de Invierno, te sale este Civil War. Es más grandilocuente y presenta un conflicto moral en el que es difícil discernir quiénes son los buenos o los malos. Esta película consiguió realizar con éxito una historia coral con un componente dramático sumamente estimulante. Logró que todos y cada uno de los personajes ganasen mucho peso y es uno de esos casos en los que todo funciona, a pesar de que no debería.
El cuidado que le ponen a los villanos de los hermanos Russo (y Markus y McFeely) está fuera de toda duda. Y el Zemo que componen junto con Daniel Brühl es de lo mejor que ha tenido este universo. Es alguien implacable, inteligente y movido por la venganza. Una víctima de las actividades superheroicas que pasa a ser su verdugo. Sin lugar a dudas, hay que reivindicar su presencia.
4.- Los Vengadores: Infnity War
La apoteosis que eclosionó en una grandilocuente obra que roza lo wagneriano. Esta fue una película que subvirtió algunos de los tropos a los que el cine de superhéroes tenía acostumbrado al espectador. Y es que más que una cinta de grandilocuencia es una completa tragedia. Los superhéroes no siempre pueden ganar. Y sus derrotas son más desastrosas que cualquier pequeña cosa de la que puedas estar preocupado/a.
Los hermanos Russofueron los encargados de dar al espectador la incursión definitiva de Thanos. Y lo hicieron dándole a él el protagonismo de la película y dándole un trasfondo que ningún otro villano de Marvel había tenido hasta el momento. Más que ser una pata de la mesa, es algo que la destroza. Tener un filme comercial que trate sobre el fracaso, el sacrificio y el dolor es algo que no se esperaba. Dio de qué hablar, sigue haciéndolo y parece que no va a dejar de hacerlo.
5.- Capitana Marvel
Reconozcámoslo: Marvel Studios tardó de más en hacer una película protagonizada exclusivamente por una superheroina. Y la espera mereció la pena. Más allá de que se ha convertido en todo un referente para las jóvenes (y eso siempre es de agradecer), es una película sumamente entretenida que hizo rabiar a la gente adecuada.
Es una película de gran solidez que busca contar una historia de superación y de reconocimiento personal. Trata temas que no tienden a aparecer y aporta cosas al UCM que todavía no se habían explorado. Y poco se habla de la tremenda selección de música noventera que acompañan a las imágenes.
6.- Los Vengadores: Endgame
La cinta que iba a ser imposible no ver si se ha llegado a ver Infinity War, si se piensa en ella fríamente, no resultó ser todo lo atrevida y revolucionaria que fue la anterior entrega. Por desgracia, más que tener una entidad propia, se siente como una suma de cosas previas repleta de fan service que, más allá de la conclusión argumental a todas las tramas, no es que aporte demasiado al conjunto estético y temático global.
No se puede discutir que es un cierre magnífico y que llega a tocar la fibra sensible tanto de los parroquianos como de aquellos espectadores que son más eventuales. Como tampoco se debería cuestionar que elimina cualquier rastro de emoción en un clímax efectista y efectivo. Es la película más grandilocuente que ha visto el cine desde El Señor de los Anillos. Pero está muy lejos de ser perfecta.
7.- Spider-Man: Lejos de Casa
La película que puso el punto final a la Fase 3 del UCM se propuso hacer una producto del personaje totalmente diferente. Y lo logra. La excursión del personaje y su entorno es sumamente fresca. Se nota que tiene todo medidísimo, con un tono de ligereza totalmente envidiable.
El carisma sigue plenamente intacto, el Misterio de Jake Gyllenhaal se entiende como uno de los mejores villanos que ha dado este universo. Los enfrentamientos entre ambos personajes están resueltos con gran inventiva y sales del cine con una sonrisa de oreja a oreja con los Ramones en la cabeza. Todo bien aquí.
8.- Doctor Strange
Si me tuviese que quedar con una secuencia de todo el Universo Marvel sería la del lisérgico y alucinante viaje por el que tiene que pasar el buen doctor para descubrir que la magia existe. Ese homenaje a 2001: Una Odisea en el Espacio que desafía las puertas de la percepción es, a buen seguro, una demostración del potencial imaginativo que siempre ha tenido y debe tener cualquier historia protagonizada por este personaje.
Pero, es que, además, tiene el clímax más peculiar que se ha visto en una película de superhéroes. Resolver las cosas a través de un insoportable bucle en el que ves al héroe insistir una y otra vez hasta que el villano de la función se retire no es algo que se vea todos los días. Además, es un filme con multitud de ideas visuales de gran carisma que otras tantas películas del UCM tienen que envidiar.
9.- Ant-Man
A pesar de que sigue siendo un gran dolor el hecho de que Edgar Wright no haya podido poner en imágenes su visión del personaje y de que Peyton Reed es alguien que, evidentemente, produce un agravio comparativo al espectador, la cinta funciona a las mil maravillas como entretenimiento. Después de una irregular Fase 2, hacía falta una película que pudiera ser disfrutada genuinamente. Y esta cumplió con creces ese objetivo.
Se nota en algunas secuencias que proviene del ingenio de Wright y eso beneficia a la película. Con un tono divertidísimo y un ritmo endiablados, es uno de esos acercamientos a pequeña escala (pun intended) dentro de este universo que contribuyen a darle coherencia y matiz humano al todo. A pesar de sus defectos, encajó en un momento que hizo que renovara el interés en este universo.
10.- Iron Man 3
¿Es posible hacer una película de Marvel y que el realizador mantenga sus señas autorales? Pues esta pareció ser la demostración de que así es. Shane Black tomó las riendas de la franquicia y la llevó a su navideño terreno. El resultado es una rara avis dentro de este universo, con un humor más socarrón que de costumbre.
Es una película a la que se le pueden poner peros, pero que se atrevió a desafiar las expectativas del espectador con la jugada relacionada con El Mandarín. Ese ímpetu anticlimático y conscientemente traumatizante de cara a los espectadores es, desde luego, algo que no se ha repetido todavía dentro del UCM (aunque ha habido algunos visos en Bruja Escarlata y Visión (Wandavision).
11.- Spiderman: Homecoming
Resulta sorprendente como esta película funciona, incluso, con aquellos que tienden a despreciar el género. Seguramente tenga que ver con que, en primer lugar, es una comedia de instituto con mucho corazón. Y ese es su gran acierto. Por mucho empeño que le pongas a ser expulsado de la película, es imposible.
El tono desmitificador y mundano funciona, los personajes tienen carisma y tiene un Michael Keaton que da gloria verlo. La película supuso el retorno de Spider-Man a un hueco que quedó desierto desde hace tiempo. Y bienvenido sea.
12.- Guardianes de la Galaxia Vol. 2
Sí, la segunda película de Guardianes de la Galaxia coge los aciertos de la primera y se atreve a llevarlos más allá. Es mucho más socarrona e imaginativa que su precedente, además de poseer una ambición mayor. En esta película se nota a un James Gunn más acomodado y más osado.
El componente estético esterilizado aquí resulta tener una efectividad mucho más perceptible. El guion, a pesar de tener algunos de los defectos de la primera película, hace un mayor esfuerzo para contar una historia con algo de interés. Todo ello contribuye a que el espectador sienta una patada emocional cuando llega a esa maravillosa secuencia final. Hot take: esta segunda parte es infinitamente superior a la primera.
13.- Iron Man
El arranque del UCM hacía soñar con una nueva manera de entender el género. Ya no eran estrellas fugaces individuales, sino una constelación. Estaba llamada a cambiar las cosas por un simple motivo. Más allá del cameo final, era la primera vez que un superhéroe Marvel en el cine desvelaba su identidad secreta en público. Se abría un mundo lleno de posibilidades.
Guste más o menos, fue la película seminal y es la que tiene una mayor importancia en el gran esquema. Y lo hizo con una solidez argumental y con un discurso crítico muy potentes y sorprendentes. En una película de estas características, al menos.
14.- Ant-Man y la Avispa
Cuando repites la misma estrategia en dos ocasiones, lo más probable es que pierda algo del efecto. Las dos películas protagonizadas por Scott Lang y Hope van Dyne vinieron a ser un desengrase necesario a lo bombástico de las películas que le precedieron. En este caso, al quedar una trama grande abierta, esta se siente como un mero trámite.
Sin embargo, tiene el acierto de querer contar cosas de forma autónoma y la divertidísima trama apenas pasa muy por encima con lo sucedido en Infinity War. El resultado es una película fresca y ligera, pero olvidable.
15.- Los Vengadores
Marvel Studios se la jugaba aquí. Cuatro años de preparación condujo a este punto. No podían fallar y no fallaron. Con la perspectiva temporal, es una de las patas flojas de la mesa. Sí, en su momento dio todo lo que cabría esperar y más. Pero con la frialdad, está muy lejos de todo lo que podría haber sido. Algunas situaciones están manidas o son ridículas, algunos personajes secundarios no son más que meros recursos argumentales si alma.
La dirección de Joss Whedon es televisiva y sin demasiada inventiva. Pero es una pieza central de todo el puzle y la que consiguió asentar definitivamente el UCM. Los Vengadores llegaron para quedarse.
16.- Capitán América: El Primer Vengador
Intenta ser muchas cosas y termina por no ser convincente en ninguna de ellas. Sirve a las mil maravillas para presentar al personaje, pero resulta fallida la película. Le falta crudeza para ser un bélico y se queda a medio camino como película de aventuras sin pretensiones.
A pesar de que el guion tenga unos cuantos puntos mejorables y de que tiene uno de los terceros actos más insatisfactorios de todo el universo, es una película que compensa esos defectos constantemente. Es un entretenimiento imperfecto y una introducción intachable.
17.- Guardianes de la Galaxia
Tiene el mal por el que suele transcurrir este tipo de películas. Al buscar un target amplio, cuando se buscan personajes (teóricamente) moralmente ambiguos, resulta fallido. Uno es incapaz de disfrutar de esta película, puesto que siente que no acaba teniendo ni una porción de la fuerza de los cómics que adaptan.
Los personajes no me resultaron creíbles, el guion es risible y endeble, el humor no funciona y lo que es peor: no consigue implicación emocional. El resultado fue decepcionante respecto a mis expectativas. Cuando anunciaron que James Gunn iba a adaptar este material, cabría esperar una búsqueda de mayor acidez. Y no estaba en ningún aspecto de la cinta. Alguna excepción tenía que existir respecto a la opinión mayoritaria…
18.- Black Panther
Sí, hay que valorar la película por todo lo que representa para la comunidad negra. En un contexto de cuestionamiento del racismo sistémico estadounidense, ver un filme que abrace el afrofuturismo de esta manera es algo que puede resultar muy inspirador para determinados grupos de espectadores. Por fin tienen visibilidad y un referente y eso es importante.
Ahora bien, no creo que eso se deba esgrimir a la hora de discernir la calidad de la cinta . Son cosas periféricas que sí que pueden poner cierto valor a la película, con independencia de lo cinematográfico. Aun reconociendo ciertas virtudes, no creo que merezca estar más encima. El guion tiene poco interés, las motivaciones de los personajes se perciben como ajenas y forzadas y el carisma del personaje desapareció respecto a lo visto en Civil War. Y su visionado es frustrante puesto que flaquea en lo más barato de solucionar: el guion.
19.- Thor: El Mundo Oscuro
A pesar de que se le reconocen algunas virtudes, la película hace demasiadas aguas como para considerarla un acierto. Tiene demasiadas salidas fáciles por parte de un guion que tampoco es que ahonde todo lo que debería en el significado de lo que se propone como para que se implique el lector. Sigo creyendo que, con una versión extendida de este filme, probablemente, el producto hubiese sido más portentoso. #releasethealantaylorcut
Estéticamente, además, intenta seguir una línea continuista respecto a lo visto en la primera adaptación Thor, pero dándole un toque aún más sobrio. Y no enmienda las cosas que no funcionaron en la primera. Por el contrario, van a más. Una verdadera lástima de potencial desaprovechado.
20.- El Increíble Hulk
Debo ser de los pocos defensores que quedan del Hulk de Ang Lee. Pero esta película se recibió un tanto decepcionante. Bebiendo de la serie protagonizada por Lou Ferrigno, esta película de acción se planteó como una constante huida del ejército de los Estados Unidos. Sí, siempre es un gusto ver al gigante esmeralda, pero es una propuesta vacía de contenido.
Teniendo en cuenta que es la última película que, probablemente, Hulk vaya a estrenar en solitario, es algo profundamente insatisfactorio. Independientemente que tanto el guion como la estética son genéricas, se antoja como algo que opta por quedarse en las capas más superficiales del personaje.
21.- Thor
Lo intentaron. El Thor de los cómics tiene un fuerte componente shakespiriano, y la decisión de que Kenneth Brannagh trasladase eso al cine parecía, a priori, una decisión adecuada. Pero nadie esperaba encontrarse algo tan impostado.
Optando por una estética más sobria de lo que cabría esperar, resulta funcional para contar los orígenes de Thor, aunque sin mucho gracejo. El tono es completamente irregular y, al final, hace que la película se perciba como algo caótico. No parece tener clara la visión que se quiere dar del personaje y, por tanto, es bastante anodina.
22.- Los Vengadores: La Era de Ultrón
Tiene más o menos los mismos problemas de Iron Man 2, con la diferencia de que esto debía ser un gran colofón. Las nuevas inclusiones estaban totalmente desdibujadas y carece del carisma que tenía la primera parte. Sumado a eso, la película es visualmente sosa. Puede que suene polémico decirlo, pero Joss Whedon es un director plano. Su pasado televisivo hace que no sea todo lo arriesgado que podría ser.
Se siente como un gran producto totalmente inocuo y aburrido. Y eso es algo que una película de superhéroes no debería ser jamás.
23.- Iron Man 2
Esto no es una película. Es un trailer mal montado de lo que estaba por venir. No se siente como algo satisfactorio que funcione de manera autónoma. Es un barullo de subtramas mal conducidas que terminan haciendo de esta película algo muy arduo.
Esta es la demostración de que el carisma no sostiene una película. Hace falta una serie de contenido dramático del que este producto carece. Fue la tercera película de construcción de este universo. Normal que tuvieran un amplio margen de maniobra hasta encontrar el punto óptimo.
Como se puede ver, este universo siempre ha estado en constante evolución. Sí, se le puede achacar que todas están cortadas por un mismo patrón. Pero la situación privilegiada en la que se encuentra Feige, en la que podría hacer cualquier adaptación de personaje y tendría repercusión, es bastante elocuente respecto a que es algo que funciona.
Lo que tengan en mente para sorprender a los seguidores del universo, el tiempo lo dirá. Por el momento, solo se puede poner en perspectiva dónde estamos y cómo se ha llegado hasta aquí.