Guionista de Barrio es la columna de opinión semanal de Fernando Llor (@FernandoLlor). Llor, que cuenta con el poder de la omnipresencia, es autor de obras como El espíritu del escorpión, Teluria 108, Ojos Grises o más recientemente Subnormal, entre otras muchas, así como miembro en activo de la Asociación Profesional de Guionistas de Cómic (ARGH!).
El otro día fui al museo, el acceso era un poco raro. Tuve que hacer como un zigzag muy largo detrás de unos holandeses que gritaban bastante y que llevaban los calcetines muy subidos para ser julio. Entiendo que tengas que organizar bien la entrada, pero esto me pareció excesivo, le pongo como mucho tres estrellas y tirando por lo alto. Por lo menos el tipo de seguridad estaba sonriente, a él le pongo cuatro estrellas.
Nada más entrar pillé uno de esos folletos que te explican bien dónde está cada cosa. No entiendo que tengan las obras buenas tan dispersadas por todo el museo. ¿No sería más fácil poner todo lo bueno junto y no hacer a la gente tener que recorrer todas las salas parriba y pabajo? Es que, joder, si quiero marearme me voy al parque de la Warner y me subo a la movida del Batman. A eso le pongo dos estrellas y ya.
Después de un rato pululando por salas que ni fu ni fa, me encontré la estatua de Carlos V. La ecuestre tocha y, según ponía en el folleto, no llevaba la armadura porque solo se la ponen de vez en cuando. Pues no lo entiendo. Me revienta que pudiendo poner la escultura siempre completa la tengan así. Me parece indignante. Le pongo una estrella y media y gracias.
Después subí para ver lo del jardín de las delicias. Yo creo que la gente se flipa mucho y no se atreve a decir lo que piensa porque el autor está considerado un genio, pero yo no me voy a callar. ES UNA PUTA MIERDA. Es que no hay por donde pillarlo, yo ahí solo veo un montón de tonterías repartidas por el puto cuadro sin ton ni son. Es que, venga ya, anda que no habrá obras y obras mucho más guapas. Pero como este tío tiene un montón de palmeros y lameculos pues nada, todos a aplaudir como idiotas algo que no entienden porque los «expertos» dicen que está muy bien. Le pongo una estrella y porque es el mínimo que me dejan poner. Si esto es de lo mejor del museo… no sé, mejor me callo…
Menos mal que hay cosas de Velázquez que te arreglan alguno de los despropósitos de la visita. Menudo crack. Es que no tiene un cuadro malo. El tío maneja la anatomía, las luces, las sombras, se permite hacer juegos de espejos y si tiene que tirar de mitología pues tira. A ver cuántos autores se atreven a tocar tantos palos y ser EXCELENTE en todos. Y encima es de aquí, para que luego nos digan que solo nos gusta lo de fuera. Que sí, que yo soy muy de Monet, de Gauguin y de Manet, pero si Velázquez me parece la hostia lo digo porque me parece importante apoyar a la gente de aquí de vez en cuando.
Pero todo con un límite, claro. Porque Velázquez es un cinco estrellas, pero Goya… Es que no lo aguanto.
Yo no puedo entender que si se te dan tan bien los grabados y las escenillas costumbristas, te pases de repente a ese rollo oscuro tan chungo que no se ve bien ni a tiros.
Es que me cago en todo, ves lo de Carlos IV y la familia y toda la intención de crítica y tal y dices: «ole, Goya, con dos cojones», pero luego que si la autocensura y las pinturas negras…
Que ojo, alguna no está mal, la de la cabra está guay y da mal rollo y los dos fulanos arreándose con garrotes me parece brutal. Pero a ver ¿esa del perro? ¿Qué coño es eso? Sé que puede sonar un poco cliché, pero es que eso lo hace mi sobrino de cinco años y seguro que no lo ponen en un museo.
Además, que sí, que está guay un poco de ese rollo de la crítica social y todo eso. De verdad, me parece bien, pero tampoco hay que estar todo el día con la matraca. Al final la gente va al museo a echar la tarde entretenida y no a comerse la cabeza. Para eso MEJOR LEERSE UN LIBRO.
A las pinturas negras le pongo dos estrellas y gracias. Y no me vengáis con que si ahí se estaba volviendo tarumba o estaba sordo o no sé qué. Me da igual, hay que juzgar las obras independientemente de los autores. Si están viviendo bajo un puente o son millonarios me da lo mismo, yo en eso no entro, yo valoro las pinturas y no soy quien para meterme en las movidas de cada uno.
Antes de marcharme dediqué un rato a las esculturas. La del Hermafrodito, en fin… La vi primero de lejos, de espaldas y dije «uf, quiero vivir en ese culo», pero luego al verla de frente… Que yo no tengo nada en contra de esas cosas, pero que allí hay niños cada dos por tres y luego pasa lo que pasa.
Eso sí, a mí que me expliquen qué sentido tiene el poner las esculturas a pedazos. Anda que con la tecnología que tenemos hoy en día no habrá formas y formas de completar los pedazos que le faltan a cada una.
A ver si no quedarían mucho mejor las Venus y los Zeuses con todos los brazos, las piernas y las cabezas. Que luego bien que se pueden tirar años restaurando un cuadro y nadie pone el grito en el cielo. Pues que restauren también esto, ¿no?
A las esculturas en general les pongo tres estrellas por la sala de las musas que me moló mogollón como la tienen colocada. Nada más entrar ya te pega un subidón y te hace pensar cómo sería vivir en la Antigua Grecia y la Antigua Roma y de repente entrar en una sala donde se veneraban esas cosas. No sé, es algo como mágico.
La tienda del museo está bastante bien, de lo mejor de la visita. Tienen un montón de cosas a la venta y además muy útiles: libretas, lápices, paquetes de postales… Se nota que escogen muy bien los cuadros que poner en cada cosa, aunque yo quitaría el puto jardín de las delicias de todo jejejejeje.
A la visita en general le pongo tres estrellas y media.
Lo mejor: Velázquez y la gente que atiende, están siempre súper atentos y sonrientes.
Lo peor: el caos que hay. Si pusiesen todo lo bueno al principio te ahorrarían muchas vueltas y, sobre todo, muchos disgustos cuando acabas en las salas con demasiada borralla.