Jonathan Hickman es un tipo extraño, un tipo rebelde. Inconformista, valiente y crítico. Pero si hay un adjetivo que no se le ajusta, es el de resignado. Está dispuesto a cambiar las reglas del mundo del cómic, desde la propia percepción de la lectura hasta las dinámicas de publicación.
Cada vez que un lector se ríe y critica sus infografías, dossiers e información extra, Hickman ríe en la soledad de su oficina. Hermético, en contadas de las muy pocas entrevistas que concede ha explicado la razón de su uso y, a veces, abuso. Está cansado, incluso harto, de lo predecible que se ha convertido la lectura de una grapa mensual, donde el clásico planteamiento-nudo-desenlace apenas deja margen de movimiento al autor y de disfrute al lector, quien tiene más que asimilado cuándo llegarán las sorpresas. Por ello, para regatear el giro de esa última página, Hickman propone la aparición de las páginas de infografía, de forma que quien sostiene el tebeo nunca sabe si la última viñeta se encontrará al final de la grapa o si el cliffhanger se encuentra cuatro o cinco páginas antes de la conclusión, precediendo información extra. En cualquier caso, Hickman sostiene que este santo y seña suyo no es de su cosecha, sino que es una influencia clara y rastreable de los cómics de la Legión de Superhéroes de Keith Giffen de aquel cambio de década de los 80 a los 90.
De la misma manera, y en la búsqueda eterna de la sensación de sorpresa que regalaban los cómics de nuestra infancia, Hickman aborrece las previas, el sistema de solicits con portadas y descripciones anunciadas tres meses antes de la salida del cómic, el formato de los cómics de duración standard… y las entrevistas. Hace ya un par de años que cerró su cuenta de Twitter, en vísperas del relanzamiento mutante que le ha encumbrado como el autor Marvel más importante de siglo. Y lo mismo ocurre con las entrevistas, que esquiva tanto por alergia propia como para evitar spoilers ajenos. En definitiva, quiere que los cómics sigan siendo como son, pero que la experiencia cambie por completo para volver a ser como era antes.
Pero vayamos al grano. Para sacarse todas esas inquietudes de la cabeza, Jonathan Hickman se dispone a lanzar un nuevo sello editorial, lejos de Marvel, bautizado como “Three Worlds, Three Moons”. Pocas semanas después de que Scott Snyder anunciara de golpe ocho series de creación propias alojadas en Comixology e imprimidas por Dark Horse, y pocas horas después de que James Tynion anunciara su marcha/no-renovación de DC para pastar en praderas más verdes, Hickman ha realizado este anuncio en un newsletter exclusivo para la ocasión. En estas líneas divaga de lo lindo sobre sus planes fallidos por convertir el catálogo mutante en un producto 100% digital (aprovechando aquellos meses de incertidumbre en Diamond) o su hartazgo por trabajar solo en su oficina.
Pero… ¿qué será este “Three Worlds, Three Moons”? Para empezar, es un estudio fundado por él mismo y dos de los dibujantes más talentosos de la industria: Mike Del Mundo y Mike Huddleston, con el que crearán historias en las que “los dibujos influyan en las palabras y las palabras en los dibujos”. Pero además del nombre del estudio, es el nombre de su propuesta editorial (“un universo conceptual”, Hickman dixit). Es decir, los cómics.
Además, como en las mejores bandas, tendrán amigos que se pasen a saludar y, a falta de mejor término, a co-crear. En este caso los autores invitados serán Al Ewing, Tini Howard y Ram V, quienes se han encargado de crear las religiones, el sistema de magia y el modelo económico respectivamente para estos tres nuevos mundos. ¿No me digáis que no queréis leer esto ya?
¿Y todo esto en qué se traduce? Pues de esta mitología saldrán los cómics con la excusa y el reto de contar las mejores historias posibles y se publicarán (ojo, que ahora viene el término temido) de forma digital. Habrá incentivos físicos (prints,etc), pero básicamente será digital. Y sí, digital quiere decir de pago, claro, que ya nos vemos venir… Concretamente, estos son los precios.
Ah. Y no, no pone nada de si Hickman va a dejar Marvel o no. Pero todos sabemos que no. ¿Verdad? ¿VERDAD?