Hace diez años, mientras presenciabamos los intentos de un Thor excomulgado por llegar hasta su Mjolnir, un agente de SHIELD cuestionaba mínimamente las órdenes recibidas porque, en fin, el tipo le estaba empezando a caer bien. Ese agente que miraba al dios asgardiano desde las alturas, tan entretenido como nosotros en las salas de cine, era Clint Barton, y nosotros sabíamos que esos segundos robados de Thor (2011) nos anunciaban a Ojo de Halcón en la alineación vengadora que Nick Furia iba montando peli a peli… pero, aunque finalmente acabó siendo así, su protagonismo fue esporádico hasta que Thanos chascó sus dedos. No era nada personal, simplemente era difícil competir con compañeros que contaban con trilogías a sus nombres. Y, aun así, la maquinaria que es el Universo (¿o Multiverso?) Cinematográfico de Marvel Studios está tan bien ensamblada que cualquiera de sus engranajes, por pequeñito que parezca, va acumulando desarrollo, historia y vida propia casi sin querer, colaborando en esa expansión constante.
Como hicieron en Wandavisión, Halcón y el Soldado de Invierno, o Loki, Ojo de Halcón se dispone a hacer que Clint Barton salga de las sombras de supersoldados, asgardianos o playboys filantropos armados para brillar bajo el foco de atención, y a la vez presenta a la última nueva adición a la familia en este 2021, sumándose a Agatha Harkness, Billy y Tommy, John Walker, la Contessa Valentina Allegra de la Fontainees o Yelena Belova. Qué nos mostrará de esta nueva Fase que estamos atravesando a pasos acelerados, aún no lo sabemos, para empezar lo que ha hecho es ubicarnos en la realidad de este Universo en el que los Chitauri destrozaron Nueva York y Thanos logró ganar, brevemente. Pero todo eso podremos valorarlo mejor dentro de unas semanas, por ahora… ¿por qué no comentamos los guiños y referencias que ya hemos podido captar en la serie? Disney+ nos ha alegrado el miércoles con no uno sino dos episodios, “Jamás conozcas a tus héroes” y “El escondite”… y hoy toca empezar con un doble aviso de spoilers: si no has visto todavía estos episodios, espera a leernos después de haberlo hecho, y si por alguna circunstancia extraña aún no has leído la premiadísima etapa de Ojo de Halcón que en 2012 firmaron Matt Fraction, David Aja, Francesco Francavilla, Annie Wu y Matt Hollingworth, publicada por Panini en este precioso volumen integral… procede con cautela, porque vamos a mencionarla constantemente.
Los Ojos de Halcón
Clint, demasiado viejo para estas mier…
Empecemos por el principio, el origen de todo esto, el héroe, el Vengador, Ojo de Halcón. La caracterización del Clint (Jeremy Renner) que aquí nos encontramos sigue la línea que se nos descubrió en La era de Ultrón (2015), un padre de familia que quiere pasar tiempo con los suyos y que se ve obligado a volver de su retiro una y otra vez. Pero su actitud, algo derrotista y cansada, con un cuerpo que no le da para más y un hastío de quien realmente lleva años viviendo estas historias, bebe mucho de la etapa que mencionamos antes.
También podemos hallar en esas viñetas el origen de la sordera de Clint, una aportación de Fraction y Aja que, no contentos con hacer que un mal golpe (o una sucesión de ellos) tuviera verdaderas y duraderas consecuencias, permitieron a Clint hacerse a esta nueva realidad en un número en el que la mayor parte del diálogo sucedía en lenguaje de signos. Los orígenes de esta sordera también serían explorados en la posterior etapa de la cabecera, All-New Hawkeye, por Jeff Lemire y Ramón K. Pérez, en la que retrocederían a su infancia en evocadores y, en ocasiones, durísimos flashbacks para mostrarnos las durezas y el maltrato sufridos por el pequeño Clint. Ojo de Halcón se suma así a Makkari, en la reciente Eternals (2021), y a Echo, de quien hablaremos más tarde, en la representación marvelita de un colectivo habitualmente ignorado.
Mentalmente, el Clint televisivo también parece beber bastante del estado de ánimo del héroe de Aja y Fraction. Desde su huida del musical basado en la batalla de NY, hasta sus constantes interacciones con los civiles que le reconocen como vengador, y con la propia Kate Bishop, el arquero parece llevar bastante mal sus recuerdos de esa vida pasada, los vestigios de ella que aun pesan sobre sus hombros, y la pérdida de su amiga Natasha. Uno de los principales atractivos del trabajo de Fraction, Aja y cia fue seguir el hilo anímico de Clint, primero acomplejado, en ocasiones directamente deprimido, y poco a poco recuperando su autoestima y reconstruyendo su identidad más allá de supergrupos y alianzas, aun apoyandose en sus seres queridos. Un aspecto que probablemente se perderá en la traslación a la pantalla será sus queridas, en plural. Clint está felizmente casado con Laura (Linda Cardellini), sólo quiere volver con ella y sus hijos. Y aunque la memoria de Nat perdura como la mejor de las amigas… Jess y Bobbi, o Spiderwoman y Pájaro Burlón, serán dos presencias en las páginas de aquella icónica etapa que seguramente echemos en falta en la serie de Disney+.
Kate, la chavala que necesitaba un héroe
Ya está aquí, ya llegó, Kate Bishop (Hailee Steinfeld) es nuestra nueva heroína de púrpura y casi todo lo que la rodea viene directamente de las viñetas que protagoniza. Su origen en los tebeos como Joven Vengadora fundadora lo tendremos que dejar para otro día, cuando se vea rodeada de muchos de sus compañeros ya presentes en el UCM (Elijah, Cassie, Billy y Tommy, ¡y hasta un Niño Loki si nos ponemos!), pero aquí el origen que nos presentan desde los primeros segundos de la serie de Disney+ es el de una niña neoyorquina que en 2012 perdió a su padre en la Invasión Chitauri, en cuya memoria quedó grabada la imagen del héroe que salvó su vida: Ojo de Halcón, lanzándose de edificios y disparando flechas mientras cae de espaldas. Creo que cualquiera de nosotros hubiera entregado su vida al tiro con arco si hubiéramos visto algo así en persona a tan tierna edad. A cualquier edad, en realidad.
Esta escena la vimos, frame a frame casi, en la etapa de Lemire y Pérez, en la que Kate también nos dejaba cotillear entre sus recuerdos. Veíamos entonces como Los Vengadores la habían salvado, pero era Ojo de Halcón su verdadero héroe, un hombre entre dioses capaz de obrar milagros con un arco y flechas. Es en torno a él que modela sus habilidades, hasta llegar a la Kate joven-adulta que se autoproclama la “mejor arquera del mundo”, igual que la de los cómics nos repetía habitualmente que era “practicamente una vengadora”. Es ese puntito de subidón, de emoción apenas contenida, y de humor tontorrón lo que hace que Kate sea Kate, en papel y en pantalla, y que contraste tan ricamente con el Clint más de vuelta de todo. Además, aunque sus affaires familiares disten más de los leídos en viñetas, en los que la maldad de su padre y la ausencia de su madre es lo que la mueve durante mucho tiempo… un aspecto permanece: la riqueza heredada, y algo despreciada por ella.
Daddy / Mommy Issues
Quien nos iba a decir que, a la hora de mencionar las figuras paternas de ambos Ojos de Halcón, y lo mucho que dejan que desear… ¡hablaríamos aquí de la misma persona! Veamos, en los tebeos, la vida de Kate da un vuelco al descubrir los lazos de su padre, Derek Bishop con la mafia tras un encuentro con El Matador, y hace todo lo posible por descubrir lo que realmente ocurrió con su madre, Eleanor Bishop, dada por muerta. La etapa de Kelly Thompson, Leonardo Romero y Jordie Bellaire al frente de Ojo de Halcón con Kate Bishop como heroína titular, publicada recientemente dentro de la gama Marvel Young Adults de Panini, gira mucho en torno a esta franja vital de la arquera. En la serie de Disney+, sin embargo, el padre de Kate (Brian d’Arcy James) aparece brevemente durante aquel fatídico día de la Invasión Chitauri, fallece al derrumbarse parte de su casa por las explosiones, y Kate logra escapar y sobrevivir con su madre (Vera Farmiga).
Años después, en el presente, nos enteramos junto a Kate (y para su desagrado) de que Eleanor, dueña de una compañía de seguridad bajo el legado Bishop, se ha prometido con su actual pareja… Jack Duquesne (Tony Dalton), quien en realidad no es otro que El Espadachín. Este señor, que debutó en The Avengers #19 allá por 1965 como enemigo de Ojo de Halcón, resultó ser la figura paterna que acogió a Clint (y a su hermano) cuando dieron con el circo en el que actuaba mientras huían de su padre alcohólico y maltratador. A partir de entonces, pese a que Clint aprendió mucho de lo que sabe de él, digamos que no fue la mejor de las influencias. Su propio padre también era un hombre cruel, llamado… Armand Duquesne, el mismo que en la serie es el tío de Jack. Su obsesión con las espadas, y su destreza en el combate de esgrima contra Kate, dejan poco margen a la duda. De este modo, han hecho que el mal padre de Kate y el mal padrastro de Clint sean uno y el mismo, afectando en este caso a la joven, para que Clint cubra sin quererlo un rol paterno mucho más positivo.
¿Y qué hay de Mamá Bishop? Bueno, si bien es cierto que la primera vez que la vemos es discutiendo con Derek, la Eleanor de estos dos primeros episodios ha estado presente en la infancia de Kate… y en principio no parece tener un lado oscuro. Aunque quién sabe, la elección de Vera Farmiga para interpretarla es bastante golosa, es una actriz que podría con cuantas facetas quieran darle al personaje, y no seríamos nosotros mismos si no fantaseasemos con su posible nexo con Madame Máscara (desarrollado también en manos de Thompson y Romero).
Vuelve a casa por Navidad
Esta referencia nos lleva, de nuevo, al trabajo de Aja y Fraction. Porque, más allá de la típica meta imposible de estar en casa a tiempo para las Navidades (en 6 días, le dice Laura a Clint, ¿6 como aquel Hawkeye #6 titulado “Seis Noches en la vida de… Ojo de Halcón”? ¡Ja!), aquella etapa reunía esos dos aspectos, hogareño y navideño. A su manera. Respecto al primero, el apartamento en el que vivía Clint y su comunidad de vecinos tenían, para desgracia de ellos, mucho peso argumental, pues les convertía en centro de la diana del abuso de la mafia chandalera, la panda de bros rusos que perseguían al vengador y destrozaban cuanto se les pusiera por delante (uno de estos vecinos, de hecho, moriría a manos de otro de los enemigos de los arqueros… y comparte nombre con Grills, el bombero rolero que se agencia el traje de Ronin). En la serie de Disney+ es Kate, no Clint, quien pierde rápidamente dicho apartamento (el arquero mentor sigue teniendo un hogar al que regresar).
Podemos sacarle un lado bueno a su pérdida, porque cuando tiene que recurrir a su segundo escondite, este nos deja una buena ración de guiños. El primero, ya antes de entrar, lo vemos en el listado de nombres del telefonillo, entre los que aquellos que tengan la vista más aguda y certera podrán distinguir a autores como Seth Meyers, Glenn Dazing, Sam Moskowitz… Pero es que la propia tía de Kate, propietaria del piso en el que se cobijan, es una referencia genial en sí misma. Su nombre es Moira Brandon, y sabemos que actualmente está viviendo en su casa de Florida. A Moira nos la mostraron Roy Thomas y David Ross en Avengers West Coast #100, en 1993… ¡casi diez años después de que Roger Stern y Al Milgrom la mentaran por primera vez en Avengers #246! Cuando finalmente la conocimos, Moira fue la antigua actriz que no sólo invitaba a Clint y a Bobbi a la mansión que pasaría a ser terreno vengador, sino que llegaba a salvar a la pareja de Fuego Cruzado, recibiendo el título vengador honorario. En el apartamento de la tía de Kate podemos incluso apreciar carteles de antiguas películas de ciencia ficción en las que actuó, como «Creature of the Dark Galaxy». Y, en cuanto al ambiente festivo… estaba claramente presente a lo largo de varios números de la etapa, en la decoración, en las estampas nevadas invernales, y en el gorrito de Santa que lucía el propio Clint.
La Mafia Chandalera
El trailer ya nos dejó con este buen sabor de boca, al presentarnos no sólo los susodichos chandals, sino esa furgoneta de mudanza con el slogan Trust a Bro. Fieles a su promesa, los mafiosos en chándal han estado presentes desde prácticamente el principio de la serie para destrozar el piso de Kate a base de bros (o tíos, en español) y cócteles molotov. Además de tener un pasado común con Clint en la serie (la opinión que Laura tiene de ellos es bastante… pobre), este grupo de matones fue el principal enemigo de ambos Ojos de Halcón en la etapa firmada por Fraction y Aja, tan destructivos como patéticos y divertidos, sea o no sea su intención. Aquí se disponen a atormentar a Kate desde el momento en el que esta decide complicar su golpe a la casa de subastas de la que pensaban birlar un misterioso reloj hallado entre los restos de la mansión de los Vengadores… cuya etiqueta de subasta reza Avengers #268. Habrá que mirar la portada de dicho número, para buscar conexiones y especular de lo lindo con el buen hombre de rostro azul añil que en ella aparece, ¿no?
Volviendo a los del chándal, no hay más que verles y deleitarse, porque han llegado a la pantalla sin apenas cambios, con la misma coletilla, el mismo acento, y el mismo atuendo. Si la persecución en coche vista en trailers es indicativa de algo (aparte de ser un guiño XXL a la misma persecución orquestada por Fraction y Ajá en viñetas, de la cual cierto Dodge Charger carmesí de ensueño no salió nada bien parado), a esta panda aun le queda cuerda para rato.
Ronin
La aparición de Ronin, aunque resulte ser una improvisación a la desesperada de Kate, funciona como referencia a dos niveles, a ambos universos marvelitas. En el cinematográfico, como ya se encargan los realizadores de ponernos al día, Ronin fue la identidad que Clint adoptó durante los años en los que media humanidad se había esfumado hecha cenizas por obra y gracia de Thanos, incluída toda su familia. Bajo esta identidad, se entregó por completo a la rabia y la violencia y sembró el terror entre los criminales, hasta que Natasha le recuperó en tierras niponas para luchar juntos en Endgame (2019). Es al ver cómo Kate ha metido la pata hasta el fondo al ponerse el traje y ganarse una legión de enemigos cuando Clint decide tomar cartas en el asunto. Aun queda por ver si lo hizo a tiempo, o si la joven arquera deberá afrontar más consecuencias por su osadía… de momento ya ha sido contactada por el Detective Caudle, a quien en las páginas de la etapa de Thompson y Romero podemos encontrar en Santa Monica, no en Nueva York.
En los cómics, varios rostros se han ocultado bajo la máscara de Ronin. El propio Clint ha sido uno de ellos, desde New Avengers #27 (2007), pero desde entonces también han portado su traje y sus armas gente como Alexei Shostakov, el mismísimo Guardián Rojo (bueno… o una versión del mismo) o Bullseye, bajo las órdenes de El Encapuchado, con la intención clara de manchar el nombre de Clint en la reciente Hawkeye: Freefall (2020). La primera Ronin fue, sin embargo… Maya Lopez, en New Avengers #11 (2005).
Echo
Sabíamos que Maya iba a aparecer en la serie. De hecho, ya tiene serie propia anunciada, bajo el nombre de Echo. Pero es que no se ha hecho esperar ni un par de episodios, apareciendo al final del segundo como jefa de los mafiosos en chándal. La actriz Alaqua Cox debuta así como la enigmática antiheroína (o villana, veremos) sorda de origen nativoamericano, que utiliza sus reflejos fotográficos de modo similar al Supervisor para emular los estilos de lucha de sus contrincantes. En su escena de presentación, la conocemos cuando Ivan, líder de los chandaleros, la informa de la captura de los dos Ojos de Halcón… mientras ella se encuentra sumida en las vibraciones emitidas por unos altavoces.
Maya podría ser nuestro clavo ardiendo para quienes esperamos el regreso de Matt Murdock y Wilson Fisk, a ser posible interpretados por Charlie Cox y Vincent D’Onofrio en continuidad con la serie de Netflix, ya que su origen en los tebeos está fuertemente enlazado a ambos personajes. La creación de David Mack y Joe Quesada, originaria de Daredevil #9 (1999), perdía a su padre a manos de Kingpin para pasar a ser su ahijada, su discípula, y aprender de él sus mortíferas habilidades, moldeandola como un arma más a su disposición. Como tal, intentó utilizarla para acabar con Daredevil convenciéndola de que fue él quien mató a su padre. Eco veía a Daredevil como su enemigo, pero Maya y Matt se enamoraban al instante.
Pizza Dog
El mejor, el perrito más bueno, Lucky, Afortunado, Fortu, o el Perro Pizza anteriormente conocido como Flecha, es lo mejorcito de todo aquello donde salga, incluída esta serie. El sidekick canino de los Ojos de Halcón tiene su origen en, a ver si lo adivinas, ¡la etapa del arquero de Fraction y Aja! Y aunque, en la pantalla, desde el momento en el que surge el amor a primera vista entre Kate y él ya le falta un ojito, en las viñetas de estos dos cracks Fortu enseguida manda a paseo a los del chandal y salva a Clint, quedando muy maltrecho en el proceso, pero sobreviviendo a la experiencia. Es así como pierde su ojillo, y como se convierte en el mejor amigo del arquero en sus horas bajas (para más adelante elegir irse con mamá Kate). Fortu, o Lucky, o como cada cual quiera llamarle (guapetón le va bien, por ejemplo) es un favorito de la afición, es el perro pizzero que valió a sus autores el Premio Eisner al Mejor Número por Hawkeye #11, titulado “Pizza Is My Business” (¡uno de tantos!) y, si no hubiera tomado la delantera DC con su League of Super-Pets (film que nos llegará en 2022), podría formar parte de una troupe marvelita de lo más variopinta ya sólo con las criaturillas que nos han presentado este año, junto a Croqui en Loki, Morris en Shang-Chi… y al pobre Sparky mejor no le mencionamos, que la herida aún está reciente (aunque fuera parte del engaño de Agatha).
El constantemente mencionado Volumen 4 de la cabecera
Terminamos pasando de lo más dulce a algo un pelín más agrio… y es que no podemos ver esta serie, y todo el material promocional que la ha rodeado, sin que nos venga a la mente a obra que tantas veces hemos mencionado, la serie que, desde 2012 a 2015, firmaron Matt Fraction, David Aja, Francesco Francavilla, Annie Wu y Matt Hollingworth, una de las mejores obras salidas de la Casa de las Ideas de lo que llevamos de siglo. La serie de Disney+ está tan claramente basada en esta etapa, que creemos que ya ha quedado claro simplemente a base de desgastar el nombre de sus autores en este artículo. El problema es que ni Marvel Studios, ni Disney+, han parecido tener tanto interés en dar el mérito a quienes lo merecen y, por tanto, compensarlo. Siendo una de las adaptaciones marvelitas que más recuerdan a la obra que la inspira en términos de diseño (lo cual es todo atribuible a Aja), sólo Fraction ha sido tenido en cuenta, figurando como Consulting Producer, mientras que Aja recibe los habituales agradecimientos entre los créditos…
Ya sólo en lo relacionado a ser mencionado como creador de lo que se ha decidido llevar a la pantalla, Aja está siendo obviado demasiado a menudo. El director de la serie, Rhys Thomas (de la escuela del Saturday Night Live, y responsable de Documentary Now!), da toda una serie de nombres que influyeron aspectos de la serie, desde films como Klute a Léon El Profesional, pasando por la New Wave francesa, hasta títulos navideños como Sólo en Casa y Jungla de Cristal. “Esa es la respuesta pretenciosa”, dice él mismo, porque en realidad la principal referencia que tuvo y que cita es lo que él llama “la obra de Fraction”. “Me encantó esa textura de Nueva York de los 70 que tenía, y tomé muchas imágenes de ahí para mandárselas a mi director de fotografía, Eric Steelberg. En definitiva, buscaba retratar a Nueva York y a su gente con esa cualidad de calle y esa textura de antaño”. No sólo Thomas, también la productora Trinh Tran ha declarado que “la etapa de Fraction es una cosa maravillosa, recuerdo estar leyéndola y pensando que era absolutamente increíble, ¡y que era algo que podíamos hacer!”.
Qué curioso escuchar a David contar (en el programa Los Felices Años Veinte, y entre otras muchas anécdotas), que la primera propuesta de Fraction era de un tipo de historia más “James Bond”, y que fue él quien lo llevó “al barrio”, haciéndolo más humano, más mundano… más años 70. Sin ir más lejos, en cada página inicial de créditos de cada número se listaba a Aja y a Fraction sin especificar sus títulos como dibujante y guionista, sino juntos, como autores y creadores de la obra. El diseño de los créditos de la serie, de sus carteles promocionales, de los personajes que la protagonizan… todo ello tiene la firma de David Aja, y trata de emular su estilo al extremo. Por eso, cuando el artista Bruno Redondo twitteó que se debería dejar de acreditar SÓLO a los guionistas, cuando todo lo visual se basa en el trabajo de Aja, este contestó “Mejor aún: ¡que dejen de acreditar, y empiecen a pagar!”. Incluso los colores de Matt Hollingsworth, esos perfectos morados que hicieron que la vestimenta de Ojo de Halcón dejase de parecer una opción nefasta (¡y hasta habría estado bien que el atuendo que recibe en la feria de rol hubiera sido de ese color!), todo el arte de dicha etapa ha dado forma al diseño y las caracterizaciones de la serie de Disney+.
Dicho todo esto, y aun deseando que Marvel Studios y la industria, en general, despertase y empezase a reconocer adecuadamente el trabajo de los artistas que inspiran sus productos, a nosotros nos queda la parte más dulce, porque reconocer cada detalle de lo que tanto nos ha gustado en viñetas siempre es una gozada. Queda serie por delante, llena de guiños y referencias que volveremos a comentar… y del inicio de una nueva generación superheroica que ya cuenta con un legado al que hacer justicia ante un público que espera con muchas ganas.