Donny Cates es alguien que está en boca de todos en la industria. No en vano, se ha ganado a pulso la posición que tiene ahora mismo. Goza de una carrera estelar y que ha crecido muy rápido.
Lo cierto es que muchas de este tipo de estrellatos no suelen prolongarse en el tiempo. La de Cates, sí. Y aunque es pronto para juzgar la influencia que vaya a dejar detrás, se puede argumentar sobradamente que sus aportaciones están muy por encima de la media.
Aquí van unos cuantos ejemplos:
10.Guardianes de la Galaxia
Aunque esta no sea una de sus etapas más memorables en Marvel y no durase demasiado, sí que dejó una serie de conceptos interesantes. Viniendo de Thanos, esto estaba llamado a ser algo grande y todo parecía indicar que, tras unos años de etapas conservadoras, los Guardianes volverían a ser una de las cosas más punkys de la editorial.
Sin embargo, algo no terminó de funcionar. Seguramente esta será de las pocas ocasiones en las que Cates no encajó del todo con el encargo. Pero eso no quita que sus números estén llenos de ideas creativas y buenas intenciones que trataban de volver a los orígenes desde la disrupción.
9. Matanza Absoluta
Hacer un crossover es de las misiones más complicadas que le pueden pedir a cualquier guionista. Eso es lo que explica que haya más eventos que dejan muncho que desear que aquellos que realmente supongan algo mínimamente interesante. Es muy desafiante el tener que ser bombástico a la vez que se intenta encontrar verdad, a la vez que se debe construir una trama que implique un universo mayor, a la vez que tienen que dar con la manera de que todo resuene con las series principales, a la vez que… Y, aun siendo todo lo excesivo, grasiento y noventero que es, este crossover lo consiguió. Es algo a lo que muchos aspiran y pocos llegan, Luego volvería a repetir jugada con El Rey de Negro pero, en esencia, es este crossover con esteroides.
8. Babyteeth
Este autor necesitaba a gritos una historia de terror pura y dura. Y eso es exactamente lo que Babyteeth representa. Se trata de darle una vuelta de tuerca a los subgéneros que verdaderamente le interesa para encontrar su esencia y tratar de refrescarlos.
Una joven soltera se queda embarazada. Pero el retoño no es otro que el anticristo. A través de ahí construye un universo propio repleto de sectas, elementos sobrenaturales, conspiraciones y muchos giros abracadabrantes a través de los cuales estudian los fanatismos religiosos, la paranoia y las problemáticas de la maternidad. A día de hoy sigue siendo uno de los mejores títulos de Afteshock. La Semilla del Diablo para una nueva generación.
7. Thanos
Escribir a Thanos es todo un desafío y hacerlo después de Jeff Lemire lo es el triple. Especialmente si se tiene en cuenta que fue su primer proyecto de envergadura para la Casa de las Ideas. Por no hablar de que todo ello coincida con la cúspide la popularidad del personaje gracias a ser el gran antagonista de la tercera fase del UCM.
Pero Cates no se achantó y consiguió reconvertir y reformular al personaje en sus propias reglas. Las decisiones que toma son arriesgadas y se atrevió a dejar su propia huella a un personaje tan asociado con su creador y con una mitología tan arraigada… Construye sobre lo que ya está y funciona a la vez que innova. Es alguien que respeta lo existente siempre y cuando no ahogue lo que intenta contar. Eso es lo que hizo aquí y fue un mérito más que suficiente como para que Marvel le dejara jugar con otras de sus propiedades. E inventó a Cosmic Ghost Rider como si nada.
6. Estella Plateada: Negro
Cates no es un autor particularmente denso. Siempre tiene en mente que el entretenimiento es lo primero. Ahora bien, tuvo que llegar a trabajar con el surfista cósmico filósofo por excelencia para demostrar que también es capaz de hacer proyectos de una índole más contemplativa. El personaje lo demandaba. Es un escritor que logró entenderlo y adaptarse (aunque eso no quiere decir que haya abandonado del todo sus peripecias) a este peculiar personaje. No todos los guionistas que han escrito para el ex célebre heraldo de Galactus pueden decir eso.
Esta miniserie es a lo que debería ser todo a lo que debería aspirar cualquier cómic HEROICO (sí, con mayúsculas) de la editorial: grandiosidad cósmica. Ni más ni menos.
5. Thor
Tomar el relevo después de una etapa histórica y fundamental como es la de Jason Aaron no es del gusto de todo el mundo. Pero este escritor supo cómo alejarse lo suficiente y llevar a este árido personaje a su terreno, a sus filias y a su estilo. Y, para ello, de nuevo, volvió a hacer un rupturismo radical respecto a los géneros en los que suele moverse las narrativas del dios nórdico marvelita.
Cates retomó, en parte, algo de sus historias cósmicas y las llevó a un entorno nuevo de tal modo que todo suena a algo fresco. Thor topándose con Galactus, probablemente sea uno de los highlights que ha dado la editorial en este 2021 y una de las demostraciones que Cates es alguien que tiene ideas que, por relocas que sean, siempre llegan a buen puerto. Su Thor plantea conceptos que siempre han estado a allí pero, hasta que no se han producido, nadie se había dado cuenta de su potencial.
4. God Country
Este fue el proyecto con el que Donny Cates llamó la atención por primera vez. A este trabajo es lo que el autor debe el haber podido tener una trayectoria como la que ha tenido. Y, de alguna manera, es de los cómics en los que mejor refleja su identidad.
Esta es una epopeya rural a gran escala, de un carácter reflexivo e introspectivo, pero con unas grandes dosis de espectacularidad. La idea del legado y de aspirar a ser algo mejor que uno mismo es lo que vertebran toda la narrativa. No es de extrañar que este proyecto le validase para escribir el género por excelencia del mainstream: los superhéroes.
3. Veneno
Nadie había hecho tanto por el simbionte desde su nacimiento. Comenzar a escribir a este personaje ha sido una de las cosas que siempre ha perseguido le guionista y eso se aprecia en la forma en la que aprovechó y exprimió la oportunidad. Y es que él no dejó prisioneros cuando trabajó con el personaje. Ahora es imposible ver las etapas originales con los mismos ojos.
A él le debemos uno de los mayores hallazgos de la Marvel de las últimas décadas: Knull, el principal antagonista y la entidad divina de los simbiontes. Si bien siempre ha buscado entrar como un elefante en una cacharrería en las otras series en las que ha estado, aquí ha sentido un interés en hacer crecer lo que ya está, en expandir el universo del personaje. Y, como tal, se le debe agradecer que Veneno ahora mismo tenga los suficientes elementos como para funcionar en sus propios términos, sin necesidad de seguir siendo un villano dependiente del lanzarredes.
2. Redneck
¿Vampiros sureños? ¡¿Pero cómo no va a ser interesante esa premisa?! El gótico americano siempre es un terreno verdaderamente fértil para construir historias de calado que reflexionen alrededor de la identidad de la potencia mundial. Y hay algo de eso. Pero esta obra pretende hacerlo desde una perspectiva de género absoluta y completamente diferente. Guarda algo de parecido a American Vampire. De hecho, esa obra puede ser entendida como un hijo bastardo entre esa y Paletos Cabrones. Pero va más allá de sus referentes.
En cualquier caso, alcanza un equilibrio entre las tramas dinásticas y familiares, el terror más puro y un género negro sumamente sórdido. Se trata de un trabajo extremo que, por sus propias características, no es un bocado que atraiga a un público mayoritario. Pero que vampiriza a cualquiera que se atreva a entrar en este mundo: no dejarás de querer más raciones de esta serie.
1. Crossover
Cuenta Cates que recientemente, por desgracia, ha vuelto a estar internado por asuntos de salud y durante ese periodo perdió la esperanza de salir de esa. Hay ecos respecto al origen de la creación de God Country. Pero Crossover es harina de otro costal. El tono hondo y filosófico se ha cambiado por el disfrute metalingüístico.
Aun siendo él mismo y manteniendo algunas de sus obsesiones, con este proyecto lo que ha logrado es plasmar y escribir sobre aquellos cómics que le apasionan. Hay mucho de un niño jugando con los muñecos y contando historias con ellos, hay algo de genuino e ingenuo. Pero, por primera vez, también se aprecia una flexibilidad de tono. Hay mucho de humor absurdo en este cómic. Es lo más distinto e innovador que ha hecho en toda su carrera. Y desde luego que se disfruta como nada de lo que ha hecho antes.
Donny Cates es un creador divisivo. No es del gusto de todo el mundo. Pero lo que nadie puede negar es que es de los guionistas más puros, enérgicos, entusiastas y apasionados con los que este medio ha tenido la suerte de contar. Nadie en el mainstream narra con el pulso y el nervio con el que él lo hace. Su nombre es sinónimo de rocanroleo. Y solo queda por comprobar cómo sigue con su música.
El gigante verde de Marvel está en el horizonte y en breves llegará la esperada serie indie Crossover. Y aquí estaremos para contarlo.