Top 100 Comics del 2021 – #90-81

Al igual que los árboles de nuestras calles van desnudándose a golpe de viento y lluvia, las hojas del calendario de 2021 se caen formando una pila de recuerdos, representativa de la montaña rusa emocional que ha sido el Año 1 post-pandemia. Como era de esperar, estos últimos doce meses han sido una época de expansión en lo que a la industria del cómic se refiere, como efecto rebote de lo sucedido en la anualidad anterior. Muchas editoriales han debutado por todo lo alto, los salones han vuelto para alegría de editores, autores y lectores a partes iguales, el manga ha pegado el sorpsasso definitivo al resto de cómics y el número de reediciones ha sido menor que en años anteriores, dando paso a todas las obras y licencias que se frenaron en 2020 ante la incertidumbre. Una cosecha fantástica donde elegir los mejores sabores no es nada fácil. Pero no por ello vamos a dejar de intentarlo. Hoy continuamos con nuestra lista de los «100 mejores cómics del 2021 en Sala de Peligro». Hoy, del #90 al #81, hemos elegido los siguientes:

#90 – El Tapiz de los Dragones de Té, de Kay O’Neill

Este cómic cierra la trilogía de los dragones de té. Tras dos volúmenes separados por el tiempo y el espacio, el gran abanico de personajes que hemos ido conociendo en la saga se reúnen de nuevo. Las protagonistas vuelven a ser Minette y Greta. La primera tendrá que lidiar con su pasado y su presente, lo que se esperaba de ella y lo que ella realmente quiere hacer con su vida ahora que ha encontrado la felicidad junto a los dragones de té y Greta. Mientras la segunda todavía no ha sido capaz de crear un fuerte vínculo con su dragón de té, que sigue desolado por la pérdida de su antiguo cuidador. Mientras averigua cómo conseguirlo tendrá que pensar en su futuro como herrera cuando se le presenta la oportunidad de mostrar su trabajo a Kleitos, un famosísimo herrero que busca une aprendiz. Un final bien hilado y con desarrollo de personajes tanto principales como secundarios. O’Neill vuelve a mostrar la cara más amable, estética e inclusiva del cómic actual.

Por Iria Ros Piñeiro                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              

#89 – Bad Weekend, de Ed Brubaker y Sean Phillips
  • Editorial: Panini Cómics
  • Formato: Rústica, 72 páginas
  • Precio: 15 €
  • Traducción: Raúl Sastre

Seguramente no hay una apuesta más segura ahora mismo a la hora de comprar un cómic que la de invertir en cualquier cosa que hagan Ed Brubaker y Sean Phillips. Y es que llevan años creando cómics que no bajan de lo extraordinario y no parece que vayan a parar jamás. Para bien o para mal, sabes perfectamente lo que te vas a encontrar cuando abres un cómic de estos dos. Ahora bien, era difícil de prever que ellos hubieran sido los que fueran a lanzar uno de los más interesantes y menos complacientes homenajes a los creadores de cómics. En clave de género negro, la marca de la casa, este Bad Weekend nos pone en la piel del asistente de uno de esos genios venidos a menos y  a los que nadie aguanta en la industria. Con ello, permite al lector echar un vistazo a un punto de vista inusual y crítico acerca del momento cultural en el que está el medio. Siempre contando una historia tan áspera como entretenida en la que nada es azaroso. Ambos son muy rigurosos con su trabajo y eso se traduce en que todas y cada una de las páginas de esta obra perduran en la memoria. Se lee rápido, pero la obra se queda contigo durante  meses. 

Por Pedro de Mercader

#88 – Rastros de Sangre, de Shūzō Oshimi
  • Editorial: Milky Way Ediciones
  • Formato: Rústica con sobrecubierta, 252 páginas
  • Precio: 8,50€

La lectura de este manga resulta tan adictiva que uno llega a preguntarse: ¿cómo una historia tan malsana puede generarnos tal nivel de adicción? Si otros mangas de Shūzō Oshimi como Happiness o Las Flores del mal ya abordaban temas complejos como el bulling o problemas de integración desde perspectivas novedosas, en Rastros de sangre, Oshimi va más allá al abordar un tema tabú, poco frecuentado en la ficción, como es el desequilibrio psíquico y emocional de una madre con su hijo. El amor, el odio, el rencor, el resentimiento y la manipulación más retorcida se dan la mano en una historia que no da tregua, que uno lee con el corazón encogido. Como es norma en los relatos del autor, lo hace con un juego de fuerzas emocionales que va de la cercanía a la distancia, del suspense al asombro, como Hitchcock con la Kim Novak de Vértigo, para acentuar la soledad y desequilibrio de Seiko, el personaje de la madre y su obsesivo vínculo con su hijo Seiichi, que esconde algo aún más terrorífico de lo que muestra, el rechazo al hijo. Y es que en las obras de este mangaka lo imprevisible es una seña de identidad de sus historias, narradas con precisión, a base de una atmósfera que se vuelve gradualmente más y más claustrofóbica, por medio de un dibujo en el que predominan los primeros planos, las tramas y la nitidez del trazo, esconde un torbellino de emociones que impactan en cualquier lector. Rastros de sangre, como el resto de las obras de Oshimi, es de una profundidad que desarma. Una montaña rusa de emociones, que carga cada viñeta y cada página de una enorme habilidad para dotarlas de expresividad y generar sensaciones que generan una adicción que pocas lecturas son capaces de conseguir.  

Por Miguel Ángel Oeste

#87 – Semillas, de Ann Nocenti y David Aja
  • Editorial: Astiberri
  • Formato: Rústica, 128 páginas
  • Precio: 15€
  • Traducción: Óscar Palmer

Hay cómics que contienen absolutamente todo lo que se le puede y debe pedir a la cultura. Semillas es una de esas obras que deben ser digeridas con pausa. Y, una vez has leído y releído y crees que has sacado todo el jugo posible a este cómic, te das cuenta de un detalle. Un pequeño símbolo que provoca que te des cuenta de que solo has rascado la superficie. Los cómics a ese nivel de profundidad no están en la mano de todo el mundo. Pero, claro, las personas detrás de este son David Aja y Ann Nocenti. Estaba claro que Semillas iba a ser una experiencia desafiante. Pero tampoco hubiese cabido esperar que iba a ser tan entretenida y misteriosa. Las incógnitas que rodean a una premisa como que una periodista descubre que hay aliens entre nosotros  son la fuerza que arrastra al lector a un universo muy propio. Uno que alberga multitud de sorpresas y de conceptos que, por rocambolescos y creativos que puedan resultar, siempre habla de problemas sociales y políticos del día a día. Esta es una dispotía en toda regla. Una que se parece más de lo que gustaría al absurdo mundo en el que vivimos. Una en la que no querrías pasar más tiempo del necesario y que, sin embargo, te atrae irremediablemente. Una que pone en valor cuestiones que deberíamos hacernos todos los días.   Una que demuestra que siempre se pueden encontrar maneras de refrescar este subgénero.  Pero, por encima de todo, es la constatación irreprochable del talento infinito de todas las personas involucradas. No tenían nada que demostrar y, aun así, siguen haciéndolo.

Por Pedro de Mercader.

#86 – Las Montañas de la Locura, de Gou Tanabe
  • Editorial: Planeta Cómic
  • Formato: Cartoné, 288 páginas
  • Precio: 20 €
  • Traductor: Daruma

Adaptación al manga de la obra homónima de H.P. Lovecraft que, en este caso, se completa con dos volúmenes. Tanabe recrea Las montañas de la locura dándole un aspecto estético lo más realista posible, al mismo tiempo que juega con las dimensiones de los escenarios para mantener la tensión constante de lo inesperado y lo desconocido. Tras una introducción de personajes, los protagonistas se encontrarán en un territorio inexplorado, muy similar a la Antártida, con algo que no termina de ser natural, o propio de la tierra. El autor se recrea en el descubrimiento lento pero constante de la historia, tanto para los protagonistas de la misma como para les lectores. Nivela perfectamente el terror psicológico creado por la necesidad de adentrarse en lo desconocido, con la ciencia ficción lovecraftiana. El apartado gráfico de Tanabe, y su narrativa a la hora de trasladar las palabras de Lovecraft a imagen, hacen de este manga una de las mejores adaptaciones de esta novela. No sólo por la precisión de los paisajes representados, convirtiéndose las montañas en protagonistas indispensables, sino especialmente en cuanto al desarrollo de personajes a través de sus reacciones ante las vivencias que tendrán que superar. Tanabe ha sido nominado a varios premios (Eisner y Osamu Tezuka Awards, entre otros) por algunas de sus adaptaciones de las obras de Lovecraft. Las montañas de la locura es un cómic que gustará incluso a aquellas personas que no suelan leer manga, ni qué decir a les fans del terror lovecraftiano.

Por Iria Ros Piñeiro

#85 – Un Cesto Lleno de Cabezas, de Joe Hill, Leomacs y Riccardo La Bella 

Joe Hill ha vuelto por todo lo alto con este sello de miniseries de terror. Ha servido para que distintos escritores y artistas tengan la oportunidad de crear algo de género que tenga una proyección inusual. Pero era inevitable que este escritor tuviera el gusanillo de crear sus propias historias. Y esas ganas se dejan entrever en esta obra tan macabra, imaginativa y violenta. La historia que no deja de ser una escalada de cabezas parlantes, maldiciones, hachazos (literales y metafóricos) y supervivencia, cueste lo que cueste. Un viaje psicópata y desenfrenado a un terreno muy crudo que consigue que el lector disfrute ante esta explosión que está pasando en las viñetas dibujadas con gracejo por Leomacs y por Riccardo La Bella. Leer este cómic es una experiencia desenfrenada  y narrada desde una visceralidad que solo debería darse en la ficción. Y su falta de pretensiones juega mucho a su favor. No quiere cambiar nada. Ni mucho menos lo que ya funciona. Da lo que promete y con eso basta. ¡Larga vida al terror y a Hill House Comics!  

Por Pedro de Mercader.

#84 – Giganta, de J.C. Deeveney y Núria Tamarit

Giganta. La historia de aquella que recorrió el mundo en busca de la libertad es una novela gráfica cuya estructura, y narrativa, recuerdan a los cuentos clásicos. La protagonista de este “érase una vez” es Celeste, un bebé gigante encontrado por una familia de campesinos compuesta por un matrimonio y seis hijos varones. La historia se sitúa en un medievo fantástico bastante similar al europeo, en lo que respecta a conflictos territoriales, estamentos sociales, poder religioso etcétera. El tamaño de Celeste no será impedimento para que ésta sufra de los mismos problemas que cualquier adolescente: salir de casa y encontrarse a une misme en relación con el mundo será toda una aventura. Se crea así su propio camino de la heroína, con todo lo que ello comporta. El guion de Deeveney se apoya en la tradición clásica de los cuentos para hacer un análisis de género feminista a través de Celeste y cómo ésta enfrenta su entorno en un trayecto interno y externo hacia la adultez. El apartado gráfico de Tamarit aprovecha el gran tamaño físico de la obra para enmarcar arquitectónicamente el cómic como si de un libro ilustrado en la Edad Media se tratara. Además, el tamaño de Celeste hace que su diseño ponga en perspectiva no sólo todo lo que le ocurre sino también la importancia de los espacios que tanto ella como el resto de personajes habitan.

Por Iria Ros Piñeiro

#83 – Ethel y Ernest, de Raymond Brigss

Novela gráfica donde el autor hace un ejercicio de amor por la memoria familiar al retratar fragmentos de la vida en común de sus padres durante más de cuarenta años. Ethel y Ernest viven en Londres y son testigos de gran parte de lo sucedido en el siglo XX. Tras conocerse en los años veinte, la historia se articula en cinco capítulos que representan cada una de las décadas que pasaron juntos tras conocerse. Brigs no sólo cede todo el protagonismo a sus padres, sino que también representa la sociedad y el país en el que creció. Este homenaje a la relación entre sus padres queda patente en la elección de escenas representadas, cuando incluso separados por la guerra ambas historias tienen la misma importancia. El apartado gráfico de Briggs está claramente marcado por su relación con obras infantiles, en las que suele moverse, y utiliza la misma técnica de lápices de colores. Sin embargo, en este caso, la inocencia de los libros en los que suele trabajar se convierte en amor puro por sus padres. Y eso se nota en cada trazo de esta maravillosa obra que gustará a todes les lectores interesades tanto en el siglo XX como en historias familiares.

Por Iria Ros Piñeiro

#82 – Superman: Arriba en el Cielo, de Tom King y Andy Kubert 
  • Editorial: ECC Ediciones 
  • Formato: Cartoné, 176 páginas, a color
  • Precio: 19,95€
  • Traducción: Fransciso San Rafael Simó 
  • Reseña en Sala de Peligro

Suele decirse, y muy acertadamente, que el tratamiento del estrés post-traumático está en el centro, o muy presente, en todas las obras de Tom King. ¿Mister Milagro? Check. ¿La Visión? Check. ¿Buena parte de su Batman? Check, check y check. ¿Rorschach? Check. ¿El Strange Adventures que se está publicando actualmente? Otro check como una casa. ¿Héroes en Crisis? No lo recuerdo, porque he olvidado esa obra por alguna razón. Y ojo que su Human Target recién comenzado trata, sorpresa, de nuevo sobre el estrés post-traumático. No seré yo quien diga que cansa, por mucho que le añada sombra aquí, sombra allá. Pero… ¡ay, amigos! A veces King se sale de su manual personal y vital y nos regala una espectacular aventura espacial con multitud de cameos (hola Sargento Rock en la Segunda Guerra Mundial), referencias (esos guantes de boxeo) y un dibujo espectacular. Esperad, que lo pongo en mayúsculas. ESPECTACULAR. ¿De quién? ¡De quién va a ser! Andy Kubert. Recomendadísimo, para los lectores habituales del Hombre de Acero y para quienes quieran picotear algo de DC sin ser su plato habitual. Bravo.

Por Pedro Monje

#81 – Queen Emeraldas, de Leiji Matsumoto
  • Editorial: Satori dicione
  • Formato: Rústica son sobrecubiertas, 416 páginas
  • Precio: 21€
  • Traducción: Marc Bernabé
  • Reseña en Sala de Peligro

Mítico manga del género space opera de Leiji Matsumoto, protagonizado por Emeraldas, quien comparte nombre con su propia nave y surca el espacio vagando en teoría sin rumbo. Conocida en infinidad de colonias espaciales, la gente la recuerda de distintas maneras, pero nadie sabe hacia dónde se dirige, ni cuál es la supuesta misión que la empuja a seguir viajando sin descanso. Emeraldas no duda en batirse en duelos, enfrentarse a quien haga falta y matar si lo cree necesario. Tras un encuentro fortuito, el presente de la protagonista se entrelaza con el de un joven terrícola hasta puntos insospechados para él. Mientras les lectores continúan acompañándola en su viaje y recordando su pasado. El apartado gráfico de Matsumoto se caracteriza por figuras muy estilizadas en el caso de la protagonista, y personajes secundarios bastante toscos en su diseño. Lo que acrecenta el mito de Emeraldas por ser única y perfecta.  Un manga de ciencia ficción lleno de batallas épicas y existencialismo donde la protagonista actúa como jueza y ejecutora con aquellos que se cruzan en su camino intentando detenerla. Matsumoto consigue mantener un equilibrio perfecto entre las escenas de acción, y los momentos solitarios de reflexión de Emeraldas. Que, además, se cruzará en el espacio con personajes de otras obras del autor, como Capitán Harlock.

Por Iria Ros Piñeiro