La novia era un chico, de Chii

Título: La novia era un chico
Guión y dibujo: Chii
Edición Nacional: Fandogamia
Edición original: Asuka Shinsha
Formato: Rústica con sobrecubierta
Precio: 10,0 €

Cuando Chii conoció a Marido, que es como denomina en este manga a su cónyuge, fue mediante amigos en común. Su historia de amor no fue un flechazo estilo Disney, como ella misma cuenta, sino mucho más natural. Y con algún problema añadido. Aunque Marido se sintió tremendamente atraído por Chii desde el principio, ella sólo lo veía como un amigo más. Pero esto no fue el problema. La autora llevaba poco tiempo expresando mediante su ropa, estilo y forma de hablar, su nueva identidad. Y es que La novia era un chico, y así como Chii se había criado como un niño, con el tiempo empezó a darse cuenta que no se sentía como supuestamente debía hacerlo.

Hay que tener en cuenta que el caso de Japón, como ya se comentó en la reseña de El marido de mi hermano, la homosexualidad no es un delito. Al igual que, expresar la identidad de género cuando no concuerda con la que pone en la partida de nacimiento, tampoco está penado. Pero, como todo lo que se sale de la norma en Japón, la situación en la que se encontraba la autora cuando empezó a cuestionarse su propia identidad era complicada. Y es que, en especial en el caso de la transición de género en Japón, la cuestión legal es bastante complicada. Y en muchos puntos, completamente absurda.

La novia era un chico muestra toda la historia de Chii, no sólo su transición, sino todo el viaje personal de la autora durante toda su vida hasta conocer a Marido. Y cómo siguió evolucionando junto a él, tras conocerle.

Es increíble la cantidad de información que alberga este tomo. Además de contarnos su historia, Chii aprovecha la publicación para añadir páginas explicativas relacionadas con la sociedad japonesa, y su visión acerca de la identidad sexual, de género… y temas relacionados con el colectivo LGTBIQ+ no sólo allí, sino en todo el mundo. En esas páginas desarrolla temas que durante su historia igual ella no las tuvo en cuenta. Pero que, al desarrollar este manga quiso añadir para ayudar a entender mucho mejor su historia.

Es curioso que el tipo de dibujo utilizado sea el estilo SD (super defformed) caracterísitico de mangas cómicos, o escenas cómicas dentro de mangas más serios. Chii dibuja toda la historia en este estilo “cabezón” de cuerpos pequeños, pero que sin embargo funciona a la perfección. Y es que, al final, la identidad de género de los personajes no debería residir en sus características físicas. Y este estilo ayuda a aunar el físico de todos los personajes. Por lo que, cada uno debe expresar en palabras su identidad. Y el lector no puede dar nada por supuesto. Como debería ser en el día a día. Además, en esta edición las primeras páginas son a todo color. En total, 152 páginas, casi todas en blanco y negro, con sentido de lectura oriental.

La novia era un chico es un ejercicio precioso de entendimiento. Hay capítulos muy sorprendentes, en especial los relacionados con el apartado legal al que deben enfrentarse en Japón aquellas personas que decidan cambiar legalmente su género. Sin embargo, ni siquiera estos temas tan complicados, y posiblemente aburridos, son un impedimento para Chii, quien consigue exponer y responder todas las dudas que podrían surgir en torno a casi cualquier tema relacionado. Y es que ella rompe moldes, y muestra todo su camino, todo lo que tuvo que luchar, para convertirse en la esposa que deseaba ser.

Esta obra es imprescindible en todos los colegios. Ya que no sólo trata temas como la reasignación de género, sino también cómo funcionan las relaciones afectivo sexuales sanas, y cómo de importante es la salud mental. Pese a tener una portada bonita, y muy dulce, este manga esconde mucho más trabajo del que parece. Y es que tanto Chii como la editorial Fandogamia, que ha traducido y editado la obra en España, han hecho una labor increíble haciendo cercanos y accesibles temas que podrían entenderse como complicados, y que por desgracia no se tocan en las escuelas a día de hoy.