Christopher Nolan es uno de los directores sobre los que más se han hablado en el cine contemporáneo. Admirado fervientemente por unos, despreciado por otros. Pero no se le puede negar es que es alguien que todavía sigue sabiendo dar un espectáculo puramente cinematográfico.
Prueba de ello son estos filmes de Batman (cuyo tono ha sido mal imitado tantas veces…). Batman era poco más de un chiste para el gran público a causa de las piezas noventeras y el realizador británico volvió a sacar a relucir el inabarcable potencial del personaje. Lo hizo lanzando historias que iban más allá y que trataba de discernir el significado simbólico del personaje y su entorno con películas que se alejaban de cualquier adaptación superheroica que el cine había tenido. Simple y llanamente, cambiaron el género y el cine como espectáculo.
Pero eso no quiere decir que sean perfectas (ninguna película lo es del todo). Y eso pasa porque el guion no es a prueba de balas. Hay muchos flecos y aquí se recoge algunos cuantos.
Conste que algunas de estas cosas no son, técnicamente, agujeros de guion. Son más algunos detalles que se le pueden afear a una trilogía para la que, por otra parte, se podría hacer una lista más amplia de cosas interesantes que puso sobre la mesa (y seguramente obtendría menos visitas).
En cualquier caso, aquí van los diez mayores puntos en contra de los guiones de estas obras:
10. Un espantapájaros viene a verte
Batman Begins fue la cinta con el que el personaje vivió su segunda juventud, tras los filmes de Schumacher. Habían pasado casi diez años desde la última aparición del murciélago en la gran pantalla y, por tanto, no era poco lo que se jugaba el estudio. Afortunadamente, fue un éxito y, probablemente, sea la película más redonda argumentalmente de toda la saga.
Eso no quiere decir que haya algunos detalles que se podrían haber pulido. Más allá del rocambolesco plan de La Liga de las Sombras, hay algunas incongruencias respecto al personaje del Espantapájaros. Se presenta como un psiquiatra criminalista que envían a analizar a Falcone, uno de los mayores mafiosos que ha visto la ciudad. Ahora bien, el buen doctor termina inoculándole el gas del miedo y este pierde la cordura. Posteriormente, Rachel le afea lo que ha hecho y da a entender que es sospechoso reincidente. Es algo habitual el que sus sujetos de análisis terminen mal. ¿Es la única que se ha dado cuenta? Si es alguien con ese historial, ¿No hubiese convenido mandar a otro a estudiar a un sujeto como Falcone?
9. Un payaso organiza un atraco
El Caballero Oscuro fue una de las películas más rompedoras e impactantes de todo el siglo. Una que logra atrapar al espectador y que no lo suelta en todos los minutos del metraje. Eso no quiere decir que el guion no esté exento de algunas contradicciones y problemas que enturbian el todo.
Para ello habría que recurrir al inicio. Cabe recordar que el Joker se antoja como un personaje caótico que no hace planes. Pero en acción resulta ser absolutamente todo lo contrario. El atraco deja demasiado al azar y resulta que al personaje le sale todo bien. Más allá de que el Joker esté desvelando su identidad en medio de la calle a sus secuaces, de tal modo que no deberían sorprenderse con la revelación de quién es realmente el Joker, su estrategia se basa en que los personajes reaccionarán del modo en el que lo hacen. Posteriormente, su plan de huida consiste en que varios autobuses escolares salgan exactamente a la hora y por la trayectoria por la que transcurren. ¿En un atraco violento no deberían haberles reconducido la ruta por otro lado?
8. Un payaso va a ver a unos mafiosos
Una de las escenas más artificiosas es la de la reunión de la mafia. Es el Joker dando miedo y demostrando a sus “compañeros” criminales que está por encima de ellos. La intencionalidad de la escena funciona y está realizada de forma espectacular. Da gloria ver a Heath Ledger haciendo el papel por el que es principalmente recordado.
Ahora bien, exige que el espectador dé un salto de fe. No solo logra colarse en una reunión mafiosa, sino que va armado hasta los dientes. Una vez dentro, se dedica a vacilarlos y en la reunión mata a uno de ellos. Y a nadie se le ocurre pegarle un tiro en la cabeza ipsofacto… Ocurre todo por conveniencia.
7. Un payaso agua la fiesta
Está bien que el Joker se cuele en la Torre Wayne sin que se sepa muy bien cómo. Es una demostración de fuerza y una manera de que Batman sienta una amenaza en sus dos identidades. No hay problema con eso. Pero estaría bien sabes, aunque sea más adelante, saber cómo ha logrado hacerlo. De lo contrario, se puede llegar a entender que lo hizo un mago.
Como también se priva al espectador de saber cómo logró escapar. El montaje lo da por hecho a través de una elipsis. Sin embargo, en cualquier caso, para ser un multimillonario, Wayne podría aumentar el salario de su seguridad.
6. Un payaso se disfraza de poli
Un caso similar a lo anterior. Es una escena que funciona más a un nivel de significado y dentro del ritmo de la película de Nolan. Ahora bien, atenta contra las normas que la cinta ha establecido.
Este Joker ejerce más como un terrorista anarquista que como un mafioso. Ha atacado a todo tipo de personas y es uno de los criminales más buscados de una (teóricamente) blindada Gotham. La policía decide organizar un desfile en el que el Joker consigue colarse como uno más sin llamar la atención de nadie. No solo eso, sino que además consigue colar balas reales con los que acometer un atentado. Cogidito con pinzas…
5. Una bala se incrusta contra la pared
En un momento de la trama, Bruce Wayne investiga todo lo relacionado con la suplantación de identidad de los policías del desfile anteriormente citado. En el lugar donde los tenían secuestrados, encuentra un agujero de bala en la pared. Bruce se lleva una muestra del impacto para analizarla con su tecnología en la batcueva.
Nada raro salvo porque el escáner no solo le indica qué bala eso, si no que detecta una huella dactilar en la bala que han disparado. Una bala a la que nunca han tenido acceso, solo al agujero que dejó. Un poco por la cara, ¿no?
4. Un fortachón destroza un avión
Y, con ello, se llega a El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace, una película hecha con una desgana más que patente. Y eso se traduce en una serie de descuidos en el guion. Y estos se dejan evidenciar desde el primer momento. Si bien es cierto que el arranque es absolutamente espectacular y adrenalítico, también lo es que argumentalmente no tiene el más mínimo sentido.
La CIA se lleva a unos presos con la cabeza tapada a un avión porque buscan a Bane. ¿No hubiese sido más lógico quitarles las bolsas de la cabeza antes de subir en el avión y terminar antes? Segundo, una vez lo hace, la liga de las sombras sabotea el avión y mata a todos los que están dentro menos a la persona que necesitan. Es entonces cuando destrozan el avión en el aire y Bane es extraído. Dejan caer el avión para que dé la impresión de que es un accidente. Y funcionaría si los cadáveres no estuvieran llenos de balas. Muy vistosa la escena, pero o se hace una cosa o la otra.
3. Una columna se reajusta a mamporrazos
Bane rompe la espalda a Bruce y este, lógicamente, no puede hacer nada. Y menos en un agujero/prisión en medio de ninguna parte en el que Bane lo deja. Para salir de él, debe llevar a cabo una ascensión física hasta la libertad. Es algo que solo Bane logró hacer. Pero es imposible, puesto que su condición física es para estar en silla de ruedas y no moverse nunca más, ¿verdad?
Ningún problema, puesto que otro de los presos tiene la clave para solucionar cualquier fractura causante de parálisis. Con una cuerda, levanta la bueno de Bruce y le propina unos milagrosos puñetazos en la espalda que hace que se cure. Y, evidentemente, consigue ascender y escapar. Está muy bien a nivel simbólico, pero es una solución cercana al reiki con golpes. No tiene pinta de que esto tenga ninguna validez médica.
2. Un murciélago se teletransporta
En este punto, Bruce ha logrado escapar de su cautiverio. Estupendo. Ahora, sin recursos deberá recorrer medio mundo para volver a Gotham. Va a ser un largo viaje lleno de complica… Corte a: Batman está ya en Gotham.
Una cosa es economizar los tiempos muertos y otra es hacer una elipsis de este calibre que favorece a tu historia, pero que suprime de información y de desafíos que, seguramente, hubiesen sentado bien a tu filme. Sí, ya se va sobrado de minutos, pero se puede cortar de otro lado ya que esto suprime al espectador de algo que hubiese deseado ver.
Ah, y cuando llega a Gotham, a Batman le da tiempo a llenar un edificio de gasolina para que alguien prenda una mecha y en ese edificio haga un dibujo de fuego con forma de tu logo. ¿Sabes la de gente que podrías haber salvado si no hubieses perdido el tiempo haciendo esto por simple ostentación, Batman?
1. Una actriz francesa muere de una manera rara
Marion Cotillard, de la cual se han olvidado durante media película, apuñala a Batman por la espalda justo cuando ha vencido a Bane (con un ex machina por la cara en forma de Catwoman manejando con destreza la batmoto). Y se revela como la gran villana: Talia Al’Ghul. Más allá de ser un truco sacado de la nada (puesto que no está plantado de ninguna de las maneras), deja en ridículo al, hasta el momento, temible Bane.
En cualquier caso, por si fuera poco, esta decide irse con un camión que carga con la bomba nuclear. En la persecución, el camión recibe unos cuantos impactos y la bomba ni se inmuta. La persecución se salda con una de las muertes más cómicas que ha dado el cine.
Pero queda el asunto de la bomba. Un herido Batman decide llevarla él mismo en su batwing. Y la bomba explota en una cercanía suficiente como para dejar Gotham con una radiación considerable, cosa que no sucede.
Batman muere. Pero Bruce Wayne no lo hace. ¿Cómo lo hace? A saber…
Son diez errores que podrían haberse pulido con una versión más de guion. Detalles que, en cualquier cosa, no complican la posibilidad de disfrutar de la película. De hecho, son muchas las películas a las que hay que hacer concesiones puesto que el cine debe responder a la verosimilitud como única lógica. El problema está en cuando este no se respeta.
A su vez, se podrían haber citado más errores (¿En serio Robin reconoce a Batman porque también es huérfano? Ahora la orfandad da superpoderes…), pero eso no menoscaba los muchos aciertos que tienen los filmes de Nolan. No en vano, es una de las trilogías más importantes y trascendentales de los últimos años.