Hace un par de semanas se celebró el cuarenta aniversario del Comic Barcelona, también conocido antes como el Salón del Cómic de Barcelona. Primera edición presencial tras el inicio de la pandemia que fue todo un éxito en cuanto a invitades y asistentes. La sensación generalizada tras el evento fue de satisfacción, pero si queréis saber cómo fue desde el punto de vista de los profesionales, os recomiendo Palabra de Editor #47 la columna de opinión de Pedro F. Medina.
Buena organización de espacios, variedad y cantidad de actividades, buenas exposiciones y medidas de seguridad más que suficientes. Aunque sí que se echó un poco en falta la empatía de los asistentes con según qué invitades mientras firmaban. De entre todes elles nos llamó la atención la asistencia de John Allison, quien pudo visitar el evento gracias a Fandogamia editorial. Por lo que no dudamos en concertar una entrevista, de la que salimos muy agradecides. Allison no es sólo un grandísimo autor, también es una persona increíble.
Aquí os dejamos la traducción de la entrevista que se realizó el pasado 07 de mayo a las 18.00h:
John, muchas gracias por atendernos hoy. En España conocemos tu nombre, y tu trabajo, principalmente por Giant Days, una serie increíble que adoramos. Como creador, ¿cuál fue el punto de partida de esta obra?
Encantado de estar aquí. Pues en 2009 había terminado de hacer un webcómic llamado Scary Go Round, con el que llevaba desde 2002. Y cuando terminé ése, tenía tres ideas muy distintas para tres spin offs de esa misma serie. Uno de ellos fue Bad Machinery, que en Estados Unidos lo publicó OniPress. Pero además de ése tenía otros dos, por si Bad Machinery no funcionaba.
Siempre había que tener un plan b, c, d… (risas)
Exacto (ríe), porque no estaba muy seguro de cómo iban a salir las cosas. Era un gran paso para mí el haber cerrado la serie que había creado mi carrera, y enfrentarme a algo nuevo. El personaje de Esther, de Giant Days, ya salía en Scary Go Round. Empezó siendo un personaje secundario, que estaba en el fondo de algunas escenas. Pero luego empecé a usarlo más y más, y en un momento dado se volvió uno de los personajes principales de la trama. Cuando terminé Scary Go Round sentía que podía hacer mucho más con Esther, pero no en esa serie. Quería seguir trabajando ese mundo, pero en otra dirección. Y ése es el origen de Giant Days.
Originalmente Esther era un personaje secundario. Pero, ¿existen de verdad las protagonistas de Giant Days? Me encantaría que hubiera por ahí un par de Desis, Susans y Esthers haciendo el loco por la vida.
Pues la verdad es que me he encontrado con cierta gente que son un poco como esos personajes que yo creé. Pero para que la narrativa funcionara, tuve que hacerlas muy distintas entre ellas. A Esther la impulsa la confusión, a Susan la ira, o el enfado, y a Daisy la impulsa la amabilidad.
Amamos a Daisy precisamente por eso. Confusos y cabreados estamos siempre, necesitamos su amabilidad.
Exacto, toda la razón. Pues si las pones a las tres juntas, más o menos unas solucionan los problemas o carencias de las otras. A veces se necesita la ira de Susan, y a veces necesitas en lugar de eso la amabilidad de Daisy. Y en algunos momentos Esther tiene que hacer una mezcla explosiva con lo que les ocurre para poder llegar entre todas a una situación mejor.
Me gustaría hablar de tu relación con Fandogamia, tu editorial española, ya que tiene una identidad muy marcada como editorial. Tanto en los títulos que publica, como en su forma de actuar en redes y con sus lectores. Y en parte, su identidad casa muy bien con Giant Days ¿qué tipo de relación tienes con elles?
Como yo venía de la autopublicación y los webcómics, de ese movimiento anárquico que es encargarte tú de todo e intentar que el medio cobre sentido cuando está en constante cambio… pues la verdad es que creo que es por eso que me llevo tan bien, y coincido tanto con Fandogamia. Ambos hemos intentado cosas muy locas, que a veces han salido bien y otras no tanto… pero cuando algo funciona lo sabes. Que no siempre puedes estar seguro, pero creo que tenemos un carácter muy parecido.
¿Y cómo es tu relación con tus lectores españoles, tienes algún tipo de interacción con elles?
Gracias a las redes sociales puedo buscar reacciones a mis obras, y es muy curioso que de todas mis búsquedas en twitter los resultados sobre Giant Days son de gente española. Creo que es una serie que ha conectado con el público español más que con cualquier otro. Es decir, después de Estados Unidos, España es el país donde más repercusión ha tenido Giant Days. Así que estoy muy agradecido, de verdad. Nunca imaginé que España conectaría así con mi historia.
Antes has comentado ese momento tan específico en que tus obras empiezan a publicarse en papel ¿cómo fue ese cambio?
Siempre me sorprende el poco trasvase de lectores que tengo entre la gente que me leía cuando era un artista de webcómic, y la gente que me lee en las versiones impresas. Sé que algunos lectores del webcómic se han acercado a mis obras en papel, pero no tengo tan claro que quienes me conozcan por los cómics que he creado en papel, y mira que Giant Days tiene un gran público, no se interesan por mis anteriores trabajos en webcómic. Y creo que puede ser porque los lectores más jóvenes no tienen ningún tipo de relación con los webcómics que yo hago, porque están en mi página web personal. Mientras que sí tienen una relación directa con servicios y aplicaciones como webtoon, tapas y otras por el estilo, donde conviven o coexisten con el manga. Así que a veces es difícil llegar a todo. Por eso me gusta experimentar con todo tipo de publicaciones, para llegar a lectores a los que no podría llegar de otra forma. Y ver qué tipo de lectores son. Me pasé mucho tiempo intentando averiguar cómo publicar un cómic en webtoons. Ya sabes, con un formato en desplazamiento vertical que pudiera leerse desde el móvil. Para ver, sobretodo, si podía conectar con esa audiencia. Pero no podía dedicarle el tiempo necesario, no podía llegar a todo, y desistí.
Además, tus cómics tienen una estructura relativamente tradicional en cuanto al diseño de página. Y convertir tus historias al formato de webtoon tenía que ser complicadísimo.
Me obsesioné con averiguar cómo podía crear algo que pudiera funcionar en distintos formatos a la vez. Hay una serie de Corea del Sur que funciona en absolutamente todos. Se llama Cheese in the Trap, un cómic precioso con un estilo de dibujo muy sencillo. De forma que funciona perfectamente en webtoon pero también en edición impresa. Yo soy incapaz de traducir mi trabajo al formato necesario. Cheese in the Trap está creado por un equipo, donde todos los artistas son muy habilidosos. Yo trabajo solo, no puedo permitirme experimentar demasiado porque necesito ganar dinero.
Los artistas tenéis unas manías muy raras con eso de querer comer y tener una vida (risas).
La verdad es que sí (risas) nos gustan las dos cosas, comer y tener una vida. Así que no puedo arriesgarme a hacer muchos experimentos con mi trabajo.
Cheese in the Trap de soonkki (Webtoon)
Giant Days tiene muchos premios, entre ellos algún Eisner, ¿crees que llegado cierto punto estos premios siguen siendo necesarios, o te generan presión por las expectativas que tiene la gente tras ganarlos?
Pues éste es un asunto muy complicado, ¿sabes? En cada categoría hay sólo un premio, cinco personas son nominadas y sólo una gana. Así que hay cuatrocientas veces más perdedores que ganadores en dichos premios. Y yo he sido un perdedor muchas más veces de las que he ganado. Así que tengo sentimientos encontrados, pero hay que ser consciente de lo que es esto. Es muy bonito cuando reconocen tu trabajo con un premio en los Eisner, porque antes los Eisner se los solían llevar los cómics de superhéroes. Además, estos premios los votan profesionales del medio, y que esos profesionales reconozcan tu trabajo que es muy diferente a lo que se estaba haciendo hasta ese momento en la industria… eso sienta muy bien. Porque significa que los cómics que son diferentes, sobre todo cuando yo empecé, también tenían cabida. Y es algo que ahora está completamente normalizado, y creo que en parte es gracias a obras como Giant Days. También creo que los premios otorgan una visibilidad extra a las obras que son nominadas, y sobre todo premiadas, cuando luego las ves en las librerías.
Así que, resumiendo, para el público general los premios son importantes porque significan algo. Ayudan al autor, ayudan a la editorial y creo que eso es lo realmente bueno de los premios. Está muy bien que te den tu premio, y ponerlo en la oficina, pero lo realmente importante es que ayude al cómic.
En relación con esto, en los últimos años parece que la comedia, el humor, está ganando terreno en el mundo del cómic. Giant Days tiene una marcada línea cómica, al igual que el resto de tus cómics, que tienen un humor muy particular. ¿Ha sido siempre intencionado, o es que te sientes más cómodo en ese género?
Creo que cuanto más mayor me hago más pienso en cómo mi trabajo se resume en sentarme y hacer pequeñas imágenes que terminan dentro de pequeños libros. Vivimos en un mundo donde priman las redes sociales, y parece que nos vemos obligados a marcar siempre la diferencia. Es muy estresante. Y me he dado cuenta que cuando escribo escenas de humor, cuando escribo comedia, soy capaz de aligerar esa carga porque hago a la gente feliz. Y ayudar a la gente es algo muy bueno. He llegado a recibir e-mails de gente que está muy enferma, que me ha dicho que leer mis cómics les ayudó muchísimo, les dio consuelo. Y eso significa mucho para mí. Los cómics de humor, especialmente en momentos tan oscuros, son muy importantes.
Creo que, si miramos atrás, históricamente, el tipo de obras que le gustaba a la gente durante la guerra era el humor. Y en los años noventa, cuando todo era mucho más estable, y creíamos que había terminado todo, empezamos a crear obras más oscuras. Es divertido jugar con temas violentos, e incluso con algunos que se consideran tabú. Pero creo que eso sólo funcionó en un momento muy concreto, todavía estamos con la resaca de los noventa, como si todo tuviera que ser sangriento y oscuro. Y, sin embargo, yo no creo que esto sea bueno para el alma. Por eso me gusta hacer humor.
Respecto a eso, no sé si lo sabes, pero en twitter España hay una tendencia a comprar los nuevos números de Giant Days en el momento en que salen a la venta. Sin embargo, los guardamos para leérnoslos cuando tenemos un día malo.
¿En serio?
Cada vez lo hacemos más gente.
¡Eso es fantástico, me encanta!
Foto hecha a traición durante la entrevista (©Manu González)
En España todavía no hemos llegado a leer el capítulo final de Giant Days, por lo que por favor no me hagas ningún spoiler. Pero amamos tantísimo la serie, que no queremos que termine y seguro que va a ser un momento agridulce. ¿Puedes comentarme cómo fueron las reacciones en Reino Unido y Estados Unidos con el final?
Pues mira, te voy a confesar que estoy obsesionadísimo con las series de televisión que llevan en antena mil temporadas. Y cuando termina la gente se enfada con el capítulo final. A mí me fascinan los finales. Cuando terminó Lost pasó precisamente eso, y mientras todo el mundo estaba enfadadísimo yo disfruté mucho el último capítulo. Yo lloro por muchas cosas, no me paso el día llorando, pero hay muchas cosas que me emocionan. Y lloré cinco veces durante ese final. Así que en el momento en que tuve que ponerme con el final de Giant Days, quería conseguir sacar esos cinco lloros. Sólo te puedo decir, para no spoilearte, que escribí varios finales. La serie termina como tenía que terminar. Pero tienes que tener en cuenta que autopubliqué tres Giant Days antes de que la editorial se interesara por la serie. Así que ahí también hay una especie de final. Y luego está el final que uno desearía que tuviera. Luego está el final de Giant Days que es como doble en extensión, que pertenece a la serie original, y que hubo mucha gente a la que no le gustó. Sin embargo, incluso en ese final doble hay más finales de los que la gente puede imaginar. Así que si estáis mínimamente interesados en cómo terminan las historias, Giant Days tiene el final de finales por excelencia.
Es un final, lleno de finales.
Exacto (risas) es el final que finaliza todos los finales.
Si fuera millonaria Giant Days no terminaría nunca, te pagaría para que siguieras hasta el infinito.
Es curioso, pensé mucho en cómo y cuándo debía terminar esa serie. Y finalmente decidí que terminara, de forma lógica, cuando las chicas terminan la universidad. Pero Giant Days tiene un algo que no tienen mis otros cómics, me genera un sentimiento muy específico. Y cuando decidí terminar la serie, fue un poco como pasar un duelo. Quería recuperar ese sentimiento, al que yo llamo el sentimiento Giant Days. Quería crear otra obra que me despertara esa emoción. Y me ha costado bastante conseguir recuperar esa sensación y aplicarla en nuevos trabajos.
Hablando de nuevos trabajos, en este Comic Barcelona Fandogamia ha hecho una edición en papel de Solver una historia que hasta hace una semana sólo podían acceder a ella de forma digital las personas que colaboran en tu patreon, ¿cómo ha sido esto?
Me dijeron que les gustaría hacer algo exclusivo para este evento. Y yo les dije que tenía algunos cómics, muy diferentes entre sí, que había hecho durante la pandemia y que ninguno se había publicado en papel todavía. Les pregunté si les interesaba, y les mandé una lista con las historias que había hecho. Y en esa lista había un poco de todo: había un cómic que iba sobre un viaje en el tiempo, para averiguar por qué los Beatles no habían triunfado (risas), porque sólo tenían un éxito de ventas. También había hecho un par de historias con Charlotte, de mi serie Wicked Things. Y ésta, Solver, era la última historia que había hecho en pandemia, y yo creo que es la mejor de todas. Aunque siempre pensamos que lo último que hacemos es lo mejor, pero bueno. Creo que es la mejor elección, porque es sólo un número y tiene ese sentimiento Giant Days del que hablábamos antes. Y es que, además, el título me recuerda a Volver, de Pedro Almodóvar y me parecía perfecto (risas).
En el momento de escribir esta entrevista, la web de Fandogamia sigue teniendo disponibles algunos números de Solver
Durante todo el proceso que fue la creación de Giant Days, has trabajo con muchos artistas. ¿Qué has aprendido en ese tiempo de co-creación, con cualquiera de elles?
He aprendido muchísimo con todas las personas que he trabajado. Obviamente con quienes más he aprendido es con Lisa (Treiman) y Max (Sarin), porque son con quienes he trabajado durante más tiempo. Max es una artista tan buena que trabajar con ella era como ir a la universidad de bellas artes todos los meses. Porque Max puede hacer todo lo que a mí me gustaría hacer gráficamente en un cómic, pero mejor. Era increíble ver las historias que yo creaba, dibujadas tan bien. Y al mismo tiempo me hizo sentirme menos seguro con mi apartado gráfico, porque es imposible que yo llegue a los niveles en los que ella está. Eso sí, yo lo sigo intentando, y por eso he aprendido tantísimo trabajando con Max. Ella puede imaginar y visualizar cualquier cosa en su mente, y llevarla al papel. Yo soy incapaz de hacer eso, tengo que volver una y otra vez a la página anterior para ver lo que he hecho y no liarla. Y Lisa. Bueno, Lisa es una artista increíble haciendo storyboards. Además, su sentido del ritmo, del movimiento, de las formas… te deja sin palabras. Por eso la han contratado como jefa del equipo de storyboards en Disney Animation.
Fandogamia también ha publicado otra de tus obras, By Night, que aunque mantiene el humor, no tiene nada que ver con lo anterior ¿de dónde sale esta historia de ciencia ficción?
By Night la escribí al mismo tiempo que estaba trabajando en Giant Days. Y fue muy complicado hacer las dos a la vez. Probablemente tendría que haber dicho que no cuando me ofrecieron la oportunidad. Pero los ingleses no sabemos decir que no a los estadounidenses. Y eso que ellos esperan que digas que no, pero yo no sé cómo hacerlo. Así que dije Venga, claro, voy a hacerlo. Dos series regulares al mes no es para tanto. Sí lo era. Eso sí, lo que tenía muy claro es que ninguna de las dos series podía absorber ideas de la otra. No podía dejar que mi hijo favorito se llevara todas las buenas ideas, y el otro quedara ahí desolado. Así que hice algo tan diferente que era imposible mezclar las dos obras ni queriendo.
Y así nació la idea de By Night, una serie de ciencia ficción, donde se abre un extraño portal en medio de Estados Unidos. Al situar la historia allí me evitaba muchos problemas, al final somos muy diferentes. Y los personajes, por lo tanto, también lo fueron. Además hay muchos tratos extraños, giros de guion, y una locura intrínseca al trabajo de intentar llevar a la vez dos series regulares tan opuestas entre sí. Por eso By Night es una obra tan extraña. Eso sí, nunca volvería a recuperar esa serie. Fueron doce números, le di un final, y es suficiente.
Lo único que une esos dos trabajos es, de nuevo, el humor.
Sí, es verdad. Yo creo que es la única forma en la que sé escribir. Podría escribir un cómic que no tuviera ni un solo chiste. Pero no creo que le gustara a nadie. La vida no es así. Incluso la gente que trabaja en hospitales, y acompaña en sus últimos momentos a pacientes que mueren, esa gente sigue bromeando. En sus oficinas, en la recepción, donde sea. El humor es parte de la vida humana. E ignorarlo y escribir algo completamente alejado de ello, para mí, no es escribir sobre historias humanas.
Si pudieras hacer lo que quisieras en un cómic, porque tienes a tu alcance todo el dinero del mundo, ¿qué harías?
¡Vaya pregunta! (risas) la verdad es que soy ese tipo de persona que si le tocaran de la noche a la mañana ciento veinte millones de euros… no sabría qué hacer.
Yo me compraría muchos cómics y me dedicaría únicamente a leer, creo.
Yo creo que lo metería en el banco y no lo tocaría, te lo prometo (risas) Creo que si tuviera todo el dinero del mundo pagaría a mucha gente que conozco para que pudiera desarrollar libremente sus ideas y proyectos. En la industria del cómic ya se sabe que a los artistas no se les paga todo el trabajo que supone llevar a cabo un cómic. Y eso quema mucho a la gente. Tengo muchísimos amigos con un talento increíble, con grandes ideas, que muchas veces tienen que trabajar en estudios de animación o en el mundo de los videojuegos, para poder comer y pagar sus facturas. Cuando ellos lo que quieren es hacer cómics. Así que, si tuviera todo el dinero del mundo, crearía una compañía que pagara a estos artistas el dinero que merecen, para que pudieran dedicarse a sus obras sin preocuparse de las facturas.
Cuando montes la empresa, por favor contrátame (risas) otra de tus obras publicadas en castellano es Steeple ¿Cómo fue el cambio de trabajar con Boom!Studios a una editorial como Dark Horse? Porque visto desde fuera, parecen dos estilos muy distintos.
Pues, aunque son dos rollos muy distintos, la verdad es que he tenido mucha suerte y en ambas compañías mis editores han sido siempre muy amables. Daniel, mi editor en Dark Horse, es una persona maravillosa. He tenido mucha suerte con él. Teniendo en cuenta que normalmente publican cosas como Black Hammer, Hellboy o The Umbrella Academy intenté presentarle una historia de ese rollo, pero a mi manera, con toques sobrenaturales en ese punto en que el mundo empieza a caerse a trozos.
¿Sabes cuál va a ser tu próximo cómic en castellano?
Pues no lo sé. Sé que tiene que salir otro volumen de Steeple con Astiberri. He estado haciendo Wicked Things con Boom!, donde aparece Charlotte, la protagonista de Solver.
¿Y nadie ha comprado los derechos?
El problema con Wicked Things es que el primer episodio apareció justo cuando empezó la pandemia. Y entre unas cosas y otras, la serie se canceló en el sexto episodio, cuando la idea original era hacer una historia de ocho. Todos los casos a los que se enfrenta Charlotte llegan a resolverse, excepto en el que la incriminan, y ése no se ha resuelto porque la serie se canceló. Así que espero poder finiquitar eso con Boom! para luego sacar más historias cortas.
Me estás diciendo que tenemos que abordar las redes sociales de Fandogamia ¿no?
(Risas) Lo que tenéis que hacer es uniros a los fans franceses de Giant Days para entre todos pedir que vuelvan a reunirnos a mí y a Max Sarin para terminar los dos capítulos que nos quedan de Wicked Things. Y si eso funciona, con un poco de suerte, habrá cientos de capítulos nuevos por delante.
¿Te gustaría volver a trabajar con Max Sarin?
Me encantaría trabajar con Max otra vez. Hemos hecho juntos un cómic romántico de Steeple siguiendo el estilo de esos cómics de los sesenta. Y bueno, estará disponible en mi patreon, y se podrá comprar digitalmente. Aunque probablemente también aparezca en una futura versión impresa de Dark Horse. Max y yo nos llevamos tan bien, trabajamos tan bien juntos que siempre queremos volver a repetir. Pero, de nuevo, necesitamos a alguien que nos contrate y que nos pague lo suficiente para poder dedicarnos a hacer los cómics que nos gustaría hacer juntos. Porque no son fáciles ni rápidos de hacer, y no podemos consentir que Max se queme trabajando en mil cosas a la vez.
En Sala de Peligro nos gusta escribir para todo tipo de lectores, y siempre intentamos acercar el cómic a aquellas personas que no suelen leerlos. ¿Algún mensaje en específico para esos posibles lectores?
Si queréis saber cómo es mi trabajo, podéis encontrar muchos de mis webcómics en mi página web ahí tenéis, entre unas cosas y otras, por lo menos unas mil quinientas páginas de mi trabajo. Bad Machinery está completa, lo único es que está en inglés. Ah, y también podéis encontrar un cómic no oficial que une Giant Days con Batman.
¿Y eso? Qué interesante.
Cuando todavía estaba trabajando con Boom! hubo una serie crossover oficial que unió Leñadoras y Gotham Academy. Cuando lo vi, le escribí a mi editor a ver si podía hacer un crossover yo también entre Giant Days y All Star Batman. Y no le pedí una serie secundaria, no, yo quería hacer el crossover con All Star Batman. Que en realidad dije esa serie en concreto porque conozco a artistas que trabajan en ella y podrían decir que me conocen y esas cosas. Pero no creo que Boom! enviara nunca la propuesta a DC. Y bueno, después de esas navidades estaba intentando recuperar ese sentimiento Giant Days así que me puse con el crossover, y terminaron siendo treinta y dos páginas. La historia se situaba en el segundo curso de las chicas, y Batman va a Sheffield.
Me encanta
Nadie de DC se ha puesto en contacto conmigo, y como no he cobrado pues no creo que haya problemas. Así que es gratis. Podéis encontrarlo en mi web. Nadie pierde nada, salvo yo que me estoy cargando mi reputación como creador serio (risas) El caso es que Sheffield se convierte en la ciudad donde se va a celebrar el campeonato mundial de billar. Y el malo que yo había diseñado para Batman estaba relacionado con el billar y termina controlando las vidas de Esther, Susan y Daisy.
Me encantaría ver a Batman discutir con Esther.
Oh, Esther ama a Batman. Le llama bat like man, le cuesta un poco averiguar quién es. Porque en Sheffield nadie le conoce. Porque todas las imágenes que salen en Instagram y demás están borrosas. Bruce Wayne está en Sheffield porque inaugura una nueva ala del museo de la ciudad en nombre de Alfred Pennyworth, ¡porque cree que es de allí, y no lo es! (risas) Pero, lo dicho, podéis encontrar toda la historia en badmachinery.com y disfrutar de uno de mis mejores cómics o el peor de todos ellos, nunca lo sabremos.
¿Un último mensaje para nuestros lectores?
Sólo puedo daros las gracias, porque sentirse tan acogido y apreciado en un país que no es el tuyo es increíble.
Muchas gracias por tu tiempo.
A ti por la entrevista.
Foto finish en el stand de Fandogamia, Comic Barcelona 08/05/2022 (©Iria Ros)