En nada la diosa del trueno irrumpirá con fuerza en la gran pantalla. Eso significa que, tras casi diez años, Natalie Portman volverá a interpretar a Jane Foster (si no contamos el superfluo cameo en Endgame y su voz en What If?). Puede que el personaje no haya calado en demasía en el público, pero no hay ninguna duda de que eso es a causa de que los guiones no pudieron sacar partido de una de las actrices en activo más interesantes.
Esa afirmación no es un tiro al aire, como demuestra una nutridísima y variadísima filmografía que habla por sí sola. Es una intérprete que ha conseguido compaginar esporádicos papeles en películas comerciales con una carrera independiente de lo más potente. No en vano, ha colaborado con algunos de los mejores directores, lo cual ha permitido que creciera exponencialmente como actriz.
Pero también, tiene una versatilidad impresionante, luciéndose en todos los géneros conocidos. Para muestra, esta complicada selección de entre toda su filmografía:
– León: El Profesional
Tras un pequeño corto, arrancar una carrera creando uno de los personajes más icónicos del cine de los noventa no es algo que pueda decir cualquiera. Pero tampoco puede decirlo haberlo hecho siendo menor de edad.
Obviando su controvertida y discutida sexualización, su Mathilde desprendía un carisma muy especial que todavía hoy resulta brillar con una luz especial. Ese personaje es un tour de force difícilmente olvidable. Como lo es la película dirigida por Luc Besson, que todavía no ha conseguido volver a acercarse a los resultados de este filme.
– Beautiful Girls
Después de un papel secundario en Heat (la película de culto de Michael Mann), una audaz Portman dio un volantazo a su carrera. El primero de muchos, lo cual le ha ayudado a mantenerse fresca a lo largo del tiempo.
– Mars Attacks!
Con 14 años, consiguió un pequeño papel en la película de uno de sus directores favoritos en ese momento. La pequeña niña prodigio compartió pantalla con Glenn Close y Jack Nicholson. No les robó las escenas, pero sí que fue la primera vez que tuvo que enfrentarse a un proyecto de gran envergadura. Y, de nuevo, aprobó con nota.
– Star Wars
Tras Mars Attacks, se quedó con ganas de más criaturas alienígenas, con lo que participó en el primer papel que realmente tuvo una huella en la cultura popular. A pesar de que las películas no tuvieron una gran acogida y que, en buena medida, los actores parecen estar fuera de sitio, Portman defendió habilidosamente todas sus apariciones. Por extrañas que puedan ser, como esa turbia relación pedofílica de la primera entrega o la ineficaz historia de amor en la segunda entrega.
En cualquier caso, Padmé Amidala tuvo un puñado de momentos para lucirse como una carismática heroína de acción y Portman logró que el personaje tuviera un arco definido y claramente diferenciado. Con una actriz más incapaz, Padmé podría haber terminado resultando un completo desastre.
– Cold Mountain
La primera película de Portman que entró en competición de los Oscar. La actriz partió, otra vez, con un papel secundario que la intérprete defendió con soltura, a pesar de estar rodeada de gigantes.
– Garden State
El segundo gran volantazo en la carrera de Portman vino cuando optó por abrazar el cine indie en un momento en el que ya estaba consolidada como una estrella. Se trata de un papel protagonista y la primera vez que realmente tuvo que hacer frente a un papel más pequeño y profundo.
– Closer
La penúltima película de Mike Nichols es un portentoso drama emocional en el que Portman volvió a conseguir ganarse al público en la que, todavía hoy, resulta fuerte. A estas alturas nadie se sorprende. Lo que sí sorprendió es que este filme le dio su primera nominación al Oscar.
– V de Vendetta
A pesar de ello, Portman necesitaba un papel que le ayudase a consolidarse del todo como actriz de cara al gran público. Las precuelas de Star Wars no fueron suficiente, puesto que no tuvieron una buena aceptación y tampoco es que hubiera mucho material dramático con el que jugar.
Todo lo contrario que con V de Vendetta, en la que lo dio absolutamente todo en su interpretación de Evey, seguramente la más exigente hasta la fecha, a tenor del intenso viaje dramático del personaje. Fue una película que conectó con un público y que consiguió ganarse un hueco en el competitivo mercado de la cultura popular.
– Mr. Magorium
Tras eso, tuvo un papel prominente un filme infantil de culto en el que Portman aporta una candidez palpable y en el que es capaz de aguantar las escenas a un pletórico Dustin Hoffman. Casi nada.
– Cisne Negro
El papel que le dio el Oscar es el más oscuro, complejo y duro que ha desarrolado. Portman transmite el descenso a la locura de forma magnética e impecable. Y es que es fácil ver el afán inalcanzable de perfeccionismo en una actriz de la élite.
Aronofsky es un realizador que saca lo mejor de sus intérpretes y que siempre resulta inconformista e exigente para con el público. Le salga bien o mal, siempre hay que prestar atención a su cine. Y Cisne Negro trasciende.
– No Stings Attached/Your Highness
Es lógico que necesitase desengrasar y, por ese motivo, los siguiente papeles serían sus únicas incursiones en la comedia. Por un lado, optó por colaborar con Ashton Kutcher en No Stings Attached, una romcom que pasó sin pena ni gloria. Más curiosa es la parodia absurda del cine fantástico fue Your Highness. La comedia no es su punto fuerte, pero se defendió.
– Thor
A pesar de ser un mero interés romántico del héroe protagonista, Portman consiguió darle a su Jane Foster cierto trasfondo y personalidad. Hasta tal punto que podía mirar de tú a tú a un dios. Aunque fuera un papel flojo, su implicación fue tal que luchó por qué la segunda parte estuviera dirigida por Patty Jenkins. No llegó a suceder, lo cual causó la fricción con Marvel Studios
Sin embargo, las dos primeras entregas de Thor no resultaron particularmente satisfactorias. Y es con esta cuarta entrega cuando la actriz podrá reclamar su lugar.
– Knight of Cups/Song to Song
Interpretar con Terrence Malick es un tanto absurdo. Pero siempre apuesta por la naturalidad y la espontaneidad, puesto que nunca se sabe cuándo puede estar rodando o no. O si se logrará sobrevivir a sus implacables montajes. No todas las estrellas pueden decir eso. Pero Portman puede decirlo no solo una, sino dos veces.
Además, en la primera, coincidió por primera vez con Christian Bale, con quien se reencuentra en Thor: Love and Thunder. Así que técnicamente es una precuela. O algo así…
– Jackie
La primera parte de la trilogía de mujeres de Pablo Larraín estuvo dedicada a Jackie Kennedy, con un peso absoluto en Natalie Portman. Hizo un retrato del dolor por el que pasó el personaje en las horas posteriores a la muerte de JFK muy honesto y valiente. Impresionó tanto que le dio su última nominación al Oscar.
– Aniquilación
El hecho de que este filme se estrenase en Netflix y que tuviera críticas mixtas provocó que no hiciera el ruido que podría haber hecho. Sin embargo, Alex Garland volvió a lanzar uno de las obras de ciencia ficción pura y dura más estimulantes que han llegado en los últimos tiempos. Y, de nuevo, una carismática Portman lideró un reparto coral lleno de estrellas de una forma intachable.
– Lucy in the Sky
El último gran resbalón de su carrera. Sin embargo, desde aquí cabe reivindicar la inteligentísima puesta en escena de Noah Hawley, quien consigue elevar una historia un tanto problemática. Al igual que la entregadísima interpretación de Natalie Portman.
Con sus setenta créditos, quedan en el tintero sus apariciones en películas de directores de la talla de Woody Allen, Wes Anderson, Milos Forman, Todd Haynes, Wong Kar Wai. Se puede decir claramente que sabe escoger con mucho tino qué pasos dar en su carrera, en la que se ha combinado absolutamente todo. Incluso ha encontrado tiempo para dirigir y protagonizar la muy meritoria A Tale of Love and Darkness. Y siempre con un denominador común: una actriz brillante y comprometida.
A quienes nieguen que para ella no hay papel pequeño o que parecen entender que Portman en Thor: Love and Thunder no está particularmente motivada, cabe retarles a que alcancen su nivel de musculatura. Seguramente el filme de Taika Waititi haya sido su prueba más extenuante físicamente y ha conseguido encontrar un desafío en inspirar a nuevas generaciones.
Su Thor es Thor, sin ningún añadido. Y, desde aquí, solo cabe desear ver cómo ha sido capaz de superarse, de nuevo, a sí misma. Se escuchan los sonidos del trueno. Y parece que esta vez, van a tener un impacto diferente.
– Bonus track 1: ella misma repasó su envidiable trayectoria creativa hace no tanto.
– Bonus track 2: Never forget