Título: Quiero comerme tu páncreas |
Guion: Yoru Sumino |
Dibujo y color: Idumi Kirihara |
Edición Nacional: ECC Cómics |
Edición Original: Futabasha |
Formato: Rústica, 440 páginas |
Precio: 14,95€ |
Quiero comerme tu páncreas es el título más raro que hay a día de hoy en el mercado. Y aquí viene la explicación de por qué. Aunque a día de hoy se publican muchísimos mangas en castellano, normalmente, aunque el título sea extraño va acompañado de una imagen que hace que sea lógico ese título. Es decir, va acompañado de una estética concreta.
Sin embargo, Quiero comerme tu páncreas de Yoru Sumino y Idumi Kirihara tiene una de las ilustraciones de portada más tradicionales que se pueda esperar. Y es que este manga trata sobre una amistad, sobre una relación entre dos estudiantes de bachillerato. Y, sin saber nada más que eso, título e ilustración no casan. Aunque esto no es completamente real. El título tiene todo el sentido del mundo, una vez se conoce la historia de los protagonistas.
Los protagonistas de esta historia son un chico introvertido, y Sakura Yamauchi, una de las chicas más populares y extrovertidas del curso. Chico tímido – que es como Sakura se refiere al protagonista – encuentra por casualidad un libro manuscrito llamado “Mi enfermedad y yo”, y a partir de ese momento las vidas de ambos quedan unidas por ese secreto. Y es que Sakura no le ha contado a nadie fuera de su núcleo familiar que padece una enfermedad pancreática que la está matando.
A partir de ese momento, Sakura perseguirá por el instituto a chicho tímido y poco a poco irá introduciéndose en su vida y en su mente. Y ambos aprenderán mucho tanto del otro, como de sí mismos.
El manga gira entorno a esta relación nada convencional entre ambos, ya que poco a poco se desarrolla entre ellos una amistad que va más allá del amor. Ambos son estudiantes en el mismo instituto, pero obviamente cada uno tiene una forma de enfrentar la vida (o lo que le resta de ella a Sakura) muy diferente.
En la primera página ya se dice que Sakura ha muerto, por lo que todo el manga parecerá girar en torno a ese desenlace. Llegado a un punto, el manga da un giro no esperado y la evolución de personajes, cuando creíamos que habían llegado a su tope, sigue creciendo.
Las historias donde existe una relación, normalmente amorosa, entre dos personajes donde uno de ellos está enfermo, es una constante del mundo del manga. Con mejor o peor resultado para la pareja, la relación suele ser tormentosa debido a la enfermedad y todo lo que ésta acarrea.
Sin embargo, en Quiero comerme tu páncreas el guion no se regodea en los peores momentos de la enfermedad. No es morboso con ese tema. Sino que presenta episodios muy puntuales de la relación de Sakura y chico tímido. Desde una tarde completamente rutinaria compartiendo libros, hasta momentos mucho más impactantes a nivel emocional por parte de ambos.
Es un slice of life que sabe jugar bien con la versatilidad que le da la enfermedad a su protagonista, sin llegar a caer en el patetismo. Y enfrenta tanto al protagonista, como a quien lee el manga, a enfrentarse al duelo de la pérdida de alguien querido en una situación poco convencional.
Además, la evolución de personajes se crea a partir de las conversaciones entre ellos. Y es que, Sakura y chico tímido son diametralmente opuestos. Y esto hace que sus conversaciones terminen muchas veces en discusiones que, como poco, les harán pensar. Pero, ¿de dónde sale el título extraño?
Como ya se ha comentado, Sakura tiene una enfermedad en el páncreas. Al inicio del manga Sakura y chico tímido hablan sobre la existencia de una leyenda japonesa por la que, si un enfermo come el mismo órgano que tiene enfermo, se curará. Es decir, si Sakura se comiese el páncreas de chico tímido, según la leyenda, ésta se curaría. De ahí el título del manga, que además es una broma recurrente entre ambos protagonistas.
Este manga, como muchos otros de la editorial Futabasha, está basado en la novela homónima de Yoru Sumino. En 2015 escribió esta novela, y durante los dos años siguientes la misma editorial le pidió que lo convirtiera en un manga.
Para ello, contó en el apartado artístico con Idumi Kirihara quien creó un diseño de personajes muy sencillo, para dar prioridad al texto por encima del dibujo. Y es que, ante todo, lo importante en esta obra son las discusiones entre los protagonistas. Kirihara combina ilustraciones a página completa con un detallismo precioso, con páginas más convencionales en cuanto a número de viñetas y desarrollo. Además, todo el inicio de la historia es a todo color.
La edición de ECC Cómics tiene una relación calidad precio muy buena. Y es que, la historia se editó en un único tomo. Por lo que, por menos de quince euros, se adquiere el manga completo.
A finales de 2018, cuando se editó este manga, éste quedó muy eclipsado por la película de animación homónima. Y es que la gente esperaba en ese momento una película del mismo estilo que Your Name, que había sido todo un éxito. Obviamente, esta historia no tiene nada que ver. Es algo completamente diferente, por lo que el manga quedó muy eclipsado por la “decepción” que sintió la gente al ver la película.
Un buen tratamiento de personajes, una historia muy interesante y un final inesperado al que hay que darle una oportunidad pese a lo extraño del título. Y es que, después de leer la historia completa, se entiende mucho mejor y tiene un sentido mayor. Algo que, a simple vista, no se puede apreciar. Quiero comerme tu páncreas se merece una segunda oportunidad.