Instagrapa Comics es un perfil de Instagram con micro-reseñas de cómics, manga, novelas gráficas y fanzines de actualización diaria, realizado por el divulgador Iván Galiano. Una mirada amplia a lo que se publica a lo largo y ancho de la industria del cómic en España. En Sala de Peligro, recopilamos las reseñas de la penúltima semana en esta sección dominical.
Lardín num. 01, no vamos bien, de Vallés, Gallardo, Max, Martín, Mariscal, Nazario y vv.aa. Editorial: ECC Ediciones. Formato: grapa, 48 páginas, a color. Precio: 3€. |
Paladeada ya con calma esta revista de la que os adelantaba un poco en un video, hay que decir que no es una revista sino una hidra fabulosa de cabezas de autores que van desde la vieja escuela del underground hasta la escena alternativa más actual.
En su concepción y coordinación intervienen Javier Pérez Andújar y Rubén Lardín, con mucho afán de primeras espadas del underground barcelonés como Borrallo, Beà y Onliyú. Como curiosidad, en Lardín aparecen todos los autores del primer número de El Víbora menos Mediavilla.
Extraño artefacto de espíritu fanzinero. Papel, tinta y grapa. Tiras de humor, cómics breves y artículos varios. La premisa la libertad absoluta que lleva al caos. Cada uno hace lo que le viene en gana. Es gratificante ver a autores que acumulan años, expresarse con la misma frescura que antaño y compartir espacio con algunos talentos jóvenes que también tienen mucho que decir, cantar y romper.
Así vemos a un Max que se tira al espacio de la tira de humor vertical con su Ubrut. A Marc torices con su Cornelius, perro antropomórfico de inspiración añeja. A Beà de vuelta al relato de ciencia-ficción mudo. A Carlota Juncosa robándole descaradamente a Crumb sus viñetas más descaradas. O a Mariscal re-rescatando a sus Garriris.
Con formato de falso periódico (contiene una editorial y hasta una zona de pasatiempos), Lardín es un algo maravilloso, que contradice la teoría de las capillitas en el mundo del cómic y que esperemos que se repita muy pronto.
El Lobo en Calzoncillos: ¡Se me congelan!, de Wilfrid Lupano, Mayana Itoïz, Paul Cauuet. Editorial: Astronave. Cartoné 40 aginas, Precio: 13,95€ |
Buenísimo álbum, me ha gustado tanto como el primero y mira que el primero era bueno. Viene de perlas para estos tiempos de cuarentena. La acción transcurre invierno y, aunque entre el invierno y una pandemia hay bastante diferencia, podemos relacionarlo para trasladar a la actualidad y tratar el tema de la indefensión de los más pobres a ciertas circunstancias que pone en peligro su supervivencia.
El lobo en calzoncillos sigue siendo un comic social infantil de primer nivel y aquí se reflejan aspectos como la diferencia entre clases, la acumulación de capital y la necesidad de la redistribución de los bienes y la justicia social. Por el camino, los autores vuelven a hacerlo muy divertido de forma que adultos y niños puedan compartir un gran tebeo. Y además amplían el universo del bosque con esa micro sociedad antropomórfica copia de la humana que les sirve para hablar de casi cualquier cuestión social (discriminación, desigualdad, pobreza, manipulación mediática). Álbum infantil imprescindible que se está convirtiendo en un clásico atemporal
La cantina de medianoche 2: Tokyo Stories, de Yaro Abe. Editorial: Astiberri. Formato: 296 páginas, blanco y negro. Rústica con solapas. Precio: 18€. |
Uno de los tebeos que me ha costado terminar en esta cuarentena, pero por un motivo muy específico: que cada vez que leía una historia el cuerpo me pedía ir a cenar al chino, bajar al bar a pedirme una tapa con una cerveza o salir a comer una pizza. Da igual solo o acompañado. Salir a comer algo.
Yaro Abe lo vuelve a hacer muy bien en este segundo volumen de historias de ese restaurante-bar nocturno en el que el jefe te prepara lo que le pidas siempre y cuando tenga los ingredientes. Al margen de que cada historia está centrada en un plato y relacionada con la historia de su comensal, el autor refleja muy bien -aun con ese dibujo minimalista y desgarbado- el ambiente de una parroquia gastronómica. El de cualquiera, de hecho, ya sea japonesa, china o de española. Por ella, pasan sus habituales: vecinos del barrio, trabajadores de la zona o gente de paso. Gente que habla, se relaciona entre ellos, juzga a los recién llegados y se recomiendan platos. Ese espíritu tan familiar está ahí. Y si sois de tener un lugar favorito donde ir a comer porque es como un pequeño refugio de caras conocidas, la felicidad se sirve en platillos y se pueden compartir historias solo observando otras mesas, entonces os hacéis a la idea de lo que hay en este manga.
Academia Gotham: Segundo Semestre, de Becky Cloonan, Brenden Fletcher, Karl Kerschl, Adam Archer, Christian Wildgoose y vv.aa. Editorial: ECC Ediciones. Formato: Rústica, 224 páginas. Precio: 19,95€ |
He vuelto a las páginas de esta serie (ya concluida) para rematar su lectura con el penúltimo volumen. La historia sigue construyéndose a partir de pequeños casos mientras se construye una trama más grande relacionada con las familias antiguas de Gotham y el misterio tras la familia de una de las protagonistas, Olive Silverlock. En este volumen, además de los casos, esta trama avanza bastante cerrando el tomo con una revelación que cambia las cosas.
De la serie me sigue gustando casi todo: su premisa, sus personajes, la forma de aprovechar el lore del universo Batman para crear historias, casos, relaciones entre facciones. Muy a lo juego de rol. Me llama la atención también como recuerda a todas las series y películas juveniles de investigadores precoces, antiguas y modernas. Principalmente me recordaba a El misterio de la pirámide (como antigua) y a las pelis de Harry Potter (como modernas). Pero ahora veo que hay algo también de los dibujos de Scooby Doo, con sus personajes bien definidos e icónicos, pero en este caso a través de arquetipos más complejos y, sobre todo, milenial. Aunque me gusta bastante creo que a esta serie le faltó algo para acabar de despuntar. No es el guión, que me parece bien pensado y con una trama ideada y planificada desde el principio. Creo que tiene que ver con su factura visual. La narrativa visual no se aprovecha al 100%, podria ser más fluida. Algunos recursos no funcionan del todo como se pretenden.
Sin embargo, me parece que esto nos puede rebajar «la nota» a un notable como poco. La historia sigue siendo muy interesante siendo esta una historia de personajes nuevos y especialmente teniendo en cuenta que tiran muy poco de las vacas sagradas de DC. Y eso se merece quitarse el sombrero ante ella.
Historia del Universo Marvel 04, de Mark Waid, Javier Rodriguez y Álvaro López. Editorial: Panini Comics. Formato: grapa 24 páginas. Precio: 4€. |
Si en el anterior episodio ya confluía la historia del universo con el arranque de la publicación de los tebeos (las historias de los «primeros números») y yo ya reconocía algunas historias que había leído de niño, aquí ya me siento como pez en el agua con multitud de historias que leí, que viví. De mis favoritas, el relevo de John Stewart llevando la armadura de Iron Man, las Secret Wars, la llegada de Los Vengadores Costa Oeste, X Factor, Excalibur, Los Nuevos Guerreros.
Rodríguez y López siguen siendo dos perfectos compinches en el arte de sintetizar y condensar acontecimientos. En particular me ha gustado mucho la idea de la última página con el evento Onslaught. También su capacidad para homenajear, pero sin copiar, encontrando nuevas inspiraciones visuales que podrían haberse empleado en las series de antaño. Como ejemplo, un botón: esa viñeta de Los Vengadores Costa Oeste con los colores del típico atardecer californiano, las palmeras y Tigra con el skate. Esas claves visuales no las vimos en los tebeos, pero las hemos visto en series y películas y Rodríguez y López demuestran que funcionan muy bien aquí.
Nuestra Salvaje Juventud 8, de Mari Okada y Nao Emoto. Editorial: Milky Way Ediciones. Formato: rústica con sobrecubierta, 164 páginas. Precio: 8€ |
Final de la serie con todas (o casi todas) las cartas sobre la mesa. Antes de proceder al análisis, debo decir que ha sido muy reconfortante leer las notas finales de Okada respecto a que el tema del sexo haya quedado aparcado en el final de la obra habiendo puesto más el foco en el tema emocional. Si me habéis leído en las anteriores reseñas veréis que yo quería que afrontara ese tema porque era la premisa de la obra. Como se lidia con la cuestión del despertar sexual. Y para tratarlo completamente me parecía interesante pasar por un antes y un después. Me ha parecido muy sincera Okada explicando esto, como al final la obra pedía ser otra.
Pero me doy cuenta de que en el fondo Nuestra Salvaje Juventud no iba tanto del despertar sexual solamente sino de este enfrentado a las emociones. De hablar de cómo el cuerpo y la mente pueden ir en direcciones distintas. De cómo puedes tener unos impulsos que son difíciles de controlar y te causan conflictos, pero puedes hablar de ellos. Y eso ayuda. Poder hablar con libertad. Y en ese aspecto fundamental el desenlace de la serie cumple con creces. Mucho. Por eso merece que le mantengamos el diez que le venimos dando como puntuación desde su arranque. Por su valentía, por su sinceridad y – porque no- por su humor, Nuestra Salvaje Juventud ya es un clásico del manga por derecho propio.