Doctor Extraño ha sido una de las películas más peculiares de Marvel. Se atrevió a adentrarse sin ningún prejuicio a la parte más new-age y psicodélica de Marvel y presentó la presencia de la magia dentro del UCM que, a buen seguro, se expandirá tanto en su secuela como en la futura Wandavision, con estreno programado para Disney+.
El mérito de todo recayó en el realizador especializado en películas de género, Scott Derrickson. Su carrera, con sus altibajos, ha lanzado películas que han alcanzado el estatus de filmes de culto como El Exorcismo de Emily Rose o Sinister.
Cuando se anunció de forma oficial la secuela de Doctor Extraño, con el subtitulo de “en el Multiverso de la Locura”, el realizador anunció que tendría conexiones directas con la mencionada serie, además que sería una película que sería abiertamente de terror.
Aunque es un género que se intuía muy levemente en algunas secuencias de la primera, sería en esta en la que el buen doctor indagaría en el género en el que Derrickson ha invertido gran parte de su carrera. Sin embargo, esas palabras no parecen haber sido del gusto de los de arriba.
El pasado 9 de enero fue Derrickson quien anunció en su cuenta oficial de Twitter que ya no estaría dirigiendo esta secuela. Los motivos argüidos son los mismos que siempre salen a coalición en este tipo de casos: “conflictos creativos”. Sin embargo, permanece en sus puestos de producción y, en principio, se respetará el guion que ya había escrito.
Esta es una pérdida dolorosa e inexplicable, ya que es un director que se ha implicado plenamente con el personaje y la primera película contiene ideas visuales y plásticas difíciles de encontrar en otras películas de la casa. Sea como fuere, la principal voz creativa del proyecto quedó vacante. En menos de un mes ya se escuchó las primeras voces que indicaban que Sam Raimi sería quien terminaría dirigiendo el filme. Pero no ha sido hasta esta semana cuando se ha terminado confirmando.
Esa adición es, cuanto menos, sorpresiva dadas las implicaciones que ello supone tanto para el estudio como para el director. Pero, a priori, ninguna de ellas parece ser, en absoluto, negativa.
Así pues, desde aquí, se van a lanzar una serie de motivos por lo que el fichaje de Sam Raimi es una buena noticia:
- El principal y el más obvio es que es lo más cercano a ser el principal exponente del terror de los ochenta hasta hoy. Posesión Infernal solo puede ser calificada como una completa revolución para el género. Él creó el terror casero a base de creatividad, ingenio y ganas de pasárselo bien. También supo mezclar lo más truculento y visceral con un tono único. Cuando uno piensa en Raimi solo puede pensar en la gran influencia que ha supuesto para miles de directores que han venido detrás. Es un despertador de vocaciones para todos aquellos que han querido grabar un cortometraje de terror con sus colegas. Si eso no es aval suficiente como para tener un interés en todas sus aproximaciones dentro del género, nada lo es.
- Raimi también ha desarrollado una carrera de productor. El cine necesita dinero y sabe cómo manejarlo. En sus trabajos en este puesto, ha apoyado innumerables proyectos y realizadores que están dando sus primeros pasos dentro del género, con resultados dispares. Pero, en todo caso, que gane una cantidad considerable de dinero, como sucede con este tipo de producciones, le va a permitir seguir intentando descubrir nuevas e interesantes voces. Y es algo con lo que todos saldremos ganando.
- Tiene experiencia más que contrastada dentro de las grandes producciones. Su trabajo en Sony lo avala. Es un director que, a pesar de sus inicios más punkys e independientes, ha sabido integrarse a la perfección en producciones más ambiciosas. De tal modo que convenció a público con películas como Darkman, la saga de Spider-Man u Oz: Un Mundo de Fantasía. Son filmes que conectaron con el público de un modo u otro y que fueron rentables. Ha trabajado con grandes estudios, sabe en qué cánones juega y también ha colaborado con Kevin Feige. Sabrá cómo integrarse dentro de esa jungla.
- Probablemente, eliminará el mal sabor de boca. Está unánimemente entendido que Spider-Man 3 fue un completo desastre, parodiado hasta la saciedad. Pero no es menos cierto que vino de hacer una de las mejores películas de superhéroes: Spider-Man 2. Que su último contacto con los superhéroes fuese un desliz puede haber sucedido por muchos factores. Y no es justo que se le recuerde por ello. Hay que recordar que es uno de los arquitectos de este género. Y que vuelva a él, tras más de 10 años, con mayor experiencia y en un contexto completamente distinto, es un motivo por el que esperar a ver qué tiene que ofrecer. Y seguramente se reconcilie con el fandom tras su cierre de trilogía.
- El hecho de que Marvel Studios haya confiado en él, cuando lleva sin dirigir una película desde 2013 es indicativo de que no es un estudio convencional. En Hollywood se dice que un director vale lo mismo que su última película, pero, según parece, Marvel entiende todo lo que tiene que aportar este director que ha marcado un punto de inflexión en dos géneros que son en los que transcurrirá la película. También es indicativo del cariño que sienten hacia el personaje y de que no iban a permitir que cayese en manos de cualquiera.
Por todo ello, este anuncio solo puede ser percibido como un golpe en la mesa. Una jugada de llamada de atención y de dispersión de las dudas que supone un escándalo como es la pérdida de un director en una producción que ya está avanzada. Marvel ha sabido jugar sus cartas haciendo un anuncio que ha sido más vistoso que el fuego que han apagado.
La elección de Sam Raimi además de insospechada vuelve a ser un acierto por parte de Marvel Studios. Con sus vaivenes, y sus complicaciones a la hora de conseguir películas con entidad propia a la vez que no se traicione sus planes y sus propuestas históricas, se nota, al menos, un interés en escoger el equipo adecuado para sus producciones. Solo queda por esperar con qué sorprenden.