Cómics para leer y compartir en el Día del Libro

Hoy, día 23 de abril, se celebra de forma internacional el día del libro. Esta fecha, que en el caso de Cataluña se une a la festividad de Sant Jordi, y por la que se ha popularizado también en el resto del país el regalar rosas y libros, pretendía originalmente fomentar la lectura. Además de la protección y ayuda de la industria editorial, y la propiedad intelectual de los autores sobre sus obras.

La UNESCO, durante una conferencia celebrada en 1995, decidió rendir un homenaje tanto a libros como a autores, y varió la idea de este día. O, mejor dicho, amplió la intención del Día del Libro, añadiendo en el cóctel a los jóvenes. Desde ese momento, el Día del Libro no sólo celebra los libros ya publicados, y a sus autores, sino también el placer de la lectura. Y la creación de hábitos de lectura desde muy jóvenes.

Si nos ceñimos al nombre de la celebración, el Día del Libro no debería ser un día (en principio) para reivindicar, o celebrar, los cómics. Sin embargo, y teniendo en cuenta que esta discusión se ha tenido durante mucho tiempo, la idea principal de este día es fomentar la lectura. Por lo que en este artículo nos gustaría compartir una serie de cómics, basados en novelas importantes en la historia de la literatura occidental. Teniendo en cuenta que, en muchos casos, a veces este tipo de literatura es la más rechazada por los jóvenes. Ya que muchas veces la asocian con el currículum académico. Y es que, ¿a quién no se le atascó en su momento El Quijote o La Divina Comedia?

Mencionar también que es imposible citar absolutamente todos los cómics relacionados con obras literarias. Por lo que hemos intentado hacer una recopilación de obras distintas entre sí, que pudieran abarcar lo máximo posible. Somos conscientes que hemos dejado fuera una gran parte de la literatura mundial al centrarnos en la occidental. Pero, por el mismo motivo. Sería imposible de abarcar. Por lo que nos hemos centrado en los títulos de novelas más famosos, y que en muchos casos han tenido adaptaciones más diferenciadas.

La intención del presente artículo no es enfrentar novelas y cómics, sino mostrar la posibilidad de combinarlos. De fomentar la lectura de unos con los otros, y a la inversa. Quien conozca las novelas, puede desconocer su versión gráfica, e incluso a la inversa. Y ya que aquí conocemos ambas partes, qué mejor forma que ésta para fomentar la lectura: dando opciones. Añadir, por último, que salvo en casos que las diferencias entre obras sean muy grandes, no se comentará en profundidad la trama de las historias por tratarse de obras literarias de sobra conocidas.

Hace casi dos semanas publicamos la reseña de La Cólera de Santiago García y Javier Olivares (Astiberri, 2020) en esta novela gráfica se revisita la historia mítica de Aquiles, y se actualiza. Ante todo, se trata de una obra antibelicista que muestra los errores de mitificar la guerra. La actualización que hacen García y Olivares de La Ilíada de Homero es una magnífica forma de unir pasado y presente, y ver cómo esos textos míticos ya trataban temas que a día de hoy siguen repitiéndose. Una forma muy accesible de entrar en los textos clásicos, ya que esta novela gráfica tiene infinidad de referencias, tal y como se comentó en su reseña.

Haciendo un salto en el tiempo respecto al texto, los mismos autores, Santiago García y Javier Olivares ya habían hecho incursión en la adaptación de novelas. En 2009 salió al mercado la versión gráfica de El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde (Ediciones SM) que adaptaba la novela del mismo título de Robert Louis Stevenson (publicada originalmente en 1886). Tanto en la novela original, como en su versión gráfica, se muestra el conflicto personal entre el bien y el mal. Este cómic es mucho más breve que el anterior, sin embargo, su forma de transmitir de forma concisa y clara la historia de estos míticos personajes hace que sea muy interesante como acceso a la novela.  

La novela Drácula de Bram Stoker (1897) se ha adaptado a infinidad de medios. Cine, televisión, videojuegos… es difícil encontrar un medio que no haya adaptado de alguna forma la novela de Bram Stoker. En este caso, más que recomendar un cómic para adentrarnos posteriormente en la lectura de la novela, sería a la inversa. Después de todas esas adaptaciones, el público lector tiene ya una idea bastante formada tanto del personaje como de la historia. Por lo que, en este caso, Drácula de Bram Stoker de Roy Thomas, Mike Mignola y John Nyberg (Norma, 2019) es un cómic de terror, que podrá disfrutar todo aquel que haya disfrutado con cualquiera de sus otras versiones. Teniendo en cuenta, además, el alto nivel de esta adaptación sobre la película de Francis Ford Coppola (1992). Porque sí, como ocurre en muchos casos, la novela fue convertida en película, y a su vez, ésta en cómic.

Esto demuestra que las buenas historias transcienden el medio en que se cuentan (oral, escrito, imagen…) y podemos disfrutar de ellas de distintas formas. También, que, a mayor cantidad de versiones, mayor conocimiento se tiene sobre la historia. Por lo que, la obra original se disfruta de forma distinta. En todas las recomendaciones que estamos haciendo, es obvio (especialmente en la época que estamos pasando por el encierro del COVID-19) que la relectura es imprescindible y la recomendamos como una forma de profundizar en el conocimiento de la misma obra.  

Albert Camus es un autor que suele atascarse en el currículum académico. Es por ello que la novela gráfica, El Extranjero. A partir de la obra de Albert Camus de Jacques Ferrandez (Norma, 2014) es una magnífica forma de sortear ese problema. La obra original El Extranjero se publicó en 1942. En el caso del cómic, que el propio título contenga el nombre del autor original, deja claro que se trata de una adaptación lo más cercana al texto original posible. En esta línea, Norma editorial tiene un par de publicaciones más de este estilo. Destaca El gran Gatsby. Basado en la obra de F. Scott Fitzgerald de Melchior-Durand y Bachelier (Norma, 2013) de F. Scott Fitzgerald (1925).

Ambos cómics son tomos únicos, sin embargo, tienen algunas diferencias. Así como el cómic de El Extranjero puede leerse antes del texto original, en el caso de El gran Gatsby hay que tener en cuenta las licencias artísticas que se han tomado. La historia del cómic no se sitúa en los años veinte. Tanto los medios de transporte, como los de comunicación son actuales, por lo que la historia está algo condicionada por ello. Además de utilizar una serie de diseños asiáticos en cuanto a la ropa utilizada, y los rasgos físicos de los protagonistas. Comentamos todo esto porque en algunos casos es necesario hacer una crítica consciente de los cambios respecto al original. No son en absoluto algo reprobable, sino a tener en cuenta. Esa modernización puede hacer que el acceso a la novela original, sea más fácil. En esta misma línea, pero de otra editorial, recomendamos también Fahrenheit 451 de Ray Bradbury adaptado por Tim Hamilton (DeBolsillo, 2019) que adapta la novela de 1953.

Respecto a actualizaciones totales de novelas de época, Jane de Aline McKenna y Ramon K. Perez (Panini, 2018) moderniza y actualiza la obra Jane Eyre de Charlotte Brontë (1847). Novela que ha tenido sus distintas versiones tanto en cine, como televisión, pero siempre en formato histórico. En este caso, la novela gráfica actualiza los temas, aunque mantiene gran parte de las tramas principales. Esta obra es una curiosidad para aquellas personas que les guste la novela original. Ya que leída desconociendo su origen, la relación entre los protagonistas no es completamente natural. Cuesta algo de creer. La dinámica entre ellos es algo extraña. Sin embargo, teniendo en la mente Jane Eyre funciona a la perfección.

Escena de «El gran Gatsby»de Melchior-Durand y Bachelier

Siguiendo con la línea de adaptaciones de novelas de principio del siglo XIX, Panini publicó dos cómics de Nancy Butler, Orgullo y Prejuicio (2013) y Sentido y Sensibilidad (2014) adaptando las novelas de Jane Austen. Ambas con un tono histórico. En esa misma línea está el cómic Ana de las Tejas Verdes de Mariah Marsden y Brenna Thummler (Maeva, 2020) que adapta la novela homónima de Lucy Maud Montgomery (1908). En todos estos casos se trata de adaptaciones literales, de fácil acceso como introducción a este tipo de historias. Hay que tener en cuenta que todas estas novelas tienen su versión televisiva, y en muchos casos incluso cinemática, por lo que el público objetivo es todavía mayor.

Respecto a las obras de Jane Austen, es curioso el caso de Orgullo y Prejuicio, su obra más versionada en todas las opciones posibles. Una de ellas, Orgullo, Prejuicio y Zombies una novela de Seth Grahame-Smith (2009) que reescribió el clásico de Jane Austen añadiéndole zombies. En su momento fue todo un éxito, y poco después apareció la novela gráfica (Alberto Santos, 2010) basada en su obra. Con adaptación de guion de Tony Lee y dibujos de Cliff Richards. La historia es exactamente la misma que en la novela original, simplemente hay que añadirle zombies y artes marciales en lugar de tazas de té y sociedad inglesa del siglo XIX. Mantiene las grandes frases de Jane Austen, levemente modificadas para adaptarlas al mundo zombie en que se ambienta. Este caso es muy interesante, ya que después de todas sus adaptaciones ha terminado convirtiéndose en la base de otra obra. Que, a su vez, tiene sus propias versiones. A este respecto, el lector que se inicie con esta novela gráfica, tiene infinidad de obras relacionadas de las que puede sacar distintas lecturas.

Siguiendo con la literatura que más quejas recibe en el instituto, en este caso, de la historia de la literatura española nos encontramos con Don Quijote de la Mancha​ de Miguel de Cervantes Saavedra (1605) que tiene infinidad de versiones, pero de las que queremos recomendar dos en específico. Don Quijote de Rob Davis (Kraken, 2014), por su adaptación de la obra. Y Cervantes. La ensoñación del Genio de Gol (Dibbuks, 2015) por tratarse de un cómic centrado en el creador y no en su novela. Aunque, de este tipo de obras relacionadas con la lectura comentaremos un par algo más adelante.

Un cómic español, fuertemente influenciado por la literatura es Inframundo de Pep Brocal (Astiberri, 2019) aunque el título completo es Mascotas, espíritus y otros prodigios del Inframundo. Obra que recuerda en muchos detalles a La Divina Comedia de Dante Alighieri (principios del siglo XIV), y que actualiza y reinventa el poema. En este caso no es una adaptación literal, ni mucho menos. En ella encontramos la historia de Amalia, que tras un fracaso amoroso termina trabajando como portera en sustitución de su difunta madre. Pasan los años y Amalia se acomoda en su vida tranquila, rodeada de libros junto a Dudu, el gato de su madre. Todo cambia cuando un señor con bombín llega al edificio, en busca del alma de uno de los inquilinos. Sin saber muy bien cómo, Amalia verá como Dudu se mete en el maletín del visitante, y desaparece con él. Por lo que, sin pensarlo, lo perseguirá para rescatarlo… aunque tenga que ir incluso al Inframundo para conseguirlo. Este cómic tiene varios niveles de lectura, con mucho detalle y muchas referencias, pero con una narrativa fácil de seguir. Por lo que es una buena opción antes de acercarse a la obra de Alighieri. O, al contrario, si se conoce ésta, Inframundo la actualiza y complementa.

Hasta el momento se han comentado muchos cómics europeos y americanos. Sin embargo, es necesario comentar que existen infinidad de mangas que adaptan obras de la literatura occidental. De esta forma, los lectores japoneses (público objetivo inicial de dichos mangas) acceden de forma sencilla a obras lejanas a ellos social e históricamente.

Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley (1823) es una obra que se ha adaptado de forma más literal en un contexto europeo con Frankestein de Mary Shelley de Marion Mousse (Ediciones SM, 2009). Sin embargo, la versión que nos interesa aquí es la de Junji Ito (ECC, 2016) y su versión de Frankestein. Uno de los maestros del manga de terror japonés, acercándose a esta historia en concreto, no es extraño. Sin embargo, es muy interesante su versión para un público occidental no acostumbrado a ese tipo de lecturas. Ya que se trata de una obra muy marcada en el imaginario colectivo, con una mirada completamente nueva.

En cuanto a obras que se hayan mencionado antes, las artistas SunNeko Lee y Crystal Silvermoon han adaptado al manga obras como Los Miserables y Jane Eyre (Norma, 2016). Con un estilo historicista, pero con diseños muy tradicionales del manga.

Un caso muy interesante, en el caso del manga, es la obra Estudio en Escarlata de Arthur Conan Doyle (1887) donde se inicia toda la leyenda del detective londinense. Sería fácil pensar que existen adaptaciones de las novelas, que las hay, sin embargo, la adaptación a manga que más éxito ha tenido ha sido la basada en la serie televisiva de la BBC. Sherlock: Estudio en Rosa de Jay, Steven Moffat y Mark Gatiss (Norma, 2017) adapta de forma literal los capítulos de televisión. Cada uno de ellos se convierte en un tomo, y los diseños de personaje se aproximan lo máximo posible al aspecto de los actores que los interpretan.

La autoría del guion de estos mangas se adjudica a los guionistas (y creadores) de la serie, Steven Moffat y Mark Gatiss. Por lo que, la relación es más que evidente. Llegados a este punto, el personaje creado por Arthur Conan Doyle ha trascendido más allá de la novela original. A tal punto, que existe otro manga centrado en el antagonista del detective. Moriarty el Patriota de Ryosuke Takeuchi y Tomori Miyoshi (Norma, 2018) en este caso se trata de una obra relacionada en cuanto a lugares, personajes y sociedad, pero completamente creada para el lector japonés. Y que, por suerte, también ha llegado a publicarse en castellano. 

Cabe destacar también un par de obras relacionadas con el Día del Libro, pero que no son adaptaciones de novelas.

Virginia Woolf de Michèle Gazier y Bernard Ciccolini (Impedimenta, 2019) una novela gráfica que presenta la biografía de la escritora británica. Y cuya portada transporta al lector directamente al último día de su vida. Una obra que se centra, tal y como comentábamos antes, en la creadora y no en su obra. Pese a que ésta sea muy importante en su vida. En este mismo tipo de publicación, y sin llegar a ser una biografía exclusiva, es muy interesante la obra La Comedia Literaria. De Roldán a Boris Vian de Catherine Meurisse (Impedimenta, 2016) cuya editorial publicita en su web como una delicia para los amantes de las letras y un cómic para los alérgicos a la literatura. Demostrando lo que llevamos comentando desde el principio en este artículo, que ambos son compatibles y complementarios.

Por último, mencionar dos obras españolas más. Relacionado con el concepto de obra sobre escritores, la novela gráfica Residencia de estudiantes de Susanna Martín (Bruguera, 2019) que trata el encuentro de Dalí, Lorca y Buñuel en la Residencia de Estudiantes de Madrid en 1919. Y La biblioteca de Turpín de Max (La Cúpula, 2006) donde los protagonistas son los libros. Si estos son impresos con una tinta especial, son capaces de transportar al lector a través de lo que ocurre en sus páginas.

Si en el Día del Libro has sido capaz de llegar hasta aquí, es porque obviamente ese hábito de lectura que buscamos conseguir ya lo tienes. Por ello, esperamos que en este pequeño recorrido hayamos conseguido que te apuntes un par de recomendaciones. Y que, si conoces más obras literarias que tienen su versión en cómic las compartas con nosotros en los comentarios, o en redes sociales. O a la inversa, si conoces cómics que han sido convertidos en novelas, háznoslo saber también. Ya que no hemos sido capaz de hacer una lista de recomendaciones corta.

De nuevo, recordar que han quedado fuera gran parte de obras orientales a las que no hemos podido dedicarle todavía todo el tiempo que necesitan. Por lo que también agradecemos recomendaciones en ese caso. Disfrutad de la relectura. Y en cuanto sea posible, y volvamos a visitar a nuestros libreros, haceos con nuevas obras que leer, y compartir.