«Inframundo» es la novela gráfica de Pep Brocal que no deja indiferente a nadie.

Mascotas, espíritus y otros prodigios del Inframundo de Pep Brocal es un cómic español fuertemente influenciado por la literatura. Actualiza y reinventa el poema de La Divina Comedia de Dante Alighieri (principios del siglo XIV) y lleva tanto a su protagonista, como al lector, a recorrer un camino poco transitado pero muy necesario.

Si después de leer La Divina Comedia, o Siglo XIV, creéis que este cómic es tradicional, debéis saber que nada más lejos de la realidad. La obra de Alighieri es una pequeña influencia en el extenso universo que ha creado Pep Brocal en esta obra. No es una adaptación literal, ni mucho menos. Ya que, en Mascotas, espíritus y otros prodigios del Inframundo se unen la cultura pop, un viaje interior de autodescubrimiento y escenarios imposibles e increíbles unidos en una aventura completamente diferente a lo esperado.

En Inframundo encontramos la historia de Amalia, que tras un fracaso amoroso termina trabajando como portera en un edificio muy antiguo, en sustitución de su difunta madre. Pasan los años y Amalia se acomoda en su vida tranquila, rodeada de libros junto a Dudu, el gato de su madre. Pero todo cambia para ella cuando un señor con bombín llega al edificio, en busca uno de los inquilinos. Sin saber muy bien cómo, Amalia verá como Dudu se mete en el maletín del visitante, y desaparece con él. Y es que ese extraño hombre ha llegado para llevarse el alma del vecino de Amalia. Por lo que, sin pensarlo, lo perseguirá para rescatar a Duduaunque tenga que ir incluso al Inframundo para conseguirlo.

Lo que podría parecer un argumento bastante lineal, y sencillo, es bastante más profundo de lo que puede parecer. Como se ha comentado al inicio de esta reseña, la obra está llena de guiños a la cultura pop. Siendo el más llamativo la figura de Bruce Lee, quien aparece en muchos momentos para ayudar a Amalia no sólo con lo que está viviendo a nivel práctico, sino también a nivel emocional. Y es que Lee no sólo hace de Cicerone para Amalia en las profundidades del Inframundo, sino que con sus enseñanzas (y mediante los recuerdos de la madre de la protagonista, quien le enseñó a ésta todo sobre el actor y filósofo) hará que la protagonista evolucione de una forma que hasta el momento no había podido. Probablemente por la comodidad que le suponía su vida tranquila en la portería del edificio.

Si las obras de Dante Alighieri y Bruce Lee pueden parecer muy alejadas entre sí, Pep Brocal consigue crear una línea argumental que las une y le dan sentido la una a la otra. Y eso es gracias a Amelia, la protagonista, sus vivencias y reacciones a lo que le ocurre en cada momento es todo un viaje tanto para ella, como para el lector. Y es que durante toda esta novela gráfica podemos disfrutar no sólo de los eventos a los que se debe enfrentar Amelia en el Inframundo sino también, y más importante, de su viaje interior. De su evolución como persona.

Amelia tiene su propio viaje del héroe, de la heroína en este caso, y en él Pep Brocal narra la batalla de Amelia con el desamor, la depresión, la soledad, la aceptación, el abandono… de forma que todo cobra sentido cuando se mira desde otro punto de vista. Para crear ese otro punto de vista están el resto de personajes, esos que aparecen durante el viaje de Amalia, y en sus recuerdos. Ya que el autor no crea una historia lineal, sino que utiliza el formato circular en su narrativa, emulando los círculos con los que Dante Alighieri ilustraba el infierno. Así, la madre de Amalia, su ex, Bruce Lee, Lucifer, el hombre del bombín, Caronte o el propio Dudu se convierten en esa otra mirada que da un sentido distinto a Amalia. Y que, por lo tanto, la hará comprender cosas que hasta el momento ni siquiera se había planteado. Además, todos estos personajes se presentan ante la protagonista portando parte de su propia historia. Lo que hace que el universo infernal de Pep Brocal, pese a toda la lisergia que trae consigo, sea creíble y reconocible por el lector.

Esta historia está estrechamente relacionada con dos obras anteriores de Pep Brocal, ya que en todas ellas trata el viaje interior como tema principal. En Alter y Walter ese viaje termina mostrando a su protagonista la importancia y el valor de lo que ya tenía al iniciar su peripecia. En Cosmonauta el viaje es más global, ya que se trata de un viaje grupal de importancia trascendental para la humanidad. Mientras que en Inframundo se centra de nuevo en un personaje concreto, aunque toca muchos más temas. Si Inframundo es el primer cómic de Pep Brocal al que accedéis, es muy recomendable que le echéis un ojo a los otros dos. No importa el orden, pero su mensaje crea una especie de trilogía muy interesante.  

En cuanto al apartado gráfico y narrativo, Pep Brocal consigue que unos diseños tremendamente complicados, por su supuesta sencillez, parezcan sacados de la nada. Como si fuera lo más normal tener una estética tan marcada durante toda la obra, sin fallo alguno. El diseño de cada uno de los personajes de Inframundo es bastante clásico en concepto, pero sin embargo funciona a la perfección en la locura de trama que tiene que vivir la protagonista. El color predominante durante toda la obra será el negro, y cada uno de los círculos por los que vaya pasando Amelia estará regido por una gama de colores primarios que, a su vez, acompañarán y reflejarán su estado mental.

Algo que puede sonar complejísimo, y que realmente lo es, se entiende a la perfección desde la primera página. Pep Brocal prescinde de los bocadillos, y del texto, siempre que puede. Y funciona a la perfección, ya que cuando necesita guiar la vista del lector en medio de una escena complicada utiliza hasta la forma de los bocadillos para ello. Pero, cuando la acción es mucho más lógica o natural utiliza incluso páginas dobles diseñadas de tal forma que la vista recorre la página sin detenerse a pensar por dónde debe seguir. El autor lleva al lector en todo momento de la mano para que no se pierda en ninguno de los círculos, ni tampoco ningún detalle de la aventura con desventuras de Amelia.

Mascotas, espíritus y otros prodigios del Inframundo de Pep Brocal es una de esas obras que es necesario leer muchas veces, no para entenderla, sino para sacar cada vez más información y detalles en cada una de las lecturas. Y es que una obra así, tan bien ejecutada, tiene infinidad de lecturas y de niveles de lectura a descubrir. Por el momento, disfrutemos con Amelia de su viaje, y en un futuro veremos con qué nueva obra nos sorprende Pep Brocal, ya que nos tiene acostumbrados a sorpresas maravillosas como este Inframundo.

Título: Mascotas, Espíritus y otros Prodigios del Inframundo
Guion, dibujo y color: Pep Brocal
Edición Nacional: Astiberri
Formato: Cartoné, 312 páginas
Precio: 29,00€