(Nota de administración: nunca se sabe y puede que a alguien le escandalicen las imágenes aquí incluidas. Sirva esto como aviso.)
En 2012 se publicó el primer número de Sextories Magazine como un fanzine. Un grupo de jóvenes e inexpertos autores que, encabezados por Rocio Vidal (Machistadas), se proponían crear un cómic erótico que además fuese inclusivo. No un cómic erótico sin más, sino uno en el que tuviera cabida todo tipo de gente y gustos y donde todo el mundo encontrase su lugar. Estamos ante un proyecto que prima la calidad de las historias y el dibujo y centra su atención en la diversidad y en reivindicar, según sus propias palabras, “la importancia del porno y el erotismo a la hora de representar a aquellos quienes la industria generalista ha dejado fuera”.
Como su nombre indica, Sextories está pensado en un formato revista en cartoné, tapa blanda, de forma cada número recoge alrededor de 10 o 12 historias en unas cien páginas en total. Cada una de estas historias es independiente de las demás y suelen tratar temas distintos, además de tener autores distintos tanto en el dibujo como en la narración, aportando puntos de vista muy diversos y personales. Dibujantes y guionistas nacionales e internacionales desde la propia Rocío Vidal o Antonio Guardiola hasta otros como Marta Masana (Mocca Café, Bob), Jordi Bayarri (Magia & Acero) o Sara Soler (En la oscuridad, Us) entre muchos otros.
La libertad sexual y la diversidad tanto de sexualidad como de género se muestran aquí como una de las bases de la publicación. Mostrar que pueden existir todo tipo de personas y de cuerpos, y que cada persona puede vivir el sexo de una manera distinta, libre y sin prejuicios. Chemi Baralust, uno de los co-directores del proyecto junto a Rocío y Antonio Guardiola, explicaba en una entrevista para La Sexta que Sextories nacía de la frustración al no encontrar pornografía o erotismo que represente las distintas realidades de las personas.
Si bien lo más importante es la clara ideología sobre la diversidad y la inclusión, no hay que olvidar que es un cómic erótico y no se olvida de ello en ningún momento. La antología de historias de carácter erótico y explicito que podemos encontrar entre sus páginas no se corta a la idea de mostrar el sexo. Historias de porno gay, BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión/Sado, Masoquismo), orgías, primeras citas, masturbación, tríos… Todo tiene cabida entre sus páginas mientras se trate desde el respeto. Para ello se ayuda de, precisamente, no enmarcarse en un estilo concreto y contar estas historias tanto de relatos realistas como desde la fantasía o la ciencia ficción. Todas estas historias se sienten cercanas y personales y, al haber tanta variedad, es difícil no encontrar alguna con la que sentirse identificado. Entre sus páginas se pueden encontrar historias muy elaboradas y bien construidas. Algunas más originales que otras, unas con un mensaje muy claro sobre la libertad sexual y de género y otras creadas sin más pretensiones que ofrecer contenido erótico o pornográfico.
Respecto al dibujo también se encuentra una gran variedad de estilos, desde algunos más cartoon como el de Bea Tormo (Bichos raros, Eva hace lo que puede) hasta otros mucho más realistas como el de Man Carot (Lobos de Arga, Millenium). Si bien, debido al espacio y el tema, muchas de estas historias se centran en los personajes y prescinden de escenarios o dibujos muy detallados, se puede encontrar mucha originalidad a la hora de resolver algunas escenas, jugando con la composición de las páginas o el color para llamar la atención del lector.
A día de hoy convivimos con una problemática respecto a la sexualidad y la concepción que tenemos de ella. La falta de educación sexual en los centros educativos y la facilidad de acceso a la pornografía con el auge de internet y las nuevas tecnologías acceso han provocado una situación en la que la mayoría de las veces nuestro primer acercamiento al sexo se produce a través de fuentes poco fiables, por lo que acabamos arrastrando tópicos y conceptos erróneos frecuentes en nuestra sociedad. Por ello el porno es un problema, no por su existencia en sí, sino por el hecho de que cada vez se consume desde una edad más temprana y se acaba creyendo que las situaciones y dinámicas que refleja son equiparables a las del mundo real. Pese a la opinión de muchas personas, la solución de dicho problema no pasa por eliminar la pornografía y eliminar toda alusión al sexo de los productos culturales, sino cambiar el enfoque y acercarnos a la realidad de la sexualidad de una forma mucho más realista y sana.
Para ello, Sextories es un buen punto de partida. Un primer paso a sentirse representado en la ficción que es el porno, igual que lo es el cine o la televisión. Tras el aparente abandono del erotismo en la industria del cómic, donde se pasó de tener revistas como El Víbora de una periodicidad continúa a que sea algo casi extinto, Sextories Historias con Chicha no solo trata de traer este género de vuelta, sino que lo hace desde la mejor perspectiva posible. Eso sí, a la hora de leer Sextories hay que procurar mantener una mentalidad abierta pues entre sus páginas el lector encontrará una gran cantidad de puntos de vista y enfoques sobre la sexualidad. Pero si el lector consigue superar sus prejuicios (si los tuviera) encontrará aquí una gran cantidad de entretenimiento, diversión y erotismo.
Título: Sextories Historias con chicha |
Guión: Varios autores |
Dibujo: Varios autores |
Color: Varios autores |
Edición Nacional: Editorial Café con Leche |
Edición original: Editorial Café con Leche |
Formato: Cartoné, 100 páginas a color |
Precio: 12,00 € |