El año pasado salió a la venta la nueva edición de MW de Osamu Tezuka. Aunque hace años Planeta de Agostini había publicado este manga, lo hizo con un sentido de lectura occidental. Y, por lo tanto, tuvo que “espejar” todas las imágenes. Es decir, cambiar el sentido de todas las ilustraciones que conforman la obra para que su lectura en sentido contrario tenga sentido. Por lo que, cuando Planeta Cómic reeditó la obra en 2019, con el sentido de lectura original y una nueva traducción, no fueron pocos los lectores que volvieron a comprar la obra. Y menuda obra.
MW se publicó originalmente entre 1976 y 1978, y está basado en hechos reales. Más o menos. La historia se centra en dos protagonistas: Michio Yuki y el padre Garai. El primero es un reputado banquero, hermano de un conocidísimo actor. Es todo un playboy con una larga lista de amantes y un gran secreto a sus espaldas: se dedica a secuestrar y torturar a placer. Y le es indiferente que se trate de mujeres, hombres o niños. Es más, durante las primeras páginas de MW asesina a un hombre que ha ido a pagarle un rescate millonario para recuperar a su hijo. A quien nunca podría haber salvado, pues Yuki lo había matado mucho antes. En contraposición se encuentra el padre Garai, un cura católico atormentado por su relación de amor-odio con Yuki. Y es que éste utiliza el secreto de confesión del párroco para contarle todo lo que hace sin que él pueda hacer nada al respecto. Menos todavía, si tenemos en cuenta que además son amantes.
Por si todo esto fuera poco, las víctimas de Yuki empiezan a ser cada vez mayores en número. Y el padre Garai empezará a ver un patrón, al mismo tiempo que un detective empezará a acosarle a sabiendas de su relación con “el secuestrador”. Garai, obligado a guardar silencio por el secreto de confesión, se ve entre la espada y la pared constantemente. Quiere proteger a su amante, pero se odia por tenerlo. Quiere salvar el alma de Yuki, pero es incapaz de hacerle frente. Y éste se aprovecha de ello. Pero, ¿de dónde viene la crueldad de Yuki? Dieciséis años antes ambos hombres (siendo un niño Yuki, y un adolescente Garai) se conocieron en una pequeña isla donde ocurrió un grabe accidente. El gas MW, un arma química creada y almacenada por otro país en una base en esa isla, mató a la totalidad de sus habitantes. Sobreviviendo únicamente los protagonistas. Sin embargo, intentando huir de la barbarie que habían visto, Yuki inhaló parte del gas, afectando éste a su cerebro.
Entra ahí en juego el sentimiento de culpa de Garai que, desde entonces, ha sido incapaz de negarse a nada de lo que Yuki le ha pedido. Ahora, visto que su amante parece ir detrás de los responsables del accidente, ¿decidirá ayudarlo pese a la forma que tiene de actuar? ¿o intentará frenar el ansia asesina de Yuki?
Aunque la trama principal pueda parecer bastante convencional, Osamu Tezuka no es considerado el dios del manga por nada. MW que, por cierto, se pronuncia mu, está basado en hechos reales y introduce en este manga infinidad de eventos ocurridos en Japón durante las fechas que se publicó esta obra. Obviamente, los protagonistas no existieron y el gas MW, como tal, tampoco. Entonces, ¿de dónde sale esta historia? Tezuka vio cómo en 1976 ocurrieron varios escándalos en Japón que se convertirían en el caldo de cultivo para crear este manga.
Por un lado, el primer ministro Kakuei Tanaka se vio involucrado en un escándalo financiero, por el que terminaron siendo detenidos tanto él como su secretario. Entre otras cosas, se le acusó (y finalmente fue condenado) de tráfico de influencias y malversación. El revuelo que esto ocasionó en la vida política del país fue terrible. Además, en esa época se sucedían bastantes bombardeos por parte de la izquierda radical. Tezuka representó ese momento político en su obra en forma de clase política corrupta que había ocultado el accidente del MW. Mientras que los atentados y las bombas aparecen en la obra, y son utilizados como cortina de humo por Yuki en algunos momentos. Valiéndose de ellos para llevar a cabo partes de su plan.
Por otro lado, todo el concepto del gas MW está basado en un accidente real, ocurrido en una base estadounidense en la isla de Okinawa en 1969. En la base se almacenaba un gas tóxico con el que se estaba experimentando, veinte soldados estadounidenses sufrieron heridas debido a una pequeña fuga. Y gracias a los medios, los japoneses fueron testigos de todo ello. Exigiendo así responsabilidades a sus gobernantes. Este accidente es sobre el que Tezuka creó la base para su MW, haciendo que su gas fuera todavía más mortífero, inestable y peligroso. Así como su protagonista. Yuki es un maestro del disfraz y la seducción, y no duda en ningún momento en hacer lo necesario para llevar a cabo su plan.
Aunque en ningún momento de esta obra se menciona el país que estaría trabajando con el MW, es más que evidente que Tezuka tenía a Estados Unidos en mente. La obra está llena de referencias, y guiños, a hechos de la época. Por lo que, además de ser una historia completamente fascinante, es también un reflejo de la época en la que se creó. En el título de esta reseña se mencionaba que pese a tener más de cuarenta años esta obra sigue siendo muy actual. Y ahí radica la genialidad de Tezuka, ya que fue capaz de presentar temas horribles, pero universales, de tal forma que incluso después de todo este tiempo siguen siendo actuales. Hacemos referencia a la corrupción política, la importancia de la prensa bien llevada y la problemática de las armas químicas, y los acuerdos internacionales en torno a ellas.
Un apartado importante en la obra, y bastante peligroso también, es la relación entre los protagonistas. Sin destripar la historia a quien lea la reseña, la relación entre ambos es cuanto menos tóxica y peligrosa. Y no precisamente por las tendencias sádicas de Yuki, sino por las dependencias creadas entre ellos y los juegos de poder mal llevados. Aún terminando de leer la obra, es imposible decidir quién de los dos estaba peor. Sin embargo, es muy interesante la complejidad tanto de la relación, como de los personajes, como del momento en que Tezuka decide introducir la homosexualidad en su obra. Un tema tabú todavía a día de hoy en Japón, no tanto en el manga. Por lo que es muy interesante ver el tipo de representación que se hacía en ese momento. También es importante destacar el papel de la prensa en esta obra, de nuevo sin hacer spoiler, se convierte en un personaje importante no sólo en la trama, sino también para el lector. Que en un momento dado avanzará en la historia leyendo artículos. Algo que muchos otros autores introducirían en sus obras tiempo después.
En cuanto al apartado gráfico, el dibujo de Osamu Tezuka es muy reconocible. Huye de los brillos de otras obras, por la temática de ésta, para mostrar un tipo de dibujo más cercano al realismo. Pero sin perder sus diseños. En el caso de Yuki juega con la androginia de su cuerpo para hacerlo más camaleónico. Algo a lo que decide darle una explicación bastante interesante, y que se explica mediante su hermano mayor. En la imagen interior que acompaña esta reseña puede verse una de las primeras escenas, para mostrar el tipo de dibujo y diseños. Sin embargo, se trata de una página de la primera edición en castellano, mencionada al inicio del texto, por lo que en la actual edición de Planeta Cómic el dibujo estará en su sentido original. Ha sido imposible encontrar una imagen interior de la actual edición. La nueva edición de Planeta Cómic es una maravilla, en un único volumen contiene toda la historia de MW. En blanco y negro, con el sentido de lectura oriental original, y tapas duras. Es un volumen cómodo de leer y con papel de calidad.
Una obra muy interesante no sólo en cuanto a su parte ficticia, que atrapa al lector y no lo suelta. Sino también como reflejo de la sociedad japonesa del momento. MW es una de esas obras de Osamu Tezuka que no suelen mencionarse de las primeras al escuchar su nombre. Sin embargo, desde aquí queremos recomendaros que si estáis pensando en empezar a leer algo de Tezuka de corte adulto, empecéis por MW. Eso sí, cuando lo abráis, que sea con tiempo, porque una vez lo empecéis vais a ser incapaces de soltarlo.
Título: MW |
Guion, dibujo y color: Osamu Tezuka |
Edición Nacional: Planeta Cómic |
Edición Original: Shogakukan |
Formato: Rústica, 592 páginas |
Precio: 30,00€ |