Cuando se tiende a pensar en adaptaciones del cómic hay un sesgo cognitivo que conducen siempre a los prejuicios negativos. Principalmente porque el cine palomitero está dominado imbatiblemente son superproducciones protagonizadas por tipos en pijamas que tienen el ligero problema de salvar el mundo. Y lo mismo se puede decir respecto al propio cómic: los superhéroes no son solo el gran género propio de este medio, sino que es donde más beneficios se producen.
Pero es solo un sesgo. Esto es muchísimo más amplio, y tiene conexiones más profundas e inesperadas. Se ha producido cine adaptando todo tipo de contenido proveniente de cómics de la acción paródica, como el caso de Red o Kingsman, al cinismo caustico e intimista de Ghost World, pasando por la psicodélica Legión o ese maravilloso drama familiar vestido de cine de gánsteres que fue Camino a la Perdición.
Las adaptaciones provenientes del noveno arte, si bien las que han tenido mayor aceptación son estadounidenses, no es ahí el único lugar en el que se han llegado a producir. En España se han producido unas cuantas, de diverso calado, con presupuestos y recaudaciones muy dispares. Al ser algo que nos afecta de forma más directa que lo que pueda suceder en la otra punta del mundo, es interesante repasar cual es el contexto que tiene nuestra cinematografía en materia de adaptaciones de cómic.
Mortadelo y Filemón
Aunque ya había tenido algunas adaptaciones previas al cine y a la televisión en forma de animación, fue el inclasificable y personal Javier Fesser quien se atrevió a hacer una película de acción real de Mortadelo y Filemón. La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón se estrenó en 2003 y fue un fenómeno tan extraño como la propia película. Una película con un fuerte componente visual, innovó en el tratamiento de los efectos especiales y fue una película que intentó adaptar fielmente el espíritu de los cómics de Ibáñez. Se estrenó y logró recaudar más de cinco millones de euros. Un bombazo inusual para el cine español a pesar de las malas críticas.
A pesar del éxito, hubo que esperar a 2008 para tener una secuela directa de esta producción: Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra. No repetiría Fesser, si no que el sillón de director lo ocuparía Miguel Bardem, hijo del histórico director español Juan Antionio Bardem y primo de Javier Bardem. Sin embargo, no tuvo tanta acogida, quedándose en dos millones y medio y cosechó peor recepción crítica. Es como cuando intentas repetir un chiste dos veces. La segunda vez, tiene menos gracia. Lógicamente, no se atreverían a lanzar más películas de esta saga, debido a que tiene unos costes altísimos por los efectos especiales.
Fesser volvería otra vez para resucitar la franquicia cuando en 2014 estrenó Mortadelo y Filemón contra Jimmy El Cachondo. Y lo haría devolviendo a esta franquicia a la animación, lo cual permitiría a este director experimentar e ir más allá con su peculiar componente visual tan plástico. Por primera vez, tuvo unas críticas ampliamente positivas, pero su recaudación, a pesar de ser la película de animación española más taquillera, solo superada por Tadeo Jones, no logró cubrir costes de producción.
Zipi y Zape
Las creaciones de Escobar tuvieron peor fortuna. En 1981 se estrenaría una primera película con actores de carne y hueso, Las Aventuras de Zipi y Zape, dirigida por Enrique Guevara, director del destape, que quiso aproximarse a hacer una película infantil. El resultado resultó ser una locura con números musicales y con apariciones de personajes como Hulk. Y tenemos situaciones en las que personajes blancos se hacen pasar por personas de color. Difícilmente pasaría cualquier filtro a día de hoy.
En 2013 llegaría una película que tendría mayor consenso y aceptación: Zipi y Zape y el Club de la Canica. La película de Oskar Santos tomaba elementos de Harry Potter y de aventuras infantiles de los años ochenta, alejando a los personajes de los ambientes y narrativas propias del tebeo. Consiguió una recaudación de más de un millón de euros, lo cual propició que tuviera una secuela Zipi y Zape y la isla del Capitán, en 2016, con una pegada menor.
El Gran Vázquez
Aquí se podría decir que somos pioneros. No, no es una adaptación directa de un cómic, pero es una carta de amor a un creador de estos. No hay muchos ejemplos de ello. Y menos siendo una película de época. La película contó con la dirección de Óscar Aibar y el protagonismo de Santiago Segura, dando vida a Vázquez, creador de La Familia Cebolleta y de Anacleto. Resultó ser un emotivo homenaje a la época de Bruguera y coincidió en el mismo año con la publicación de El Invierno del Dibujante.
Anacleto
El director de comedia, Javier Ruiz Caldera, viniendo del éxito de Tres Bodas de Más, para lanzar esta adaptación de las míticas historias de Anacleto. En 2015 llegó esta película que entendió la esencia del personaje y conduciendo al personaje a una acción paródica, bebiendo de la saga James Bond y de Superagente 86. Tuvo un éxito comercial que permitió a este comercial director pudiera hacer una adaptación de un tebeo más ambiciosa. También fue la primera adaptación de cómic que haría Quim Gutiérrez, que también protagonizaría El Vecino.
Superlópez
Diego San José y Borja Cobeaga escribirían este proyecto, sumamente ambicioso, apoyado por Telecino Cinema. Con él, se pretendía rendir homenaje a los cómics de Jan, además de realizar una adaptación de superhéroes en España. A pesar de tener un fuerte componente de efectos visuales, un presupuesto de más de siete millones y a un Dani Rovira en la cima de su carrera como protagonista, no logró los resultados esperados. La película de Caldera resultó un tanto decepcionante y eso provocó que no haya habido una secuela todavía. Es una película, de todos modos, que merece la pena al ser un esfuerzo muy meritorio por parte de la industria cinematográfica española y una curiosa película de supehéroes, muy deudora del Superman de Donner.
El Caballero del Antifaz
Un pequeño gran esfuerzo que no tuvo su recompensa. Francesc Xavier Capell tuvo el empeño de adaptar al personaje de Manuel Gago. Lo realizó de forma independiente, sin ayudas públicas y con una grabación de video. El resultado fue una recaudación de, tan solo, poco más de 10.000 euros y una película con carencias más que evidentes en todos los sentidos. Se buscó adaptar al personaje (aunque el cambio del título respecto al nombre del personaje, El Guerrero del Antifaz parece indicar un problema de derechos) y actualizarlo. Sin embargo, se quedó en un producto sin mucho interés.
Capitán Trueno y el Santo Grial
Uno de los mayores desastres del cine español reciente, Capitán Trueno y el Santo Grial, de 2011, no le fue tan bien como a nadie le hubiera gustado. A los problemas de producción, hay que añadirle los de casting: quisieron a Elsa Pataky y a Alex González y ambos rechazaron el proyecto. Finalmente, Peris-Mencheta y Natasha Yarovenko interpretaron a Capitán Trueno y a Sigrid. Además, el proyecto lo empezó Daniel Calpasorro, que tampoco quiso realizarlo. La responsabilidad recayó en las manos del salmantino Antonio Hernández, conocido principalmente por Los Borgia. ¿El resultado? Que el propio director de la Academia de Cine del momento, Enrique González Macho, calificase de esta película de “pestiño” habla por sí solo. Victor Mora merece algo mejor
La Vuelta de El Coyote
El Coyote es un sucedáneo de El Zorro que se dio en España, creado por José Mallorquí en 1943. Si bien se han llegado a producir películas rodadas en Méjico, con participación del propio Mallorquí, una de las mayores rarezas de nuestra filmografía fue en la muy libre adaptación dirigida por el respetadísimo Mario Camus en 1998. Aunque el popular José Coronado interpretase al personaje fue un completo fracaso y los seguidores del personaje se sintieron defraudados.
Arrugas y Memorias de un Hombre en Pijama
Paco Roca ha tenido una de cal y una de arena en sus acercamientos audiovisuales. La primera adaptación fue Arrugas, de 2011 (la novela gráfica es un hito en España, llegando a un público amplísimo, incluyendo a lectores no habituales), que en su año fue un bombazo para la animación española. Como no podía ser de otra manera, el propio Roca estuvo dirigiendo del equipo de animación y artístico, con lo que su peso y apoyo fue fundamental. La película tuvo una buena recepción y logró competir en los prestigiosos Annie Awards.
Sin embargo, no tuvo tanta suerte en la segunda adaptación de un material. Memorias de un Hombre en Pijama provocaron que Paco Roca abandonase el proyecto que iba a dirigir por los cambios sobre sus personalísimas tiras en favor de obtener una financiación de las distintas Comunidades. Eso provocó que el autor entendiese que sus vivencias y su modo de narrar se viera traicionado hasta tal punto que ya nada tenía que ver. Como resultado Carlos FerFer tomó el relevo y la película obtuvo unanimidad en no gustar a absolutamente nadie.
Makinavaja
Dirigida por Carlos Suárez, reputado director de fotografía de obras como La Escopeta Nacional o La Vaquilla, no llegó a dirigir muchos proyectos. Pero sus mayores éxitos fueron Makinavaja, El Último Choriso, en 1992, y su secuela, Makinavaja, Semos Peligroso, que estrenó tan solo un año después, en 1993. Adaptación de las tiras de El Jueves, creadas por Ivá, destacaron por una fidelidad que tomaba prestado algo del cine quinqui y lo trasladaba al terreno de la comedia. Las películas protagonizadas por Andrés Pajares y Jesús Bonilla quedaron como películas de culto que conectaron y lograron satisfacer al público del momento.
Historias de la Puta Mili
A raíz del éxito de esta última, en 1994 se estrenaría otra adaptación de una tira de Ivá para El Jueves: Historias de la Puta Mili, protagonizada por Juan Echanove y Jordi Mollá. A pesar de que la película de Manuel Esteban fue recibida con críticas muy duras, la película gozó de éxito comercial hasta tal punto que se decidieron a adaptarla a una serie que duró una temporada.
Virtual Hero
Esta serie de anime, que adapta el cómic de El Torres (quien ha estado implicado también en la serie) y de Lolita Aldea, fue una apuesta fuerte de Movistar. Movidos por el éxito del youtuber español con mayor número de suscriptores, El Rubius, se produjo este movimiento editorial de adaptar las aventuras del youtuber con una narrativa metatextual mezclando los videojuegos de por medio. Se adaptaría entre el estudio Motion Pictures en España y el estudio Jaruyi, en Corea del Sur. Este proyecto fue el soñado por El Rubius que no dejó de promocionarlo en su canal. Sin embargo, ha terminado siendo la producción seriada menos vista de Movistar. Tal vez se deba a que el público objetivo no es el mismo que los que están suscritos a Movistar y solo lo terminasen viendo los fans más acérrimos. Eso no ha impedido que haya tenido tres temporadas.
El Vecino
La serie de Netflix capitaneada por Miguel Esteban, Carlos Navarro, Carlos de Pando y Sara Antuña y dirigida por Nacho Vigalondo, que adapta un cómic de Santiago García y Pepo Pérez ha supuesto un gran paso adelante para las adaptaciones de cómic españolas. Estrenada en el pasado fin del año, fue una serie que, con su humor paródico, sus identificables y carismáticos personajes y sus aproximaciones a problemáticas sociales ha contentado a una gran cantidad de público y, por supuesto, a la crítica. Están cocinando una segunda temporada, pero también ha supuesto una gran ventana para que las productoras comiencen a interesarse por productos superheroicos españoles, ya que se ha demostrado que es posible que funcionen.
Roman Ritual
El Torres parece que todavía tiene tela que cortar en sus adaptaciones. Todavía por estrenar, pero una de las productoras más estimulantes del cine actual, Apaches capitaneada por Enrique Lavinge, ha adquirido los derechos de este cómic de El Torres y de Jaime Martínez para que Paco Plaza, en un momento en el que está en un estado de gracia incuestionable, dirija la película. Como no puede ser de otra manera, hay que estar atentos.
Llegados a este punto, se debe complementar el artículo con adaptaciones extranjeras de cómics de autores españoles no vinculados al contenido superheroico. Esto es así porque lo justo es ver cómo hemos evolucionado en un mundo más globalizado en el que el talento español ha trascendido más de una frontera y roto más de una concepción de lo que es y debe ser un cómic español. En cualquier caso, son tiempos mucho mejores.
Polar
El cómic de acción creado por Víctor Santos nació como un webcómic antes de que Dark Horse (y, posteriormente, Norma Editorial) tuvieran interés en publicarlo en papel. Con un fuerte componente violento y una visceralidad y capacidades narrativas próximas a Frank Miller fue un fenómeno para este medio que puso a su autor entre los grandes nombres del medio.
La productora Constantin Films, de Paul W.S. Anderson optó por levantar un proyecto dirigido por Jonas Akerlund. La película contó con Mads Mikkelsen para dar vida a El Kaiser y tomó elementos del cine de acción reciente. No recibió muy buenas críticas, pero en su estreno fue una de las películas más vistas de la plataforma Netflix.
I Kill Giants
Este cómic creado por Ken Nimura y por el guionista Joe Kelly recibió una adaptación dirigida por Anders Waller. No fue un gran éxito, pero resultó ser una película interesante de coming an age con un fuerte componente metafórico. En España se estrenó directamente en Netflix.
Bola Extra: SuperSonic Man
La serie B nos dejó una película de culto que tiene el mérito de ser la primera película de superhéroes española. La película de Juan Piquer Simón es una obra que vale la pena redescubrir para disfrutar de la absoluta locura que fue tanto el argumento como la existencia de la propia película. Ha llegado a contar con adaptaciones al cómic.
La adaptación de cómic español solo puede ser calificada de rareza. Contenido, en su mayoría, no ha sido bien aceptado, y que los mayores éxitos no se pueden extrapolar a otras filmografías. Son personajes muy españoles que conectan solo con nosotros. Para bien o para mal, no todos pueden decir eso.