Hace meses, allá por septiembre, entrevistamos a Javi de Castro en el podcast de Sala de Peligro por motivo de la publicación del último episodio de The Eyes, obra que le ha valido una nominación a mejor web cómic en los Premios Eisner de este año. A la espera de saber la resolución de los mismos, hemos querido transcribir la entrevista que, precisamente, le hicimos sobre The Eyes.
La entrevista la realizamos Iván Galiano, Manu González, Pedro Monje y una servidora. Por lo que, para ser más sencilla la lectura, las preguntas serán reformuladas como equipo de Sala de Peligro.
A Javi de Castro le conoceréis sobretodo por su background fanzinero, aunque quizá por Larson. El hombre con más suerte del mundo (Modernito Books, 2017), lo conozca más gente. También por su obra Que no, que no me muero (Modernito Books, 2016), y algunos otros, todos ellos en auto edición. Pero es que el éxito arrollador este septiembre, después de esa campaña promocional llena de hype, ha sido tu nueva obra, The Eyes. Gracias por atendernos Javi de Castro, bienvenido.
Bueno, yo encantado. Un placer.
La primera pregunta es la menos original, ¿de dónde surge esta idea? ¿Cómo te atreves a hacer esto y romper el status quo?
Bueno, hay un germen que son unos web cómics que yo hago así un poco esporádicos en 2011 y en 2013, donde ya uso el tema de utilizar el gif de forma que tenga sentido dentro de la historia y todo este rollo. Y lo hice un poco también, porque de aquella yo también era bastante amateur, estaba probando cosas y surge así un poco de experimentar. Y este proyecto de The Eyes pues viene que bueno… yo vengo de lo que tú has dicho, ¿no? de hacer historias largas de Larson. Y yo cuando terminé Larson estaba un poco así, como que no tienes ninguna historia ahora. Larson era una historia que me rondaba desde hacía muchísimo tiempo y de repente llega un momento que dices bueno, yo ahora, ¿ahora qué hago? Hago lo siguiente. Porque claro, como tampoco hay una industria detrás que diga “hago una historia y me voy manteniendo”. Tiene que ser una historia que realmente quieras estar dedicándole muchos meses. Llegas a un punto que no tienes nada y me dio así un poco la bajona. No dejaba de decir “bueno, y ahora ¿qué hago?” No me apetecía tampoco ponerme con nada. Tampoco me apetecía leer, leer cómics. Estuve una temporada sin leer cómics, un poco dramático.
Cuando dices una temporada ¿A qué te refieres?
A casi un año. Ese año igual leería unos tres o cuatro cómics. Y bueno, es que no me motivaba. Yo tenía la pila de cómics y mi pila de cómics seguía creciendo, pero no bajaba porque no leía nada. Entonces me di cuenta que lo que necesitaba era eso, era despejarme y leer literatura, ver películas y ver otro tipo de medios. Y entonces, a partir de ahí y a partir de varias cosas en concreto… En concreto, de una serie británica que es Inside No. 9, no sé si la conoceréis. Es una antología de historias cortas. Y claro, yo viendo esa serie decía “Esto es lo que a mi me gusta. Esto es lo que a mi me hubiera gustado escribir alguna vez”. Porque cuando hacía fanzines me gustaba mucho escribir historias cortas. Y también justo coincidió que leí un libro de relatos de Roald Dahl, que también son como todos tienen ese rollo que me gusta mucho, tipo La dimensión desconocida y ese tipo de historias que siempre me han encantado. Y me dio envidia, yo quería hacer una antología propia y ahí es cuando puse en marcha todo este proyecto de The Eyes. Y la idea de hacerlo digital también venía de romper también con lo que venía haciendo. Ya que iba a hacer historias cortas, quería aprovechar el digital. Y quería ver hasta dónde podía llegar. Porque también, cuando yo lo planteo, digo “Bueno, igual puedo hacer una historia con animación”. Pero digo, “No, sería más interesante hacer una antología” también para que la gente se quede con ello y no se quede con esa historia anecdótica que hice una vez. Entonces ahí es cuando empieza el reto, empiezo a plantearme cómo puedo dar a todo una coherencia, un punto común, que al final acaban siendo todos estos ojos. La vista. Y ahí es cuando empieza a pensar las historias, a ver cuántas podría hacer. Al final han sido cinco. Cinco fue el mínimo que me propuse.
En The Eyes has llegado justamente con un interés que enroca mucho con el concepto de La dimensión desconocida y, además, recuerda también a Black Mirror, una serie que la gente está on fire con ella. La verdad es que nos ha llevado a todos cogidos de la mano, con esta clase de breves historias de ciencia ficción, a las que les das un toque mucho más llamativo, teniendo en cuenta que introduces la animación en un medio supuestamente estático.
Precisamente, esto que dices que llega en un momento que parece que hay más antologías. O que a mí me llama mucho la atención también, es que estamos en un momento como que todo tiene que ser inmediato y que la gente lee tweets y quiere todo rápido, y ya. Que la gente no es capaz de consumir productos largos. Pero luego tenemos el momento en el que las películas son más largas y las series son películas por capítulos. Y es curioso que ahora, por fin, ya empieza a haber una historia corta que igual tiene más que ver con el público que consume Internet.
Además, con esta publicación quincenal al final es de primero de marketing. Pero lo que consigues es, quieras que no, es estar dos meses en el candelero.
De hecho, mi idea era mantenerlo más. Como eran cinco historias y tan cortas, yo tenía que alargarlo lo máximo posible, pero no tanto como para que la gente se olvidase de cada historia. Está todo, está muy pensado.
También es verdad que se hace larga la espera de 15 días porque las historias son muy buenas.
Imagino que, de no ser así, no habría tenido la repercusión que está teniendo. Ni me estaríais llamando para hacer estas entrevistas.
Antes comentábamos el juego que dan los gifs, y lo que nos gustan. Pero casi nos ha gustado más, cómo rompes con la verticalidad de la página arrastrando viñetas de izquierda a derecha en un zigzag narrativo, en medio de una narrativa descendiente.
El formato vertical es lo que a mí me parece el formato natural del web cómic. Igual que tú lees prensa digital y no vas pasando páginas, el web cómic tiene que ser así. Tú lees en un móvil o en el ordenador, y lees hacia abajo, la narración se tiene que adaptar a ello. Y, claro, esto también me he dado cuenta una vez los he terminado. Normalmente no pongo muchas viñetas horizontales, no hay más de tres normalmente, precisamente porque la narración va siempre hacia abajo. Como decíais, en un zigzag.
Es curioso que, en los web cómics del estilo Panel Syndicate, lees pantalla a pantalla. Tiene la misma estructura que los cómics en formato papel. Hay ese momento en que tú, pasas la página, y te encuentras con unas imágenes. El paso de página condiciona la lectura. Sin embargo, en The Eyes es todo una continuidad y el ritmo se lo da el schroll hacia abajo.
Es muy interesante que, en el fondo, se trate de una página infinita. Porque cuando yo me lo planteaba, mientras trabajaba, tienes que olvidarte de ese momento de pasar la página. En este caso, es un continuo que tienes que controlarlo un poco. De hecho, en casi todas las historias, si no recuerdo mal, son prácticamente una única escena. Todo se sucede en una escena. Entonces no tiene tanto problema. En el tercer episodio, Mal de ojo, hay varias escenas dentro de la historia. Y eso sí que me producía un pequeño problema. De cómo transmitir ese cambio de escenas. Así que sí, es muy curioso el hecho de tener que replantearlo todo de cero.
El único problema que puede haber, relacionado con el ritmo de lectura y los gifs, es que el lector se quede mucho rato esperando a ver si cambia algo.
Precisamente en Mal de ojo sí que pasa, que hay justo una viñeta que tienes que quedarte un poco mirando, y al rato pasa algo. Pero ésa era parte de la gracia también de The Eyes. Tengo que controlar mucho cuánto está la viñeta sin hacer nada. Medir ese tiempo es también complicado, porque igual pasa lo que comentáis. Que estás leyendo, y te lo pasas. Entonces tienes que estar ahí con el cuidado de decir, “a ver, que sea cada segundo, cada dos…” para que vuelva al bucle otra vez. Aunque también es interesante que el lector tenga que volver para ver lo que ha pasado, en según qué historia.
También utilizas mucho el nerviosismo. En las partes finales haces cambios rápidos, y la lectura te pone mucho más nervioso. [NOTA: EL AUTOR HACE SPOILERS DE LA PRIMERA HISTORIA DE THE EYES en la respuesta a esta pregunta]
Sí, claro. Y el factor miedo. Y el factor susto funciona muy bien así. Porque, claro, en el cómic tradicional tú no puedes jugar con esto. En la primera historia, el hecho de pensar “creo que he visto algo, pero no estoy seguro de lo que he visto”. En la primera historia, en Ceguera, el momento cuando comete el crimen el personaje y lo estamos viendo desde el punto de vista del hermano que se está quedando ciego. Hay un momento que está la pantalla en negro, y de repente ves un flash donde ves el crimen. Esa sensación, ese concepto, es algo que sólo se puede hacer animado.
Scott McCloud alabó en twitter tu trabajo en The Eyes.
Sí, fue brutal. Porque, además, no es que Scott McCloud sea sólo un gran teórico del cómic, es alguien que ha teorizado mucho sobre web cómic. Y ha hecho sus propios experimentos, que han sido también muy interesantes. Entonces claro, pues un honor.
Comentábamos en Sala de Peligro que, de todas las historias que has presentado en The Eyes la tercera, Mal de Ojo, sería la más sencilla de continuar. La protagonista de esa historia, Bárbara, es quizás el personaje más icónico de todos los que han salido hasta ahora. Y da pie a que sería posible contar más historias de ella. [NOTA: En el momento de grabar la entrevista todavía no se habían publicado los dos últimos episodios]
Yo casi os diría que es el más icónico que he escrito nunca. Es un personaje que me gusta mucho, y me encantaría. Pero por ahora no va a ocurrir. De entrada, no. Pero sí, no sé si sería un web cómic, o yo qué sé… que dé el salto al papel. Pero sí, me gusta mucho el personaje.
Durante la promoción en redes, antes de que empezaras a publicar los capítulos en tu web, recalcaste mucho que esta obra nunca verá la luz en papel. No sabemos si por prejuicios por parte de la audiencia, respecto a los web cómics.
Claro, claro. Yo, cuando oigo “web cómic” siempre tenemos muchas quejas de que no se habla de web cómic, de que no se tiene en cuenta. De un montón de cosas, que yo también soy crítico. Pero yo prefiero ser crítico con nosotros mismos, conmigo mismo y con los autores. De cómo hacemos las cosas muchas veces. Y cuando hacemos un web cómic, muchas veces ni siquiera lo promocionamos. O directamente, lo que estamos haciendo es una previa para sacarlo en papel. Algo que es totalmente legítimo. Pero claro, al final ese web cómic va a quedar como precedente de lo que va a ser en papel, y mucha gente se va a esperar. Como es lógico. Yo el primero, pues ya me espero a que salga en papel y ya me lo leeré. De entrada, hacemos mal eso, pero es inevitable que si tiene éxito va a acabar saliendo en papel. Porque el dinero lo mueve todo. ¿Cómo puedo hacer para que no vaya a salir en papel? Pues haciendo que sea físicamente imposible. Y de ahí mi insistencia de que esto iba a ser un web cómic que se iba a valorar como tal. Porque no se va a poder sacar en papel. También era una forma de decirle a la gente que o se lo lee ahora o… que no tiene que esperar. De hecho, yo he escuchado también a gente decir que va a esperar a que termine la serie. Y mi idea de que fueran historias cortas era para que la gente no tuviera que esperar a que terminara la serie. Pero sí, con el tema digital, es algo que todavía tenemos que trabajar mucho en ello.
Normalmente siempre comentamos la editorial y el precio de cada obra. Quien quiera leer The Eyes sabe que puede encontrarlo en tu web (https://www.javidecastro.com/) y que el precio lo ponen ellos. Está en abierto, y luego pueden pagarte mediante paypal o Ko-fi, entre otros.
Claro, es complicado hacer que la gente pague. Yo tenía claro que tenía que ser en abierto, porque mi máxima era que llegara al mayor número de público posible. Pero obviamente yo puse ahí formas de ayudar mediante donaciones, o compartiendo, que es algo muy fácil pero que hay gente que muchas veces se le olvida. Y bueno, sí que estoy recibiendo algo. Y yo espero que, seguramente, al final de la serie se note mucho más.
Muchas gracias Javi por dedicarnos este tiempo, un placer.
Igualmente, muchas gracias.