En 2019 conocimos a Elisa Riera, en versión papel, gracias a su obra El futuro es brillante. Una novela gráfica donde se recogían sus vivencias personales cuando terminó una relación estable de larga duración. Tiempo después encontró a otro chico a través de una aplicación de internet. Parecía perfecto, pero no lo era. Elisa iba publicando todas sus aventuras y desventuras personales en su Instagram, por lo que Astiberri recopiló toda esta historia y le pidió que añadiera algunas escenas, o paginas, que no se habían visto en sus redes. Así entró la autora en nuestras estanterías.
Ahora, Astiberri publica la segunda novela gráfica de Elisa Riera, Una laowai* en Shanghai (*extranjera) una obra autobiográfica donde la autora se dirige en todo momento al lector para contarle cuál es su trabajo y qué situaciones rocambolescas llega a vivir durante sus viajes a China. Elisa vive en Barcelona, y además de escribir y dibujar estos cómics, es consultora de moda para distintas firmas de ropa asiáticas. Cada poco tiempo viaja a Shanghai en visitas que suelen durar unos diez días. Esta novela gráfica es la representación de uno de esos viajes. Por suerte para ella, y para los lectores, Elisa no estará sola. Junto a ella conoceremos a Esme, su intérprete y amiga desde hace años, que se convierte en el contrapunto de la protagonista. Creando situaciones muy divertidas y que muestran las maravillosas diferencias que existen entre ambas culturas.
La historia empieza en una estación de tren, después de un largo viaje donde le ha ocurrido de todo, Elisa está sentada comiéndose una hamburguesa mientras le cuenta al lector todo lo que ha ido mal en su viaje hasta China. Tras ser increpada por el lector, por que sí, esto ocurre, Elisa comenta quién es, a qué se dedica y cómo ha llegado hasta ese punto. Y así empieza su viaje de trabajo de los próximos diez días. Tiempo después, consigue encontrarse con Esme y emprender juntas el viaje hasta Shanghai. Donde se desarrollará casi toda la historia de este cómic.
Durante esos diez días el lector acompañará a ambas mujeres en sus reuniones de trabajo, sus momentos de descanso y sus propias tradiciones. Además, debido a los constantes viajes a China, Elisa tiene una serie de amistades con las que puede quedar de vez en cuanto. Gracias a éstas, y a Esme, Una laowai en Shanghai es una gran forma de ver lo distintas que son las sociedades españolas y chinas. Las conversaciones entre ambas amigas sacan a relucir choques culturales entre ambas que ellas tienen ya asimilados, pero que ponen de relieve para los lectores.
Además, la autora seguirá abriéndose al lector respecto a sus relaciones personales, por lo que la conocemos mejor. Este punto es muy interesante porque Esme es más joven que Elisa, sin embargo, está casada y un hijo de cinco meses (en el momento que se representa en el cómic). Por lo que la visión de ambas respecto a muchos temas relacionados con las relaciones afectivo-sexuales son un punto a tratar en sus conversaciones. Punto donde se ven claramente las diferencias culturales.
En cuanto al apartado gráfico, el tipo de dibujo de Elisa es muy sencillo y expresivo. Hace que toda la importancia recaiga sobre sus personajes, y no tanto sobre los fondos, que en ocasiones son inexistentes. Algo que podría ser un punto en contra de la obra, pero que sin embargo le da todavía más sentido. Y es que Una laowai en Shanghai es una conversación con su autora, donde nos cuenta uno de sus viajes. Con sus anécdotas y sus situaciones cómicas. No pretende ser un cuaderno de viajes, ni tampoco un estudio sobre la cultura china. Sino la realidad de una persona que viaja mucho a un país como para conocer sus puntos más curiosos, pero no lo suficiente como para sentirse de allí. Algo que le ocurre a mucha gente que viaja por trabajo siempre a las mismas zonas. La paleta de colores depende en todo momento de la situación en la que se encuentren las protagonistas. Predominando el rosa, morado y verde, todo colores secundarios, y en ocasiones el amarillo, el único color primario que aparece en la obra ya que el rosa que utiliza Elisa está muy “diluido” y no llega a ser magenta. Por lo que el tono de toda la obra es muy calmado, en tonos pastel que en algún momento se saturan, aunque estos sean digitales.
En cuanto a la narrativa, Elisa hace algo muy curioso y es que salta de unos temas a otros “sin darse cuenta”. Tal y como haríamos en una conversación con nuestros amigos, donde contamos las partes más extrañas del viaje, sin darnos cuenta que no tienen ni idea de cómo hemos llegado a ese punto. Y entonces tenemos que recapitular para que tenga algo de sentido. Esto nos resulta curioso porque no suele ser lo normal en los cómics, donde la narrativa suele ser lineal y con flashbacks cuando se trata de este tipo de historias. Por lo que el “lío” que se hace la protagonista contando sus historias, hace que parezca una conversación directa con ella.
La edición es en cartoné, y tiene un formato horizontal. Algo que la autora aprovecha en algunas de sus anécdotas para crear viñetas únicas, y que otras veces divide por la mitad cada página. Por lo que dos páginas apaisadas se convierten en cuatro páginas de cuatro por cuatro. Dando una sensación parecida al esquema de publicaciones de Instagram. En otras ocasiones ni siquiera hay viñetas, por lo que Elisa plantea la anécdota alrededor de un elemento específico de la historia: una mesa llena de gente, gente trabajando, un ordenador o ella misma, entre otros.
Una laowai en Shanghai de Elisa Riera es una novela gráfica muy divertida que nos enseña que la vida, muchas veces, hay que tomársela con todo el humor posible porque es imposible controlarlo todo. Su autora nos deja conocerla todavía más, y nos hace viajar a una cultura que, pese a lo que podamos pensar, conocemos bien poco. Y lo hace siempre con una actitud que muchos deberían adoptar. Humor y tolerancia ante situaciones y personas nuevas. Un cómic ideal para un verano algo extraño, donde todos nos sentimos algo desubicados. Aprendamos de Elisa y Esme que las diferencias son sólo eso, distintas visiones ante el mismo evento.
Título: Una laowai en Shanghai |
Guion, dibujo y color: Elisa Riera |
Edición Original: Astiberri |
Formato: Cartoné, 160 páginas |
Precio: 17,00€ |