Cuando se reflexiona acerca de los arquetipos superheroicos, se tiende a asociar unas características específicas a determinados personajes. Especialmente si, como es el caso de Batman, se tiene un recorrido muy amplio. Cuando uno se aproxima a una historia de este personaje sabe exactamente lo que cabe esperar. Incluso en las adaptaciones cinematográficas.
Y aunque en muchas ocasiones, el objetivo sea exactamente dar el producto que el público demanda también es cierto que cada cierto tiempo surgen nuevas narrativas que rebaten esa afirmación. Este tipo de contenido sirve para refrescar y eliminar vicios con el objetivo de conectar con un nuevo público. Pero, ante ello, también es inevitable preguntarse acerca de cuáles son los límites del género. ¿Es un lienzo en blanco con un potencial ilimitado?
En cualquier caso, las renovaciones son algo muy intrínseco de este modelo de narrativa ininterrumpida que va de generación tras generación. Teniendo eso en cuenta, no cabe más que aplaudir las posibilidades que está abriendo DC y su línea de novelas gráficas young adult.
La nueva incursión de este sello está protagonizada por uno de los iconos indiscutibles de la editorial: Batman. Para ello han optado por adaptar la novela de Marie Lu Batman: Nightwalker, dirigida al young adult. Esta daba una visión muy distanciada de las historias clásicas de Batman. No es de extrañar DC optase por adaptar una pieza que ya funcionó no hace demasiado tiempo y que encaja perfectamente dentro de esta colección de novelas gráficas.
El escritor designado para este proyecto es Stuart Moore, un guionista que lleva más de diez años haciendo trabajos en cómics de superhéroes y en novelizaciones de películas o cómics. Tal vez por ese motivo se le designase para hacer el camino inverso de manera satisfactoria. Y a juzgar el resultado del cómic es todo un éxito.
La primera cuestión y la más obvia es la de conseguir ser asequible y estar fuera de la farragosa continuidad, cosa que cumple con creces. Además tiene otros tipos de méritos como lograr distanciarse lo suficiente de los tropos como para acceder a un público que, a priori, puede no estar nada interesado en el género. Y aun eliminando el componente más superheroico, es perfectamente respetuoso con la esencia del personaje. El tono y la ejecución de esta historia es la de un thriller psicológico con elementos políticos y acción.
Con ello, los temas evidentes tienen que ver con las consecuencias violentas y trágicas que puede traer consigo el alejamiento de las clases sociales. Si el mundo está movido exclusivamente por el dinero y unos lo ganan compulsiva e impunemente es a costa de otros. Y, con el tensado de la cuerda, se llega a un punto en el que los perjudicados deciden que no van a aceptarlo más. Aunque esté bien planteado todo ello, se queda en una lectura sociopolítica bastante superficial y se echa de menos algo más transgresor como es el caso de Harley Quinn: Cristales Rotos. A pesar de ello es una obra que se fija en los conflictos sociales, con lo que no se aleja demasiado a lo poco que se ha podido ver de la última adaptación del Batman o de la polémica Joker. Pero, al contrario de estas, el tono no es en absoluto pretencioso y no antepone forma a fondo.
Por tanto, aunque el corazón de la obra sea comprometido, no canibaliza en ningún momento a la narrativa. Se presenta en este cómic un guion que no busca reinventar la rueda, si no contar bien una historia sencilla y fácilmente comprensible. Y Moore sale airoso dando un trabajo que se devora gracias a un ritmo muy trepidante y a una caracterización de personajes bastante lograda, en la que brilla el tratamiento de la ambigüedad moral de todos los personajes que intervienen.
Las responsabilidades gráficas han recaído en Chris Wildgoose, en colaboración con Cam Smith. Y lo cierto es que las páginas y sus recursos son bastantes continuistas con otras novelas gráficas publicadas bajo esta línea. Páginas que economizan el color, predominando un azul con distintos tonos (aunque con presencia de amarillos vivos que chocan mucho y que tienen un sentido dramático), dibujos caricaturescos, como un punto intermedio entre las series de dibujos y la continuidad oficial, narrativa bastante clásica, etc. Pero lo justo es señalar es que el dibujo y estas técnicas se ajustan a las intenciones de la obra. Aunque no sorprenda, sí que es cierto que hay un manejo del tempo y de la composición bastante efectivo.
En España, esta obra, como el resto de la línea, llega por parte de Hidra Editorial con el mismo formato y cuidado que cabe esperar de la editorial.
Batman: Nightwalker es, en definitiva, una lectura notable para todo tipo de público. Los más jóvenes disfrutarán puesto a que es totalmente accesible, fresca, con miga y nada de condescendencia. El lector adulto y veterano se puede aproximar sin miedo a ello porque lo que tendrá es una pieza diferente a las que suele rodearse. Es una lectura inclusiva que puede disfrutarla todo el mundo. No hay excusa.
Título: Batman: Nightwalker |
Guión: Stuart Moore (basándose en la novela de Marie Lu) |
Dibujo: Chris Wildgoode/Cam Smith |
Color: Chris Wildgoode/Cam Smith |
Edición Nacional: Hidra Editorial |
Edición original: DC Comics |
Formato: Tapa blanda con solapas, 200 páginas a color. |
Precio: 14.95 € |