Instagrapa Comics es un perfil de Instagram con micro-reseñas de cómics, manga, novelas gráficas y fanzines de actualización diaria, realizado por el divulgador Iván Galiano. Una mirada amplia a lo que se publica a lo largo y ancho de la industria del cómic en España. En Sala de Peligro, recopilamos las reseñas de la penúltima semana en esta sección dominical.
Batman 43, de Tom King, Jorge Fornés y Mikel Janin. Editorial: ECC Ediciones. Formato: grapa, 64 páginas. Precio: 4,95€
La valoración de estos últimos episodios es alta. Y menos mal porque ayuda a cerrar toda la etapa dejando un buen sabor de boca al lector. No era fácil, por un lado, por la cantidad de temas a cerrar, recogiendo todo lo tratado a lo largo de la etapa. Le podría haber salido otro tostón. Otro relato sin ritmo. Yo creo que aqui le ha funcionado. También es como un jaque: la partida ya estaba terminada en episodios anteriores. Todas las piezas sobre la mesa y sabíamos el resultado final. Nos faltaba verlo y saber cómo se iba a dar. También, contar con Janin y Fornés, dos de los mejores dibujantes de la etapa y a Bellaire como colorista, ayuda y mucho.
En la valoración global de la etapa King de Batman es donde hay que destacar los deméritos. Es una buena etapa, sí. Vale la pena leerla. Tiene una bonita intriga y deja algunos episodios para enmarcar. Mi favorito, el del jurado en el que participa Bruce Wayne donde curiosamente sale más Bruce Wayne que Batman y esto es un hito. Pero también disfrute los de las citas con Clark y Lois.
Sin embargo, la etapa adolece de episodios de relleno, episodios que marean en excesp la perdiz, episodios que cogen a personaje y los usa en plan usar y tirar. Episodios donde la narrativa se hace pesada. El resultado ha sido una montaña rusa que jugaba en contra de la intriga que se estaba construyendo. El problema sigue siendo el exceso de números que pedía King: quería tocar todos y cada uno de los personajes del universo Batman. Se aprecia el riesgo, pero quizás ha intentado ser demasiado grandilocuente. Y a eso hay que añadirle el despropósito narrativo que es el episodio que se suponía el más importante de la etapa, con la intención de ser un eje, el de la batboda.
Resultado, una etapa buena pero que pide al lector de cierta paciencia y tragaderas en ciertos momentos. Por lo demás, gracias por los buenos ratos, Sr. King.
Outer Darkness Vol. 01, de John Layman y Afu Chan. Editorial: Planeta Comic. Formato: tomo tapa dura, 160 páginas. Precio: 16,95€.
Me lo recomendó nuestro compañero Jota Lynott y me ha gustado bastante. Voy a intentar explicarlo a partir de las referencias con las que creo que se construye este cómic. Es un tebeo de ciencia-ficción con la premisa argumental y cierta estética sacada de Star Trek (misiones de rescate allá donde no ha estado nadie, flota militar con sus códigos). Pero las relaciones entre la tripulación y el tono son un poco macarras como en Farscape. Pero además sustituimos la ciencia por magia o rituales místicos con un trasfondo más propio de la fantasía oscura. Demonios, dioses oscuros, fantasmas en vez de leyes de la física, agujeros de gusano y otros fenómenos más de la ciencia-ficción que quiere parecer ciencia. Echadle un rollito a lo Event Horizon.
El resultado de este cherrypicking tan especial (un poco de esto un poco de lo otro) es un tebeo casi original que entretiene bastante bien. Y lo consigue especialmente por el carisma (o anti-carisma) de sus protagonistas. Esa tripulación bien definida con sus personalidades enfrentadas y especialmente sus secretos.
El guión y esos personajes bien desarrollados es su mejor baza. En lo visual le doy un aprobado justito. La narrativa es correcta, los diseños son chulos, pero va justito de acabados. Le encuentro un resultado final un poco tosco. Pero en general está bastante bien. Para los fanses de la ciencia ficción en serie de tv.
Plasticus Maritimus, una especie invasora, de Ana Pêgo. Editorial: Kalandraka. Formato: tapa blanda, 176 páginas. Precio: 18€.
Ana Pêgo se merece un monumento por este maravilloso libro ilustrado que le saca jugo al medio gráfico para divulgar sobre la contaminación por plástico que sufren nuestros mares y océanos, que reciben hasta ocho millones de toneladas de plástico cada año.
Pêgo empieza su exposición desde su relación personal con el mar. Le gusta pasear por la playa y ama los pequeños ecosistemas que se crean en ellas. Menos le gusta encontrarse con basura, así que decidió que en cada salida iba a recoger lo que encontrará y a catalogarlo para tratar de entender hasta qué punto tiramos basura al mar. Así, la autora se convirtió en beachcomber, poniéndose en contacto con otros como ella y compartiendo su experiencia.
En Plasticus Maritimus, Pêgo dibuja (nunca mejor dicho) el problema del plástico en el mar. Se hace servir muy bien de diagramas visuales para explicar la situación. Trata a los plásticos casi como a una especie más:la estudia y la categoriza, nos habla de sus características, de lo que tarda en degradarse (varios siglos). Y luego nos propone soluciones, habla de cómo se prepara para sus salidas de recogida de plástico y comparte fotografías hechas por ella misma o compañeros de esta ecologista afición.
Es decir, hace una cosa admirabilisima: intenta convertir la recogida de plásticos en un fenómeno de conciencia y activismo social a la vez que en una afición. Y lo hace sin dejar de pedir responsabilidad y actuación a esferas más altas.
Lectura muy recomendable, necesaria. De ponernos los pies en la tierra. Y de aportar soluciones moviendo a la acción. Lo dicho: un monumento, por favor.
Hilda y el troll, de Luke Pearson. Editorial: Barbara Fiore Editora. Formato: cartoné, 44 páginas en color. Precio: 16€.
Este año ha salido el quinto y último álbum de Hilda y me he dicho que ya tocaba liarse con la serie. La verdad es que no sé por qué no me he liado antes con ella: Hilda tiene muchas cosas que me encantan. Las cabañas en el bosque, los misterios, el contacto con la naturaleza, el amor por el dibujo, las criaturas fantásticas. Todo está aquí bien recogidito.
Me encanta que tras las cubiertas lo primero que encontramos es un mapa del lugar en el que vive Hilda con sus lugares especiales que se visitaran en este u otros álbumes. Es la declaración de intenciones de crear un pequeño universo. De hecho, este primer volumen no parece tanto una aventura al uso y sí más una presentación de este universo y del día a día de Hilda, durante el cual interactúa con seres de lo más variopintos (además de con su madre).
Tiene también su puntito de misterio e intriga, pero sin truculencias. Perderse en el bosque es una cosa fantástica e interactuar con una criatura fantástica es una pequeña aventura.
Buen álbum de arranque, solo le saco de pega las pocas páginas del mismo. Muy pocas especialmente cuando nos enseñan un mundo nuevo y queremos ver más. Nada, la única tontería que le saco a un buen tebeo.
Canario Negro: Fuego, de Meg Gabot. Editorial: Hidra Editorial. Formato: tapa blanda con solapas, 144 páginas. Precio: 9,95€.
Esta novela gráfica young adult la he encontrado un poco falta de chicha. Que vaya dirigida al público juvenil no significa que haya que aplanar completamente su carácter. Precisamente, Canario Negro es un personaje con muchísima personalidad y aquí nos la presentan como una adolescente con mucha energía, sí. Pero no se distingue de cualquier otra adolescente protagonista de novela gráfica sobre un coming of age, vaya maridada con otros géneros o no.
De hecho, es el principal problema que le veo y que tapa cualquier virtud que pueda tener. Es demasiado plana. Toma una historia plantilla y le aplican cuatro particularidades para que entiendas que es la juventud de Dinah Lance. Podrías hacer esta misma historia con cadi cualquier heroína de DC cambiando esas cuatro particularidades. En cuanto a la historia, le cuesta arrancar y, cuando mejor se pone, es hacia el final. Y entonces se acaba.
En lo visual, tres cuartos de lo mismo: tiene un buen desempeño y su narrativa es correcta pero no busca darle un espíritu propio al margen de una paleta con azules y violetas que marcan un poco el estilo más que la atmósfera. Gotham no es Gotham. Los parcos escenarios son los de cualquier historia de institutos.
Así pues, historia pasable, curiosa si eres fan del personaje. Pero falta de un algo que la haga ascender. Lástima.
En la misma clase Vol.1, de Asumiko Nakamura. Editorial: Tomodomo Ediciones. Formato: tapa blanda, 184 páginas. Precio: 7,95€.
Los seguidores más veteranos de esta cuenta ya sabrán que soy un gran adorador de Asumiko Nakamura. Creo que ya he leído gran parte de su obra más importante especialmente la de temas más duros y de expresión formal más vanguardista y apartada de estilos más canónicos. Sus mangas más «variedad de jardín» por así decirlo era lo que tenía pendiente y me he decidido a darle a este BL bastante popular, y con razón.
Nakamura mantiene muchos de sus rasgos autorales en esta obra y los destila para una historia en apariencia sencilla, un romance entre dos chicos de instituto. Para empezar, se las arregla con un elenco de solo tres personajes. Toda la acción está centrada en la pareja protagonista y casi no necesita más dado que desarrolla muy bien a los personajes. Uno es seco y seriote, reservado. El otro es lanzado y extrovertido, un poco caótico. En el juego de oposiciones, Nakamura va desplegando una relación paso a paso. Las historias no son procedimentales, sino que los sucesos tienen su peso aunque haya un constante ciclo de tira y afloja.
Una cosa que me flipa de Nakamura es como parece gustarle putear a sus personajes. Aquí no es tan salvaje como en las otras obras que mencionaba, pero hay un poquito. Los personajes lo pasan mal, ponen todo su ser en sus emociones y la relación parece vivir, día sí y día no, en la cuerda floja. La autora elabora muy bien el conflicto emocional potencial de una pareja adolescente. Y de una pareja adolescente gay en Japón.
Gráficamente me la esperaba más comedida, pero para mi sorpresa tiene escenas en las que vuelve a regalarnos composiciones de página fabulosas y selecciones de planos que acentúan el clima de lo que sucede. Lo emplea para expresar los cambios de tensión, el tira y afloja. Ahora una página con sus viñetas bien ordenadas y sus fondos abiertos, ahora una página de viñetas con diagonales que rompen con la tranquilidad y el equilibrio.
Para un primer volumen me ha parecido un arranque de lujo. Seguiremos al tanto de los ires y venires de Sajô y Kusakabe.