Black Hammer ’45, el cómic bélico de Jeff Lemire, Ray Fawkes y Matt Kindt más reivindicativo

En estos tiempos se está revisando algunos eventos históricos para tratar de compensar a todas aquellas personas que perennemente han sido discriminadas. Se trata de poner en su lugar a aquellos que no los han tenido. O de recordar aquello que, intencionadamente o no, ha sido olvidado por la Historia para que otros se puedan poner la medalla y vender un relato confortable y agradable para el público del momento.

Solo de esta manera se puede explicar una pieza tan particular como es este Black Hammer ’45. Su propuesta es retrotraernos a una época en la que, teóricamente, todo era más sencillo. Pero no lo era tanto. Los protagonistas de esta historia es un batallón de élite de la aviación durante la Segunda Guerra Mundial que no ha recibido el trato justo a causa de un pequeño detalle: el color de su piel.

Jeff Lemire vuelve a la carga con la que probablemente sea su obra con un contenido socio-político más explícito. Aunque lo disfrace de un cómic bélico lanza mensajes subversivos e, incluso, conflictivos para la sociedad estadounidense. No solo por el aspecto racial, si no, también respecto a la presencia activa de la Unión Soviética en el conflicto contra el fascismo.

En este cómic Jeff Lemire firma el guion con un colaborador: Ray Fawkes. Tal vez se deba a que es una historia de un carácter muy diferente a las del resto del universo. De cualquier modo, sí que se dejan notar sus aportaciones mediante recursos poco habituales en el escritor canadiense. Con ello, se logra una pieza que enriquece el universo Black Hammer de una forma más que evidente.

Por otra parte, es un cómic que sabe perfectamente que uno de sus objetivos es encajar en un universo mayor. Si bien, el arranque podría ser perfectamente una de las historias más clásicas y sobrias de cómics como Sgto. Rock o Nick Furia y los Comandos Aulladores, tardarán poco en aparecer los elementos superheroicos que conecten la franquicia. Sí, aparecen un par de personajes de este universo y permite conocer facetas de ellos que, hasta el momento, se desconocían. Pero ese no es el foco.

Al contrario que otros spin off de la serie madre más centrados en contar aventuras, esta obra se aleja de los elementos más fantasiosos para narrar una historia que va más allá de tópicos como el de los héroes sin capa y de que estos son los policías o bomberos que ponen su vida al servicio de los demás. Lo que se busca es entender y tratar de acotar cual es el verdadero heroísmo y por qué este muchas veces es arrebatado.

Sin embargo, no se olvida de entretener y es una historia bastante sólida y que da buena muestra del terreno fértil  que es el cómic de superhéroes para integrar otros géneros. Black Hammer siempre ha servido de recurso metatextual para que Lemire diese su visión más personal de los superhéroes y, con ello, abordar distintos temas. Pero aquí lo lleva más allá en una aproximación al género que, en cierto modo, no deja de recordar a lo que buscó hacer Damon Lindelof con su Watchmen.

Se plantea como una historia narrada a dos tiempos: uno presente en el que el conflicto es más interno y uno pasado bélico en el que tienen un objetivo claro y reina la peripecia.  Todo engarza en un significativo clímax que le da un tono trágico, como si la victoria de algunos supusiera la derrota de los protagonistas. Y el hecho de que el cómic tenga su impacto en esas páginas habla bien de la construcción dramática que han tenido estos personajes tridimensionales.

Pero, el gran factor diferencial de la obra es que destila una imaginación bastante portentosa. En este cómic se consigue conjugar con éxito elementos tan extremos como la aparición de cierto dios nórdico y mechas gigantes y mechas soviéticos con una narrativa que logra ser muy creíble y con una motivación un tanto trascendental. La balanza entre la verdad y estos elementos tan bombásticos es complicada y los autores han conseguido que el lector entre, tanto si es conocedor de este universo como si no.

Astiberri trae el nuevo volumen de la impactante revisión superheroica de Black Hammer.
El protagonista rememorando viejos tiempos en una página de Matt Kindt.

Matt Kindt abandona sus labores como guionista para centrarse en el dibujo de esta pieza. Su estilo tosco y sucio casa con esta historia bélica tan peculiar. Aquí parece combinar estilos y recursos distintos dependiendo si se ambienta en el presente, en el que nos encontramos una road movie minimalista y muy emotiva, o en el pasado con exigencias de escenas de mayor movimiento y espectacularidad. Además, todo ello está apoyado por una paleta de colores muy diferenciada entre ambos periodos e inteligentemente introducida por Sharlene Kindt.

Astiberri sigue publicando y cuidando todo lo relacionado con el universo Black Hammer y, por extensión, con Jeff Lemire. En el tomo se recopila los cuatro números de la miniserie además de un muy minucioso repaso al proceso creativo de la página llevado a cabo por Matt Kindt.

Black Hammer ’45 recupera el sabor de los mejores cómics bélicos desde una perspectiva poco habitual: la racial. Un cómic revisionista y emotivo que sigue dando muestras del potencial del universo imaginado por Jeff Lemire. Y, más allá de eso, una reivindicación de la memoria histórica y de los grandes héroes denostados.

Título: Black Hammer ’45
Guión: Jeff Lemire y Ray Fawkes
Dibujo: Matt Kindt
Color: Sharlene Kindt
Edición Nacional: Astiberri
Edición original:  Black Horse
Formato:   Tomo cartoné de 120 páginas a color
Precio: 15 €