Lo primero que queremos comentar en la presente reseña es que es muy difícil hacer una reseña de las obras de Ana Galvañ sin incurrir en ningún spoiler, sin destrozar alguna parte de sus interesantísimas puestas en escena. Sin embargo, en Sala de Peligro nos gusta hacer las cosas bien, y reseñamos obras que creemos interesantes para todo tipo de público. Es por ello, que en esta reseña nos ceñiremos lo máximo posible a los datos… sin llegar a destrozar ninguno de los secretos de la maravillosa Tarde en McBurger’s.
Tarde en McBurger’s es un cómic de ciencia ficción basado en algo que hemos hecho todos en algún momento: pasar la tarde con nuestras mejores amigas merendando en una hamburguesería, normalmente, con poco presupuesto. Pero esta hamburguesería tiene algo especial llamado el menú once party. Un menú que sólo pueden pedir las personas mayores de once años. Y sí, los trabajadores del McBurger’s comprueban la edad de todas las personas que lo piden. Nuria, Pepa y Dani llevan esperando poder pedir el menú bastante tiempo, y ahora que por fin tienen la edad suficiente, han quedado para ir a merendar al McBurger’s. Todas han oído hablar del menú, todas lo quieren, ¿el único problema? Que pedir el menú no significa conseguir el premio. Y es que con dicho menú hay la posibilidad de conseguir un regalo muy especial, una experiencia única ¿conseguirán alguna de las tres dicho premio, y en qué consiste éste realmente? ¿y qué ocurrirá si alguna no lo consigue? Además de todo esto, las tres amigas tendrán que lidiar con Adela “la chunga”, una compañera de su misma quinta que ha decidido ir la misma tarde que ellas con otro grupo al McBurger’s.
Tarde en el McBurgers es una obra corta, muy corta, de sesenta y cuatro páginas. Sin embargo, Ana Galvañ consigue en muy poco espacio crear todo un mundo detallado y que resulta a la vez reconocible y completamente ajeno al lector. Basándose en una estética noventera, e incluso a veces ochentera, respecto a la forma de relacionarse las protagonistas, sus looks y sus ademanes. Así como en la forma que tienen de pasar la tarde, el lector encuentra puntos reconocibles de la adolescencia. Pero a partir de ahí Galvañ introduce personajes como los mi-yo, pequeños huevos que hablan, cantan y ayudan a los adultos a sacar cuentas o recordar datos. Que son simpáticos a la vista, y extraños inicialmente al no cuadrar con esa idea nostálgica que tiene el lector al leer esta obra, pero que ya advierten de la singular sociedad en la que se presenta la historia. Y a través de detalles como éste, poco a poco la obra se torna en algo mucho menos mundano de lo que parecía inicialmente.
Galvañ trata y representa maravillosamente bien la amistad, la inocencia y los descubrimientos de la preadolescencia a través de las tres protagonistas y su relación con los personajes que se cruzan, tanto familiares como amigas, o conocidas. Algo que podría ser secundario en una obra de estas características, y que podría perder relevancia en el argumento, queda fuertemente atado al mismo. Obviamente, y como no queremos destrozar la experiencia lectora de la obra a nadie, comentaremos únicamente respecto a la trama, y su narrativa, que Galvañ juega con forma y contenido como quiere, para llegar hasta el lector de una manera poco habitual pero muy conseguida. Y funciona.
En cuanto al apartado gráfico de Tarde en McBurger’s, hay que tener en cuenta que la autora no sólo crea cómics, sino que también se dedica a la ilustración y el marketing. Si el lector conoce su anterior obra Pulse Enter para Continuar, los diseños y paletas de colores utilizados en esta obra están en concordancia con la anterior. Si, por el contrario, es la primera vez que se acerca a un cómic de Ana Galvañ es necesario decir dos cosas. La primera, que pese a ser ésta una reseña con bastantes “secretos” para mantener la obra lo menos destripada posible, este cómic es accesible para lectores a partir de la adolescencia, siempre teniendo en cuenta los gustos de cada uno. Pero, si esos gustos son cercanos a la ciencia ficción y a las historias que se salen de lo normal, ésta es una buena opción para adentrarse en las obras de Ana Galvañ. Y, lo segundo, que las paletas de colores que utiliza la autora, se basan en colores primarios (cian, magenta y amarillo), con algunos toques de colores secundarios (naranja y verde), deberían dar una sensación de tranquilidad según la teoría de los colores y la psicología cromática, pero que Galvañ, a través de su narrativa y uso consigue que se conviertan en colores que denotan tensión. Como si de un capítulo de la serie Black Mirror se tratara, con una calma tensa a punto de saltar por los aires en cualquier momento. Demostrando nuevamente su maestría en el diseño y ejecución de la historia.
Además de todo esto, la edición de Apa Apa es una preciosidad. Para una historia relativamente muy corta, han decidido utilizar unas cubiertas de cartoné con unos tonos muy llamativos y cuyo diseño de contraportada es un anuncio directo del McBurger’s y su menú especial. Un diseño de portada y contraportada que guarda muchos más secretos de los que parece, y es que Tarde en el McBurger’s de Ana Galvañ tiene muchísimos detalles que el lector sólo será capaz de ver con las relecturas. Y tiene muchas relecturas posibles. Algo difícil de conseguir en tan pocas páginas, pero que Galvañ consigue como nadie. Y por todo ello, desde Sala de Peligro os recomendamos que, si todavía no le habéis dado una oportunidad a sus obras, empecéis por ésta.
Título: Tarde en McBurger’s |
Guion, dibujo y color: Ana Galvañ |
Edición Original: Apa Apa Cómics |
Formato: Cartoné, 64 páginas |
Precio: 17,00€ |