La etapa de John Byrne en la colección de Los Cuatro Fantásticos está considerada como una de las cinco mejores etapas de Marvel Comics en toda su historia, junto a la Patrulla-X de Chris Claremont, los Cuatro Fantásticos de Stan Leey y Jack Kirby, el Daredevil de Frank Miller y el Spiderman de Stan Lee, Steve Ditko y John Romita Sr. Se ha hablado largo y tendido sobre la etapa de Byrne en los Cuatro Fantásticos (y puede que nosotros lo hagamos una vez más en próximas fechas), pero esta vez hemos querido poner la lupa en otros aspectos de la etapa de Byrne en los 4F que normalmente pasan desapercibidos. Diez detalles, diez curiosidades, de estos números ya historia Marvel.
1.- En toda la historia de la colección, John Byrne es el segundo guionista que más números ha realizado de los 4 Fantásticos (63), tan solo superado por Stan Lee (121). Los siguientes son Tom DeFalco (61), Jonathan Hickman (42), Mark Waid (36) o Chris Claremont (31).
2.- John Byrne tuvo sobre la mesa varias ofertas para regresar al título que le consolidó como guionista. Tanto tras la etapa de Walter Simonson como en el relanzamiento Heroes Return (en dos ocasiones) Marvel (concretamente Ralph Macchio en el primer caso y Bob Harras en el segundo) ofreció a Byrne los mandos de la serie. Me ofrecieron hacer el regreso de los 4F y poco después me ofrecieron la serie tras la marcha de Scott [Lobdell]. Si hubiese aceptado la segunda oferta mi primer número había sido el quinto que, curiosamente, era el primer número de los 4F que leí de pequeño.
3.- Ante la pregunta de qué piensa acerca de la revelación de que Alicia Masters era una skrull, John Byrne afirma: Deshacer la relación Johnny/Alicia era la única condición que debía cumplir cualquier guionista que me siguiera. Hubiera deseado que DeFalco hubiese elegido una forma menos torpe de hacerlo. Tom escribió algunos de los mejores guiones de Spiderman en la época post-Stern, pero sus Cuatro Fantásticos no había por donde cogerlos.
4.- La primera historia de John Byrne como autor completo (Fantastic Four #220 and #221) había sido planeada originalmente como un cómic promocional que iba a distribuir Coca-Cola. En el último momento el proyecto se canceló porque la multinacional consideró que era demasiado violento (La Cosa golpeando un par de robots era lo más agresivo que podíamos encontrar) y aprovecharon para publicar esta historieta (con algunas páginas extras) en la serie regular en la que el propio Byrne describe como las entregas más insípidas y naif de la historia de la serie.
5-En la portada de Fantastic Four #236 (correspondiente al vigésimo aniversario de la serie) Byrne dibujó en una esquina a Stan Lee y Jack Kirby, pero Jim Shooter hizo que borrasen a este último por los conflictos que la editorial mantenía con el guionista judío a raíz de los derechos de los originales.
6.- Además, en 1984 y durante nueve entregas de la revista-antología Epic Illustrated, John Byrne acompañado a las tintas de Terry Austin comenzó a narrar en pequeñas dosis de seis páginas por entrega el serial bautizado como La Última Historia de Galactus (EI #26-34, X 84-II 86). Lamentablemente, la revista fue cancelada en el número #34 y el último capítulo quedó sin publicarse, hasta que años más tarde Byrne desveló sus planes en su página web. En esta historia, situada en un futuro alternativo, una enigmática figura apartaba planetas de sus lugares para evitar que Galactus los encontrara. Nova, su heraldo, acudía a pedir ayuda a Los 4 Fantásticos quienes, seguidos por el Doctor Muerte, descubrían que el culpable era el Vigilante primigenio, quien observó el nacimiento del universo y dejó vivo a Galactus, de forma que remordido por la culpa de tantos mundos muertos estaba tratando de impedir que Galactus consumiera ninguno más. Tras una batalla a varios bandos, los 4F regresaban a la Tierra y Galactus tomaba a Doctor Muerte como prisionero y creando un nuevo Big Bang, del que Victor Von Doom surgiría como el nuevo Galactus y aprendería que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
7.- En la memoria colectiva del fandom la imagen que conservamos de El Vigilante no puede describirse sino con la palabra “cabezón”. Pues bien, durante muchos años desde su creación, el bueno de Uatu fue estilizando su figura a la vez que se reducía el tamaño de su cabeza. Por despiste o por cambio de gusto, el propio Jack Kirby varió su apariencia desde su cabezuda primera aparición hasta el punto de que para cuando Galactus debutó, Uatu no era más que un tio calvo y muy entrado en carnes. John Byrne, nostálgico como pocos del primer año de la serie, decidió veinte años después devolverle su aspecto original al Vigilante, un hecho que se ha demostrado como todo un acierto con el paso del tiempo.
8.- Byrne decidió destruir el Edificio Baxter (1985) aduciendo que sus 35 plantas no imponían en el horizonte neoyorquino de los ochenta lo mismo que 25 años antes. Los primeros cimientos de lo que sería La Torre de las Cuatro Libertades se empezaron a ver en FF 289 (Abril 1986). Sin embargo, ese imperial diseño no surgió de la mente de John Byrne, quien comenta: No, este edificio (cuyo nombre no tiene ningún sentido) no fue idea mía. De hecho, mi diseño lo reciclé como la torre LexCorp en mis números de Superman. Así que imaginaos el mismo edificio pero con un gran ‘4’ en vez de una ‘L’.
9.- La primera vez que John Byrne dibujó a un miembro del grupo fue a La Antorcha Humana en Marvel Team-Up #61 (XI 77). El jovenzuelo flamígero echaba una mano a Spiderman contra el Super-Skrull. La primera vez que guionizó una aventura fantástica fue en Marvel Two-in-One #50 (IV 79), donde demostró a todo el mundo que entendía a la perfección la personalidad dual (tanto trágica como divertida) de Ben Grimm, enfrentándose viaje en el tiempo mediante a una versión alternativa suya. La última ocasión que Byrne, en un canto nostálgico de finales de siglo, mostró a sus grupo más querido en sus X-Men: Los Años Perdidos (7-9, VI-VII 2000).
10.- Además de los números de la serie regular, John Byrne se encargó de un número especial What if…? (Vol. 1, #36, XII 82) en el que mostraba a los lectores cómo hubiera el destino del cuarteto fantástico si los rayos gamma no les hubieran proporcionado sus poderes y cómo, a pesar de ello, hubieran ofrecido al mundo sus habilidades igualmente.