Cuando se tiende a tratar la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte de los referentes que llegan al gran público son estadounidenses. Y, al tener una única visión del conflicto, han quedado relatos mitificadores que anulan otras historias que ocurrieron y que impiden que haya una visión más amplia y rica de uno se los grandes acontecimientos del siglo pasado.
Y eso se traduce en que se obvie las acciones llevadas a cabo por la Unión Soviética durante la disputa contra las fuerzas nazis. De hecho, lo más probable es que en los libros académicos se pase sucintamente por la campaña rusa. ¿Cuánto es conocido por el gran público al respecto?
Probablemente todo eso pasó por la cabeza de Garth Ennis a la hora de plantearse hacer Sara. Esta miniserie de seis números la trae Panini Cómics, siendo la editorial que ha obtenido los derechos de publicación de TKO. Está basada en hechos reales (concretamente en la historia legendaria de Lyudmila Pavlichenko) y saca a relucir una cara B de este tipo de narrativas.
El irlandés, que algo entiende de antihéroes olvidados por la Historia, ha sabido identificar perfectamente a su público y ha querido lanzar una narrativa accesible para todo el todo el mundo. Teniendo en cuenta que Sara es un título planeado para un público estadounidense, formando parte de la primera hornada de títulos de una editorial recién nacida como TKO, se debe reconocer que el autor ha compensado ese alto riesgo con una pieza sobresaliente.
A buen seguro, muchos de sus seguidores no habrán acompañado a Ennis en sus historias bélicas. Con ello, por desgracia, se pierden sus trabajos más personales y refinados. Y Sara, en buena medida, marca un punto de inflexión en esa trayectoria. Y así debe de haberlo interpretado él mismo.
Solo eso explica el diferente tono respecto al que se puede encontrar en trabajos como Historias de la Guerra (con la que, por otra parte, guarda bastantes similitudes). En Sara se encuentra una pieza de aire crepuscular, como de una última gran hazaña bélica que contar. Además, la cuenta desde un punto de vista muy poco habitual para este autor. A pesar de todo, logra dar la sensación de que ha estado escribiendo desde esa posición desde siempre.
Cabe destacar también que el hecho de que el protagonista sea femenino no es algo habitual en un género tan eminentemente masculino como es el bélico. Lejos de ser una cosa superficial, eso juega un papel activo en la construcción de este cómic. Se aprecia un cambio bien llevado en la manera de entender la camaradería que suele mostrar Ennis. También es interesante el modo en el que hace que el lector empatice con una sensibilidad más cercano al gélido carácter ruso.
La mujer que da título a la serie cuenta con el protagonismo absoluto. Los secundarios siempre giran alrededor de ella. Y la premisa se compagina con la total introspección del personaje. Lo que aquí se cuenta es como a un batallón femenino, al ser muy eficiente, se le encarga una misión compleja. Y como esto pone en crisis al grupo. La trama principal se compagina con flashbacks que ponen en relieve los duros entrenamientos por parte del ejército rojo. Aunque todo lo hace sin caer en ningún tópico ni cliché, si no que se exhibe desde el respeto. Ese es el motivo principal por el que quieres pasar la página: sentirte parte de ellas.
Si para algo sirve esta obra es para reafirmar algo que ya se sabía: por mucho que el bueno de Garth vaya a trascender por sus excesivas escenas de extravagancia y de acidez, es uno de los mejores guionistas en activo que han pasado por la industria. Sara es una historia sencilla y contada con mucho oficio. Eso se nota en la precisión con la que se maneja el ritmo y como consigue mantener el interés del lector con los elementos justos. No es necesario poner contra las cuerdas a los personajes para que estos se desplieguen, con lo aquí no se encuentra nada que busque ser efectista.
El dibujo de Steve Epting es tan perfecto para este tipo de historias como de costumbre. Aporta una veracidad y un aspecto orgánico consigue captar emociones con muy pocos recursos y transmitirlas con soltura. Todo ello desde un clasicismo de manual. Es un artista que ha alcanzado un nivel en el que ya no tiene nada que demostrar y que se mueve en un trazo limpio y en una sencillez que hace que no se note lo complicado que es su trabajo. Todo ello acompañado por los colores de una Elizabeth Breitweiser en entredicho por formar parte de los comicsgaters. Curioso que haya accedido a trabajar en una obra de estas características tan lejana a sus ideales. Obviando ello, lo justo es decir que es una colorista de gran talento que construye una atmosfera de frialdad que encaja perfectamente en este cómic.
Panini Cómics presenta esta primera miniserie de TKO en un tomo cartoné con los seis números y todas las portadas. Aunque sus planes de edición de material de la editorial americana van más allá puesto que ya han anunciado la llegada de la esperada Sentient para el próximo diciembre.
Sara no es un cómic que busque romper los esquemas de nadie. Pero si se le da una oportunidad, lo que uno se encuentra es un ejemplo de madurez de un autor escribiendo sobre aquello que verdaderamente le apasiona. Un cómic bélico en la mejor tradición del género con unas distinciones que lo convierten en algo único.
Título: Sara |
Guión: Garth Ennis |
Dibujo: Steve Epting |
Color: Elizabeth Breitweiser |
Edición Nacional: Panini Cómics |
Edición original: TKO |
Formato: Tomo cartoné de 152 páginas a color |
Precio: 22.00 € |