Encontrar la clave definitoria de un cómic de Los Vengadores es un ejercicio más complicado de lo puede parecer a simple vista. ¿Historias grandilocuentes? Sí, pero no es algo que sea verdaderamente intrínseco a este grupo. ¿Personajes carismáticos conviviendo entre ellos? De acuerdo. Pero en el Universo Marvel hay multitud de títulos que cumplen con ello. ¿Acción desenfrenada? Tres cuartos de lo mismo. Son los héroes más poderosos de la Tierra, cierto. Tienen una responsabilidad de ser la primera y última línea de defensa. Pero, ¿Acaso todos los superhéroes no han salvado el mundo en algún momento u otro?
Tal vez sea una combinación de todas estas cosas lo que hace que los cómics de ese grupo sean grandes. Y, si se entiende que eso es lo paradigmático para contar con éxito historias protagonizadas por el Capitán América y sus superamigos, lo que hizo Jonathan Hickman con este título es una etapa antológica.
Panini Cómics ofrece el séptimo tomo de Los Vengadores según la visión del mencionado autor. Corresponde a los tie ins con Pecado Original (que sirvió de excusa argumental para los acontecimientos que suceden pero sin mayor conexión), además de ser el penúltimo arco argumental previo a Secret Wars. Un cómic dividido en dos series hermanas e intercomunicadas pero que juegan en sus propios términos.
Como es de esperar, el lector se aproxima al clímax de lo que Hickman ha estado construyendo poco a poco a lo largo de los números previos. Eso supone que el lector tiene en frente la satisfacción de ver como todo encaja. Y eso es lo que uno se encuentra al abrir ese tomo. Una historia sumamente intrincada que se aclara. Se cuenta con un ritmo frenético y con unas interacciones entre personajes muy logradas. Todo ello hace que estos cómics se disfruten y dejen una sensación de que hay una trascendencia en lo que aquí se expone.
Jonathan Hickman es uno de los guionistas con mayor personalidad dentro de la industria. De hecho, independientemente de si se está leyendo un trabajo suyo dentro del mainstram o fuera de las majors, siempre se puede identificar su huella rápidamente. Tiene una manera de narrar que se parece más a lanzar constantes incógnitas para luego ir resolviéndolas antes de acabar. Leer un cómic escrito por él es como resolver una ecuación compleja con facilidad. La satisfacción proviene de comenzar a entender lo que se ha querido hacer.
Pero eso no quiere decir que no busque tener un impacto emocional. De hecho, si algo mueve los dos arcos argumentales que aquí se presentan es la venganza: la ejercida por el Capi y los deseos reprimidos de llevarla a cabo que siente T’Challa hacia Namor (particularmente destacable es el conflicto interno de intereses que sufre el líder de Wakanda). Y como eso, finalmente, es lo que puede terminar condenando a la humanidad. Además, la impotencia que sienten aquellos que siempre han podido hacer algo y a los que la amenaza de los incursiones les sobrepasa es otro leitmotiv de Hickman que aquí llega al alcanzar un pico.
El guionista se permite también cerrar tramas que quedaron abiertas desde AvX y a volver a los personajes que le pusieron en la posición privilegiada de la que ahora disfruta: Los Cuatro Fantásticos. Y es que aquí van ganando peso y los vuelve a tratar con mucho cariño. Si bien siempre han estado presentes, su peso narrativo va en incremento hasta cobrar un gran protagonismo.
Hickman tampoco se olvida de desarrollar sus propios conceptos. Aparte de introducir una curiosísima versión de La Liga de La Justicia para hacer que choque frontalmente con los héroes de Marvel, sabe jugar muy bien sus bazas en lo que respecta a Cisne Negro. Se antoja como un personaje con mucha miga. Y el autor sabe explotar todo su potencial.
Sin embargo, el baile de dibujantes deja sentimientos más encontrados. Mientras que los números de Los Vengadores tienen más consistencia porque Leinil Francis Yu aguantó el ritmo, no deja de ser bastante funcional. Además, su estilo no termina de ajustarse a lo que aquí que ha buscado contar. Aunque se aprecia un esfuerzo mayor, termina dejando la sensación de que con un dibujante más especializado en este tipo de contenido. Para los números de Nuevos Vengadores se ha dispuesto de Valerio Schiti (que se le notaba muy verde en comparación con lo visto en Empyre), Salvador Larroca (quien apoya al primero en algunas páginas a las que no llegaría) y Kev Walker.
El tomo Marvel Now! Deluxe. Los Vengadores de Jonathan Hickman 7 incluyen los números 18 a 23 de la serie Nuevos Vengadores y los números 29-34 de Vengadores. Además, como de costumbre, se incluyen todas las portadas alternativas. Se distancia del modo en el que se ha publicado en Estados Unidos estos números para lograr facilitar la lectura.
El paso de Jonathan Hickman por Los Vengadores marcó un punto de inflexión que ha dejado tras de sí una influencia que a día de hoy sigue viva. Y estos cómics forman un arco importantísimo dentro de este recorrido al suponer el segundo punto de giro previo al big bang que fueron las Secret Wars.
Título: Marvel Now! Deluxe. Los Vengadores de Jonathan Hickman 7 |
Guión: Jonathan Hickman |
Dibujo: Leinil Francis Yu, Valerio Schiti, Salvador Larroca y Kev Walker |
Color: Gerry Alanguilan, Frank Martin y Paul Mounts |
Edición Nacional: Panini Cómics |
Edición original: Marvel Comics |
Formato: Tomo cartoné de 296 páginas a color |
Precio: 30.00 € |