Satanela es uno de los proyectos nacionales más estimulantes que nos espera el final de año y también una fuerte apuesta por parte de la Editorial Grafito. Desde Sala de Peligro hemos tenido la oportunidad de entrevistar al tándem creativo responsable de Satanela. En las próximas líneas hablamos con Alfonso Bueno y Diego Simone, guionista y dibujante respectivamente de la obra, quienes detallan los objetivos e influencias de este proyecto, reflexionan acerca del terror e indican qué próximos proyectos están cocinando.
Entrevista con Alfonso Bueno y Diego Simone
En el epílogo de Satanela se explica el origen del proyecto. ¿Por qué fue lo que os evocó y os motivó a lanzaros a ello en primer lugar?
Alfonso Bueno: Como contamos en el epílogo, el origen fue un afiche publicitario en una exposición sobre carteles de jazz, donde aparecía una vedete llamada Satanela. Después la historia se fue gestando. Cuando Diego se sumó al proyecto aportó toda su creatividad y el cómic se hizo realidad.
Diego Simone: Con Alfonso veníamos creando historias cortas para la revista Cthulhu (Diabolo Ediciones) en las cuales nos centrábamos principalmente en la temática del terror. Produciendo esas historias fuimos conociendo los gustos de cada uno y encontrando puntos en común, así que luego de unos cuantos años de colaboraciones, decidimos animarnos a crear una historia en formato novela gráfica siguiendo la línea del tipo de historias que veníamos generando. Satanela es el resultado de eso.
Es vuestro medio, pero ¿Cómo supisteis que Satanela era una historia que funcionaría tan bien contada en un cómic?
Alfonso Bueno: Es algo que realmente no sabes hasta que el guion se traslada a imágenes. Yo confiaba en la profesionalidad de Diego y por otro lado teníamos algo a nuestro favor: la ambientación de la época, que nos aseguraba que estéticamente el cómic llamaría la atención.
Diego Simone: En mi experiencia personal, generalmente uno se da cuenta si el proyecto puede convertirse en algo interesante a medida que se va creando. Desde mi rol de dibujante, ir viendo como Alfonso iba enriqueciendo el mundo de esta historia con personajes, tramas y lugares fue lo que me dio el indicio de que estábamos bien encaminados.
¿Cómo llegasteis a que Grafito Editorial os diese luz verde al proyecto?
Alfonso Bueno: Grafito fue una de las primeras opciones a la hora de contactar con editoriales, porque nos gusta el mimo que dedican a sus publicaciones, cómo se preocupan por la promoción y distribución de sus cómics. Por suerte, confiaron desde el principio en el proyecto y nos apoyaron para que este viese la luz.
Diego Simone: Por una cuestión de distancias, fue Alfonso, nuevamente, quien se encargó de pasear el proyecto hasta que consiga hogar. Esas cosas a veces llevan tiempo, pero por suerte a los editores de Grafito les interesó el proyecto e inmediatamente comenzamos a charlar para llevarlo adelante.
Este es un cómic de ficción histórica de terror. ¿Qué es el terror para vosotros? ¿Qué os da miedo?
Alfonso Bueno: Para mí el mayor atractivo que tiene el terror como género es que permite al lector regresar a sus temores más primigenios, aquellos que conserva el niño que tenemos en nuestro interior, los que nos recuerdan que había un momento en que habitábamos un mundo desconocido. En este momento social que vivimos, donde cada vez hay más inestabilidad y violencia, es casi un alivio leer historias de un terror más inocente. Personalmente, me da mucho más miedo la ignorancia y la intolerancia que se están expresando en nuestra sociedad, y cómo hay gente que utiliza el miedo para dirigir a otros. Eso es mucho más terrorífico que nuestra Satanela.
Diego Simone: En lo personal, creo que el género de terror me interesa porque funciona muy bien como herramienta para hacer un comentario sobre las cosas que nos interesan, nos preocupan, etc. El monstruo, el mal, lo que no se ve… son metáforas muy potentes.

Una de las grandes ventajas del terror cinematográfico es que tiene el sonido. Sin embargo, en Satanela hay imágenes sobrecogedoras y una atmósfera bastante densa. ¿Qué recursos tiene el cómic para ser efectivo en este género?
Alfonso Bueno: La narración del noveno arte está repleta de recursos que suplen la ausencia de sonido. En Satanela hemos tratado de que las imágenes hablen por sí solas. El lector se encontrará con un cómic muy visual y dinámico, donde los textos no interrumpen la narración gráfica, sino que la complementan.
Diego Simone: Si. El terror en el comic no es fácil de hacer. No digo que sea fácil en el cine, pero cuenta con herramientas que aquí no existen. En lo personal, mi manera de equilibrar eso es pensar muy bien el relato, los planos, el ritmo de la historia. Decidir que mostrar y que mantener oculto y dejar que el lector complete.
Se ha estado últimamente sobrexpuesto a muchas imágenes perturbadoras y el público ya tiende a ser bastante cínico al respecto. ¿Creéis que sigue siendo posible hacer que alguien pase miedo?
Alfonso Bueno: Es cierto que el terror es uno de los géneros más manidos, tal vez porque erróneamente se piensa que depende del efecto sorpresa. En nuestro cómic hemos tratado de no abusar de los sustos fáciles (por otro lado, mucho menos efectivos en el cómic que en el cine), de modo que dosificamos las raciones de terror, alternando esas escenas con un argumento que también bebe del suspense y el género negro.
Diego Simone: Es difícil competir con la realidad, más en tiempos en que cualquier situación realmente espantosa es vista en las redes sociales como si nada. Pero justamente, creo que hacer terror se trata de contar historias, ficción, que se puede mover en el terreno de la fantasía, pero no intentar equipararse con el horror real. No se trata de eso, en todo caso, se trata de cuestionarlo.
Satanela es un personaje que entra en dialogo con un arquetipo muy empleado como es el de la femme fatale. ¿Cómo lograsteis dotar de una diferenciación y de una personalidad propia?
Alfonso Bueno: En Satanela queríamos evitar los personajes arquetípicos. Para ello, tratamos de aportar una doble lectura a los protagonistas. Pese a que cumplen roles marcados en la narración, Diego no encaja con el ideal del héroe y Satanela no es una villana al uso. Nuestra intención era dotar a los personajes de cierta profundidad. Prefiero que sea el lector el que juzgue si hemos logrado nuestro objetivo.
Diego Simone: La construcción del personaje fue obra de Alfonso, así que mejor que lo cuente él. Desde mi lugar, basamos la imagen de Satanela en la de Louise Brooks, la actriz y bailarina «flapper» por excelencia, ya que encarna muy bien visualmente el arquetipo de la femme fatale, pero trasladado a los años 20s.

En España hay una interesantísima relación con el terror, aunque nunca ha alcanzado el reconocimiento crítico. ¿Cómo valoráis el género a nivel nacional y donde os gustaría que se enmarcarse la obra?
Alfonso Bueno: Como lector no me preocupa tanto la nacionalidad de aquello que leo. Creo que se debe a la cultura globalizada que consumimos en la actualidad. Personalmente, preferiría que la gente no pensase que lee un tebeo español y que piense más en el género en que está enmarcada la obra, independientemente de la nacionalidad de los autores (por cierto, de ambos lados del Atlántico).
Aunque se menciona el expresionismo alemán, también he visto elementos de la teatralidad de Segundo de Chomón, de los mundos ocultos de Edgar Neville o, incluso, del tratamiento perverso hacia los niños de Chicho Ibáñez Serrador. ¿Qué referentes culturales españoles y/o argentinos habéis empleado?
Alfonso Bueno: Tal y como mencionas, Edgar Neville, y en particular su película La torre de los siete jorobados, ha alimentado inconscientemente la creación del antimundo que aparece en Satanela. También, si hablamos de cómo el cine silente nos ha ayudado en la caracterización de personajes y ambientación, habría que dar crédito a Segundo de Chomón, pero en menor medida que a Murnau, Lang, Pabst o Wiene. Lo que sí ha amamantado a Satanela es la España negra de los reportajes de El Caso. El Madrid olvidado y pintoresco de las tabernas, las pensiones, los tranvías, los serenos y los borrachos cantando el Rascayú o el Apaga luz. También el tebeo nacional, al que rendimos un pequeño homenaje con el personaje de Rigoberto, llamado así por la historieta Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte. En cualquier caso, nuestras referencias no han sido tanto geográficas como históricas. Hemos buscado aquello que nos ayudara a recrear un peculiar periodo histórico, sin importarnos de qué país provenía.
Diego Simone: Cuando comenzábamos el proyecto, le pedí a Alfonso que me envíe un listado de películas que me puedan servir de inspiración. Así que tuve la oportunidad de descubrir películas maravillosas como La torre de los siete jorobados, El cine de Berlanga, puntualmente El verdugo, Placido y La escopeta Nacional. Tristana de Buñuel, Calle Mayor y Muerte de un Ciclista de Bardem…
Tiene pinta de que ha exigido un gran proceso de documentación, al tratarse de una obra con una ambientación histórica. ¿Cómo fue el proceso de captación de información y cuanto de este ha terminado impregnando en el resultado final?
Alfonso Bueno: Hemos buscado muchas referencias gráficas: fotos del Madrid de la época, personajes peculiares de la urbe, carteles de los cabarets y publicidad de aquellos años. Cada pequeño detalle ha exigido su documentación, desde qué canción se cantaba en el cabaret hasta qué coche aparece en determinada escena o qué cartel hay en un comercio. Pero no hemos dejado que esa documentación nos encorsete, ya que el Madrid que aparece en Satanela es una ciudad a medio camino entre la realidad histórica y la fantasía que exigía el argumento. Por ejemplo, hemos utilizado la estética del parisino Cabaret de L’Enfer para el Cabaret de la Nada donde el protagonista, Diego, conoce a Satanela. Por otro lado, el paisaje del antimundo y sus personajes fantásticos también supusieron un arduo trabajo de imágenes infernales que aportaran al lugar la atmósfera necesaria.
Diego Simone: Muchísima documentación. Alfonso consiguió muchísimo material, no solo de la ciudad, sus edificios, su arquitectura. También vestuarios, trabajos callejeros, vehículos… todo está debidamente documentado.

No es un cómic político, pero el hecho de que ambiente en 1929 ha provocado que, al leerlo, no se deje de respirar cierto aire de despreocupación previo al desastre que estaba por llegar. Como si la Guerra Civil fuera algo imprevisible. ¿Es algo que se tuvo en mente a la hora de crear este trabajo?
Alfonso Bueno: La guerra civil no estaba en nuestra mente al hacer el cómic. Si acaso esa despreocupación que nos comentas la relacionaría con el periodo de entreguerras en Europa. Me interesan esos años donde, con las heridas abiertas de un conflicto bélico y a punto de estallar otro, surgieron todas esas vanguardias artísticas que con unas expresiones culturales descarnadas retrataban el momento convulso que estaba viviendo el viejo continente.
El ambiente que se respira es urbanita, bohemio y moderno. Locales de jazz, prostitución… Esa libertad, en esa época, se tiende a asociar más con la gran ciudad de los años veinte: París. ¿Creéis que la España de la época estaba muy alejada?
Alfonso Bueno: España siempre ha ido retrasada unos años respecto a las vanguardias de otros países europeos. En lugar de considerar esto una desventaja, yo creo que es una cualidad, pues hizo que en ciudades como Madrid o Barcelona conviviera la modernidad con la tradición. La dicotomía provocada por ese contraste ha contribuido a modelar el ambiente cultural ibérico.
Diego Simone: Desconozco sobre el día a día de Madrid por aquellos años, pero al centrarnos en un grupo de músicos, artistas, inevitablemente creo que es lo que hace que se sienta esa sensación de fiesta, bohemia y alcohol.
Habéis colaborado previamente adaptando a otros autores. Sin embargo, esta vez os lanzáis con un guion original. ¿Ha afectado en algo al proceso creativo?
Alfonso Bueno: Aunque Diego y yo hemos adaptado a autores como Ray Bradbury, Sheridan Le Fanu o el mismísimo Bécquer en historietas cortas, ya habíamos colaborado con guiones propios en más de una ocasión, de modo que Satanela no es nuestra primera historia original. El trabajar con un argumento propio siempre permite más libertad a los autores. Nuestra experiencia previa de trabajo en equipo en historietas cortas para antologías fue un buen entrenamiento para afrontar la realización de esta novela gráfica.
Diego Simone: No, para nada. Lo bueno de haber colaborado en muchos proyectos previamente es que ya conocemos como trabaja cada uno. Aunque obviamente, al ser una novela gráfica, esta historia es más minuciosa y ambiciosa que las que ya habíamos hecho. Por lo tanto, requirió mucha más atención a los pequeños detalles.
Hablando del proceso, ¿Cuál es el vuestro? ¿Le envías el guion terminado a Diego y él trabaja sobre eso o él va implicándose en el proceso de escritura?
Alfonso Bueno: Mis guiones suelen ser detallados en cuanto a descripción de planos, ambientación y documentación. En el caso de Satanela, Diego trabajaba con el guion completo y luego veía como trasladarlo a la página. En ese sentido, quisiera destacar que es un artista capaz de valorar y respetar el trabajo del guionista, aportando su propia creatividad a la página final, con resultados tan espectaculares como los que podéis ver en las páginas de nuestra novela gráfica.
Diego Simone: Generalmente comienza Alfonso escribiendo el guion. Luego de leerlo, comienzo a bocetar las páginas de manera muy esquemática, focalizándome en el relato y no tanto en el dibujo. Lo vemos entre los dos, se charla, y una vez que nos convence, paso al dibujo (trabajo de manera digital, así que la etapa lápiz y entintado se unifican), se lo vuelvo a enviar a Alfonso, y nuevamente, una vez que nos convence, comienzo con el color y luego el rotulado.
¿Qué proyectos tenéis en mente para el futuro?
Alfonso Bueno: Respecto a mi faceta como ensayista, está a punto de publicarse mi tercer libro de cine, en este caso centrado en el cine de boxeo. Además de este libro preparo una nueva colaboración para la revista Cthulhu. En el futuro espero que salga adelante un proyecto que estoy llevando a cabo enmarcado en el género negro.
Diego Simone: A finales de año saldrá una nueva novela gráfica que ilustré durante este año para el mercado norteamericano y simultáneamente también se editará en Italia. Actualmente me encuentro dibujando otras dos novelas gráficas para el mismo mercado y, cuando el tiempo me lo permite, avanzando con un webcómic que se puede leer por aquí: https://www.instagram.com/noidwebcomic/