El cómic independiente americano siempre ha tenido público en España y son pocas las veces en las que los lanzamientos que se publican en nuestro país no llaman la atención de nuestros lectores. De todas formas, y aún y a pesar del esfuerzo que hacen nuestras editoriales, hay que tener en cuenta la dimensión que tiene el mercado americano y la cantidad de nuevos títulos que se publican cada año. En muchas ocasiones, algunos pasan desapercibidos o quedan aparcados y aunque la calidad de muchos es indudable, no encuentran su oportunidad para ser publicados en nuestro país. Por eso, en Sala de Peligro hemos pensado que sería interesante destacar diez títulos que creemos podrían gustar mucho a los aficionados españoles y que todavía no han encontrado un hogar en España. Hoy…
COFFIN BOUND
(Primera fecha de publicación: Agosto de 2019, Image Comics)
«Si te gusta el trabajo de Dan Watters en Lucifer, este es todavía más raro…”
Neil Gaiman
Apostar por una serie cuando apenas lleva siete números publicados podría parecer bastante arriesgado, pero el trabajo de Dan Watters durante los últimos cuatro años y la gran calidad de estos primeros números otorgan las garantías suficientes para que podamos afirmar que Coffin Bound es una de las mejores series regulares que Image Comics está publicando actualmente.
La narración de Dan Watters es muy particular en su estilo, pero si hay algo que llama la atención es la influencia que el Sandman de Neil Gaiman ha tenido en esta obra. El mismo escritor reconoce que su etapa escribiendo en el universo Sandman le abrió los ojos y le permitió descubrir “la importancia de todos los detalles que habitan tu mundo. Ya sean sueños o lógica, todo siempre tiene importancia.” Por eso mismo, no es de extrañar que la primera página con la que empieza esta serie pueda ser considerada una declaración de intenciones.
Según las palabras de su propio autor, Coffin Bound es “un viaje de carretera a través de una vida salpicada de sangre” y narra la historia de una chica que decide borrar su existencia del mundo con el fin de evitar la persecución de un asesino. Sin embargo, el recorrido se acerca más a una disección de la ausencia de valores y permite su traslación visual gracias a la ayuda de dos protagonistas que hacen tangible ese proceso. De esa manera, vemos el recorrido a la inversa y mientras una acepta ser objeto de deseo, la otra rechaza esa idea y prefiere dejar de ser.
No es un concepto fácil de entender y se puede convertir en un desafío para el lector, aunque cabe decir que a pesar de la notoria influencia que tiene Nietzsche en esta obra, el escritor sabe hacerse entender y no divaga sin motivo. Watters describe un mundo ajeno y juega con la realidad, la distorsiona y le da la forma que mejor ayuda a discutir la importancia de uno mismo. Tal vez espeso para algunos o confuso para otros, sí es cierto que Coffin Bound merece un extra de atención. La obra se disfraza de “road trip” y puede recordar a esas películas de bajo presupuesto para adultos en las que la sangre y el sexo eran parte esencial del producto, pero en este caso no están de adorno ni pretenden otra cosa que no sea indicar el valor que los personajes se dan a sí mismos. Desde un principio, Watters nos indica que estamos destinados a acabar en un ataúd, ayudándonos a entender que no es el fin de la persona lo que debería preocuparnos sino de cómo aceptamos y lideramos nuestro trayecto. Afortunadamente, la visualización de ese trayecto es el otro punto fuerte de esta obra.
Dani consigue trasladar las ideas de Watters a las viñetas sin que esa alteración de la realidad sea inconveniente para el lector. La co-creadora de Coffin Bound tiene un estilo que no es para todos los públicos, eso es cierto, pero también lo es que su estilo se adapta como un guante a una serie como esta. La historia de Watters y Dani no necesita brillos, ni atisbos de final feliz. Este es un mundo tosco y sucio, sin ningún tipo de “decoración interior” y que agradece que el dibujo se aleje del estilo más comercial y lo haga acompañado de una paleta de colores que rechaza dar vida a un mundo que está muerto.
Coffin Bound satisface las ansias por una vuelta del sello Vertigo con una historia que examina al lector y que en ocasiones parece estar siendo disfrutada desde el asiento de un cine al aire libre.
Equipo artístico
El proyecto ha sido creado por el escritor Dan Watters y la artista Dani, los cuales empezaron a considerar trabajar juntos a raíz de una “comission” que la artista recibió y que colgó en Facebook.
Watters es un escritor británico relativamente nuevo en el medio y que forma parte del colectivo de escritores conocido como White Noise (que incluye entre otros a Ram V, Ryan O’Sullivan o Alex Paknadel). Su primer trabajo fue Limbo, una mini serie de seis números editada por Image en 2016 que ya dejaba clara su preferencia por el misterio y los elementos sobrenaturales. De ahí pasó a colaborar con Vault Comics (Deep Roots) y aunque su trabajo fue eclipsado por otras obras de la editorial como These Savage Shores o Fearscape, su muy personal forma de escribir le llevó a formar parte del universo Sandman de DC, donde actualmente escribe Lucifer. Tras cuatro años, Watters ha vuelto a Image con la que parece va a convertirse en su primera obra de referencia y ya anuncia dos nuevas series en Diciembre de este año, una titulada Home Sick Pilots para Image Comics y The Picture of Everything Else para vault Comics
Al igual que su colaborador, Dani también es bastante nueva en el medio. La dibujante se dio a conocer al ganar el premio del público en los Greek Comic Awards en 2015 por su serie auto publicada Tales From The Strips y ha pasado los últimos años trabajando para 2000 AD. Su último trabajo ha sido un proyecto de crowdfunding a través de Kickstarter titualdo Girls With No Name en colaboración con el sello Legion M.
El resto del equipo de Coffin Bound lo forman Brad Simpson (color), quien inició su carrera coloreando el Team Up de Deadpool y tras su paso por Marvel aterrizó en Image donde se encargó de series como Sex. Recientemente ha colaborado con Vault en Black Stars Above y con Aftershock en Join The Future, Aditya Bidikar (rotulación), más conocido por sus trabajos en Isola y These Savage Shores y Emma Price que es quien se encarga del diseño gráfico de la serie.
Formato
Como comentaba anteriormente, Coffin Bound es una serie relativamente nueva y es difícil considerar que formato es el que mejor se adaptaría a su publicación. Los dos primeros arcos constan de 4 números y dado que todavía se desconoce el número final de episodios que tendrá esta serie, apostar por los tomos de cuatro números sería la apuesta más lógica (Dan Watters ha anunciado que debido al tono de la serie y al mal año que estamos todos viviendo, tanto él como Dani han decidido poner la serie en pausa a partir del octavo número). Si tuviese que escoger, me encantaría ver cada volumen publicado en tapa dura.
Otros títulos parecidos que podrían publicarse
Lo más sencillo sería recomendar cualquier trabajo de la extinta Vertigo, pero todo ese material ya ha sido publicado en España, así que es difícil encontrar tebeos no publicados que se le parezcan. De todas formas, el lanzamiento de Coffin Bound sería perfecto para que en España también se considerase la publicación de Limbo, el primer trabajo de Watters para Image.