Este año hemos vivido infinidad de situaciones que nunca pensamos que íbamos a vivir. La pandemia que seguimos sufriendo ha cambiado por completo nuestra forma de vida. Hemos cambiado hábitos, y todavía nos queda mucho por delante. Pero lo que no ha cambiado por el momento es nuestra identidad cultural, más o menos todos tenemos claros quiénes somos y a qué tipo de sociedad pertenecemos. Pero, ¿alguna vez os habéis preguntado si todo el mundo tiene tan claro esa idea?
Hace bastantes años hice mi Erasmus en Polonia, país fuertemente marcado por los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Algo que me llamó mucho la atención era que los estudiantes alemanes nacidos a finales de los ochenta decían en clase que la Segunda Guerra Mundial y todo lo acontecido en la Shoah (conocido comúnmente como el Holocausto) era culpa suya, pero no de su sociedad o historia, sino de ellos como personas. Aquello me impactó muchísimo. El sentimiento heredado de culpa, en el caso alemán, es algo que se aprende a través del sistema educativo y que al mismo tiempo se hereda en la educación familiar.
Sin embargo, hay muchos otros factores que juegan en la aparición de ese sentimiento de culpa y Nora Krug lo transmite perfectamente en su novela gráfica Heimat. Lejos de mi hogar publicado ahora en castellano por Salamandra Graphic. Hay que tener en cuenta que esta obra es autobiográfica, y que para poder llevarla a cabo Krug no sólo contó con el incondicional apoyo de su familia, que le ofreció toda la información posible acerca de su árbol genealógico. Sino que también creo parte de ella a partir de una increíble investigación.
Nora Krug pertenece a una familia alemana que, en la actualidad, vive en Brooklyn. A partir de un encuentro fortuito en Nueva York con una superviviente de los campos de concentración, Krug da inicio a Heimat. Lejos de mi hogar, obra en la que pretende encontrar su propia heimat. Este concepto alemán, tal y como explica en la obra la autora, es difícil de traducir por una única palabra, pero hace referencia a ese lugar en que nace una persona y hace su primera socialización. Además, tiene una connotación sentimental. Hace referencia también a esa sensación de familiaridad con un lugar en el que nunca se ha estado. A partir del encuentro con la superviviente, Krug empieza a plantearse qué significa para ella ser alemana ya que se considera como tal por cuestión de nacimiento y familia. Y cómo afecta su acento, al hablar inglés, en su forma de relacionarse con la gente que la rodea.
Y es que, aunque no nos demos cuenta, muchas veces el país de origen de una persona hace que tengamos ideas preconcebidas respecto a ellas. Y, en el caso de las personas nacidas y criadas en Alemania, estas ideas preconcebidas giran siempre en torno a ideas heredadas socialmente y siempre relacionadas con la Segunda Guerra Mundial. Teniendo todo esto en cuenta, la autora investiga a su familia y sus respectivas historias, ya que ¿cómo vas a saber quién eres si no sabes de dónde vienes?. Krug no sólo trata su historia familiar en su novela gráfica, sino que reflexiona sobre temas como la identidad cultural, la memoria histórica acerca de la Segunda Guerra Mundial y cómo todo ello afecta a personas que no vivieron el conflicto de forma directa. Y es que las consecuencias del conflicto no sólo afectan a las víctimas directas del mismo.
Krug se enfrenta a la idea que comúnmente conocemos como memoria histórica a través de un análisis profundo de documentos, entrevistas, compra y recopilación de fotografías de la época, así como de objetos. La autora fue muy estricta documentando la época en la que vivió su familia, para así podre reconstruir su historia familiar de la forma más precisa posible. Y es que su participación en la Segunda Guerra Mundial, de una forma u otra, es lo que la guía en todo momento.
Pero Krug no se queda únicamente en el análisis de la historia y los datos recogidos, sino que reflexiona a partir de ellos en lo que estos suponen para ella y su forma de ver la vida. Para así averiguar de dónde proviene su sentimiento de culpa, y porqué ella no parece encontrar su heimat. ¿Será capaz de encontrar su propia identidad cultural?
El apartado gráfico de Heimat. Lejos de mi hogar es imposible de describir como único. Krug emplea un amplio abanico de recursos: ilustración, cómic, collage, fotografía… además, entremezcla páginas más tradicionales en su planteamiento de cómic, con ilustraciones a doble página, reformula la página para que parezcan libretas con anotaciones y recortes, escanea documentos que incluye en sus ilustraciones e incluso recrea obras de arte tan importantes como El caminante sobre el mar de nubes del pintor alemán Caspar David Friedrich, obra que recrea y resignifica en esta obra.
La narrativa de la obra no es lineal, como podría esperarse en una recuperación histórica o una biografía. Krug da saltos en el tiempo, y centra su estudio a partes iguales en los personajes de los que habla y sus propias reflexiones. Lo más interesante de todo esto es que ninguna de las decisiones que se hace en cuanto a la representación gráfica es aleatoria. La autora ha sido igual de cuidadosa tanto en su investigación como en su representación.
La edición de esta novela gráfica ha debido ser muy complicada, especialmente en su maquetación, sin embargo, Salamandra Graphic ha hecho un trabajo excelente. Heimat. Lejos de mi hogar de Nora Krug es, sin duda, una de las mejores obras publicadas este año en castellano. Sino la mejor, a falta de un mes para terminar este accidentado 2020.
El hecho de poder acceder a través de ella a la historia más personal de la autora, así como a unas interesantísimas reflexiones acerca de temas tan complejos como los aquí presentes hace que esta novela gráfica sea interesante no sólo para historiadores e historiadores del arte. Sino, también, para todo aquel adulto que quiera acercarse de una forma distinta, pero muy efectiva, a las consecuencias actuales de la Segunda Guerra Mundial. Y es que ese sentimiento de culpa del que se hablaba al inicio de esta reseña, en muchos casos es exacerbado por nuestra propia ignorancia al tratar con alemanes. Personalmente, si pudiera, les recomendaría a mis antiguos compañeros Erasmus que leyeran esta obra. Si fuera posible, además, lo incluiría en todos los currículums académicos de bachiller. Un imprescindible en absolutamente todas las bibliotecas y colecciones, sin lugar a dudas.
Título: Heimat. Lejos de mi hogar. |
Guion, dibujo y color: Nora Krug |
Edición Nacional: Salamandra Graphic |
Edición Original: Scribner (Simon & Schuster) |
Formato: Cartoné, 288 páginas |
Precio: 28,00€ |