Los superhéroes gravitan sobre una serie de conceptos que son muy propios. Uno de ellos es el del sidekick. Si se tira del hilo, se podría decir que es una actualización de las relaciones entre caballero y escudero de las novelas de caballerías. Sin embargo, esa idea de que todo héroe necesita a un compañero sin el que no duraría ni medio telediario es algo que no tendría que funcionar en un personaje como Batman. El Caballero Oscuro no es alguien cercano que represente la esperanza y que, a priori, no parece ser la persona más colaborativa. No en vano es un empresario de éxito en un sistema capitalista y si esa no es la representación máxima del individualismo…
Pero ahí está Robin para demostrar lo contrario. Este personaje va más allá de tener la clásica relación paterno filial. Al haber muchos y diversos Robin, todos le han descubierto facetas de la personalidad al héroe. Dick Grayson ejerció de todo lo que podría haber sido y no fue. Hasta que se fue y se emancipó, y entonces consiguió encontrar su propia identidad y voz. Jason Todd es el fracaso y la exhibición de sus vulnerabilidades, además de ser todo lo contrario a lo que fue Dick. Tim Drake es el heredero generacional de Dick, mientras que Damian es el ímpetu absoluto. Estos son los cuatro principales y aquellos que han tenido un mayor desarrollo, pero no han sido los únicos.
Y este Robin: Especial 80 Aniversario logra transmitir todo eso con unas pequeñas pinceladas hechas por todos aquellos creadores que han logrado marcar al personaje. Hay grandes nombres y retornos de implicados para contar unas muy breves pero significativas historias que no solo es un retorno a los cómics que los lectores más han disfrutado, si no que están abiertos a la reflexión respecto a la relación con Batman y qué significa su presencia.
Por tanto, esta antología va de la nostalgia, de las idas y venidas y de las diferencias y similitudes que tienen todos y cada uno de los personajes. Pero contada con la intención de despertar a esa emotividad peculiar a la que solo los cómics de superhéroes tienen acceso. De algún modo, Robin siempre es un superhéroe juvenil al que distintas generaciones han tenido acceso. Del modo que otros personajes, ha madurado junto a los lectores y es de esos hacia los que se sienten una predilección sin parangón. Y ese sentimiento tan abstracto se ha logrado capturar aquí.
La visión del conjunto es que todas las historias cortas funcionan y da un todo bastante compacto formado de puntos, como si fuese un retrato impresionista. Sin buscar salirse de la línea, reinventar nada en absoluto o hacer adelantar ninguna trama, este cómic conjura distintas sensibilidades de nombres tan dispares como Marv Wolfman (quien no podía faltar, siendo el principal desarrollador de Dick Grayson), Chuck Dixon, Tom King, James Tynion IV o Peter J. Tomasi.
Toda esta mezcla de talento y de distintas generaciones se traduce en historias muy distintas que retoman todos los elementos estéticos y narrativos de sus etapas dentro del personaje. En todas y cada una de ellas, se respira un aire de episodio breve perdido donde se prima la aventurilla, salvo por el escrito por Judd Winnick y protagonizado, paradójicamente, por la versión más violenta de Robin: Jason Todd. Seguramente sea la más emotiva, al centrarse en un pequeño momento de falta de empatía emocional.
En cualquier caso, reina la peripecia y cuando uno lee lo que aquí se despliega ante los ojos, no puede evitar sonreír al ver ese espíritu aventurero clásico de Robin y Batman compenetrándose a la perfección y yendo a parar a unos malos. Se palpa un clasicismo que, lógicamente, es difícil de encontrar en los cómics contemporáneos. Pero también se encuentran historias muy frescas que juegan en dirección contraria, pero que contrastan muy bien
Si se comienzan a citar los artistas implicados, es no es menos apabullante: Daimon Scott, Dan Jurgens, Dustin Nguyen, Freddie Williams II, Javier Fernández, Jorge Jiménez, Lee Weeks, Mikel Janín, Ramón Villalobos, Scott McDaniel y Tom Grummett. Todos y cada uno de ellos parecen haber estado concienciados de la importancia de tal acontecimiento y han buscado dar la mejor versión de sí misma. Los estilos no podrían ser más dispares, pero al estar contenidos con el equipo con el que habían trabajado previamente, se siente que están totalmente en su salsa. Además, tal variedad contribuye a que la lectura se sienta muy satisfactoria y completa.
El tomo de ECC Ediciones, aparte del número especial americano, incluye, a modo de complemento, Batman Chronicles: The Gaunlet, una introducción y las distintas portadas variantes.
El hecho de que Robin haya cumplido ochenta años es todo un hito. Como también lo es la publicación de este cómic a modo de homenaje que no solo permite reivindicar la importancia de este personaje (o personajes) si no que permite revisar su progreso a lo largo del tiempo, que también es el del cómic de superhéroes. Una excelente puerta de entrada para neófitos pero que tocará a todos aquellos que conocen al pájaro que parece que siempre volará alto.
Título: Robin: Especial 80 Aniversario |
Guión: Adam Beechen, Amy Wolfram, Bruce Canwell, Chuck Dixon, Devin Grayson, James Tynion IV, Judd Winick, Marv Wolfman, Peter Tomasi, Robbie Thompson, Tim Seeley, Tom King |
Dibujo: Damion Scott, Dan Jurgens, Dustin Nguyen, Freddie Williams II, Javier Fernández, Jorge Jiménez, Lee Weeks, Mikel Janin, Ramón Villalobos, Scott McDaniel, Tom Grummett |
Color: Adriano Lucas, Protobunker, Hi-Fi, Jeremy Cox, John Kalisz, Jeremy Colwell, David Baron, Brad Anderson, Alejandro Sánchez, Tamra Bonvillain |
Edición Nacional: ECC Ediciones |
Edición original: DC Comics |
Formato: Seis tomos cartoné de 168 páginas a color |
Precio: 19.95 € |