Hace un tiempo publicamos en Sala de Peligro un artículo que relacionaba cómics y literatura, tanto por sus adaptaciones como por sus traslaciones entre ambos medios. Un artículo que gustó mucho, no sólo por las recomendaciones, sino por el descubrir a mucha gente las increíbles posibilidades del cómic adaptando otras artes. En La caída de la casa Usher de Raúl García ocurre el triple tirabuzón: literatura, cine de animación y cómic.
Basándose en los escritos de Edgar Allan Poe, Raúl García, animador español que ha trabajado para Disney y otros estudios de animación, hizo varios cortos que terminaron convirtiéndose en un largometraje llamado Extraordinary Tales. Y éste, a su vez, recuperó el corto relacionado con La caída de la casa Usher para convertirlo en la novela gráfica que aquí reseñamos.
En La caída de la casa Usher encontramos la historia de Frederick, a su vez narrador, quien tras muchos años alejado de la familia Usher y sus terrenos recibe una carta de parte de su antiguo amigo Roderick Usher. Éste quiere que vaya a visitarlos lo antes posible, ya que su hermana Madeleine y él sufren una enfermedad que amenaza con terminar con la familia Usher. Y Roderick está convencido que la compañía de su amigo de juventud, Frederick, sólo hará que ayudar a aliviar el dolor de ambos. Pero a su llegada Frederick sólo podrá atestiguar el declive mental de su anfitrión tras la pérdida de su hermana. Iniciándose así una pérdida paulatina de la razón por parte de ambos. Y es que Frederick teme no poder escapar de la casa de los Usher, y del fantasma que la habita.
La caída de la casa Usher era originalmente un cuento de terror victoriano escrito por Edgar Allan Poe, por lo que los tropos fantasmagóricos, melancólicos, tenebrosos y terroríficos desarrollados tanto en la casa, como en los propios personajes, son la base de toda la historia. Raúl García, gran admirador de la obra de Poe, creó un corto de diecisiete minutos sobre esta historia. Corto que recibió multitud de premios, y que además contó con la voz de Christopher Lee como narrador.
Esta novela gráfica adapta ese corto utilizando el material creado por un gran número de diseñadores, animadores y técnicos. El trabajo de García en esta novela gráfica radica en convertir la narrativa del cine de animación, a una narrativa propia del cómic. Y, aunque puede parecer sencillo, no lo es. Obviamente, el apartado gráfico corre a cargo del autor, junto al equipo correspondiente de Melusine, Studio 352, The Big Farm, R&R Communications y Melón Digital. A quienes reconoce su labor, y dedica la obra impresa.
Debido a la temática de la obra, tanto los escenarios como los personajes son muy oscuros salvo en un recuerdo del pasado. Y es que el declive de la familia se ve reflejado incluso en los paisajes que rodean la mansión. El fuego en las chimeneas y velas, o los reflejos de las tormentas, serán los únicos puntos de luz en la obra. El diseño de los Usher, estilizado en ambos casos, se convierte en enfermizo y fantasmal con el paso de la historia. Mientras que Frederick se mantiene físicamente, como el único personaje con forma más redonda y humana. Incluso cuando él mismo duda de poder sobrevivir.
García juega con el tamaño de las viñetas, e inserta viñetas dentro de viñetas para guiar la vista del lector por la página, así como para enfatizar las reacciones de los personajes ante ciertos eventos. Obviamente, viniendo del mundo de la animación, su narrativa tiene ese toque de película que el autor no puede evitar. Y que tampoco es necesario que lo haga. Parte del efecto final de esta obra es esa proximidad al cine sin ser, obviamente, una película.
Aunque hay infinidad de cómics basados en esta historia de Allan Poe, esta versión es muy interesante por la permeabilidad de medios que ha utilizado el autor. A nivel gráfico, y si analizamos cada viñeta o escena, estamos viendo fotogramas de un film. Sin embargo, García ha sido capaz de trasladarlo al cómic de forma que no resulte extraño e incluso que olvidemos durante la lectura de dónde sale el apartado gráfico. Ya que no se trata de fotogramas impresos, sino que ha dotado de una nueva narración a su obra. En ella poco a poco vemos como Roderick Usher cae en el abismo de la locura, y la mansión en la que ha vivido toda su familia lo acompaña de forma física en esa caída. Con Frederick como narrador, el lector se verá inmerso en ese lento descenso, sin poder apartar los ojos de las páginas.
Aunque es un relato corto, la edición de La Cúpula en cartoné y un papel satinado de gran calidad merecen mucho la pena. Y es que, aunque normalmente el papel satinado puede gustar más o menos en los cómics, en este caso, debido a la traslación de imágenes, hace que éstas resalten todavía más. Porque el terror de Poe no deja de ser un terror literario muy clásico que, sin embargo, sigue funcionando hoy en día. Y García ha conseguido capturarlo y trasladarlo al cómic de forma magnífica.
Una obra recomendada tanto para los fans de Poe, como del terror victoriano. Así como para aquellos lectores que busquen un cómic diferente e interdisciplinar, o con especial interés por el mundo de la animación.
Título: La caída de la casa Usher |
Guion: Edgar Allan Poe y Raúl García |
Dibujo y color: Raúl García |
Edición Original: La Cúpula |
Formato: Cartoné, 84 páginas |
Precio: 18,50€ |