Palabra de Editor 11 – La temida revisión de proyectos.

Palabra de Editor es la columna de opinión de Pedro F. Medina (@Studio_Kat), Editor Jefe, responsable de licencias y redes sociales de Fandogamia (@Fandogamia) y periodista con una faceta nada oculta de showman en los eventos de cómic y manga.

He desaparecido en combate unas cuantas semanas por dos razones principales: se me había acumulado el trabajo con el cierre del último croufando y los libros que quedaban por revisar antes de fin de año (que al final saldrán a principios de 2021, pero al menos se ha intentado), y estamos invadidos por pedidos navideños (entre ellos los seiscientos y pico Rarutos reservados entre septiembre y octubre, ahora que ya nos han llegado los libros). Pero además llevo arrastrando un cabreo considerable con todo lo que pasó a raíz de lo del IVAM. Las reacciones de determinados sectores de esta “industria” fueron (en palabras textuales suyas) “contundentes”, porque era una afrenta que no podía ser consentida, válgame el cielo, eso no me lo dices en la calle. Y así estamos: tres semanas más tarde nadie se acuerda del tema, incluidos aquellos que no han ido en su vida a este museo que ya contaba en su haber con una interesante agenda de actividades relacionadas con el cómic. Tanta historia para un minuto de gloria. Me encantaría ver a los cónclaves defensores del NOVENO ARTE uniendo fuerzas para acabar con las auténticas lacras que preocupan al sector, como la precariedad de los/as autores/as o la pérdida de conexión con las nuevas generaciones lectoras (que no se produce solo porque no tenemos Tik-toks en los que salgamos bailando con tebeos). Ah, mira, parece que ha ocurrido esta semana con la creación de la Sectorial del Cómic. Aplausos y terror al mismo tiempo, porque aquí hay metida gente muy… contundente.

Y entre envíos y mails urgentes estoy sacando tiempo de debajo de las piedras para ir contestando correos de proyectos. Hay muchos autoras y autoras que nos envían dossiers para valoración durante todo el año, y para afrontar las revisiones divido este trabajo en dos épocas: mayo y noviembre (porque, entre otras cosas, coinciden con las fechas de eventos importantes donde también se nos suelen presentar artistas con portfolios… o al menos así era hasta que los eventos se convirtieron en Chocapic). Así que, por aprovechar esta columna/ventana al mundo que tengo a mi disposición, quería dar un par de consejos a aquellas almas que quieran aprender un poco más sobre cómo presentar un proyecto a una editorial y que no caiga en saco roto. David Rubín hizo una magnífica lista de cosas que tener en cuenta a la hora de enviar tus ideas por ahí (resumiendo muchísimo: que envíes emails personalizados a las editoriales a las que escribas, informándote antes de si les puede interesar el tipo de tebeos que haces, sin hacerse ni el listillo ni el sobradetti ni el desesperado, y mostrando resumen, guion completo y de tres a seis páginas acabadas), pero yo quiero entrar a la cosa práctica, detallitos que a lo mejor se pasan por alto pero que considero cruciales para alcanzar el éxito (esto es, que te digan que sí, que te publican… y que te satisfaga la oportunidad). Ojo, hablo desde mi experiencia, que es la de no haber enviado JAMÁS un proyecto para que me valore otro editor… pero de haber leído y estudiado más de mil diferentes, y me quedo corto. Así pues, ¡aquí van mis perlitas! Quizá tengan demasiada dosis de realidad detrás, pero os aseguro que los editores somos buenas personas. La mayor parte del tiempo. Si ya nos hemos tomado el segundo café de la mañana.

  1. No mandes un enlace con tu proyecto a través de Wetransfer o cualquier otro servicio de almacenamiento de archivos que se eliminen con el tiempo. Para cuando lo vayamos a descargar es probable que ya no esté disponible y tenga que pedirlo de nuevo… o quizá simplemente pase a contestar el siguiente correo porque no me pillaste en un buen día.
  2. En ese sentido, ¿por qué debería tu dossier ocupar mucho más de lo que quepa en un correo electrónico? Este es un primer contacto, y el tiempo que le vamos a dedicar es menor que el que tú crees que le vamos a dedicar. Keep it simple y que pese pocos megas.
  3. Por favor, no escribas un mail preguntando si puedes presentar tu proyecto (sobre todo cuando una búsqueda en Google con las palabras PRESENTAR PROYECTO FANDOGAMIA te llevan a una página con muchísima información al respecto). Has malgastado un correo y me has hecho perder treinta valiosos segundos (voy a por el tercer café de la mañana).
  4. Conquístame con una frase. No voy a leer un dossier al dedillo si el planteamiento inicial no me ha llamado la atención. Los editores somos personas (¿he dicho ya que habitualmente buenas?) con nuestros gustos particulares y apetitos, como tú y como todos los demás seres humanos. El camino para llegar a nuestras carteras es el mismo que el que nos atrae como lectores: una buena historia, un dibujo llamativo, un girito de guion del que salgas diciendo JODER ESTO HA MOLADO. Siempre pido que me escriban la frase gancho con la que un/a librero/a vendería el tebeo: si das con ella tienes una gran parte del trabajo hecho. Y, de paso, si cuando la encuentras parece que te suena a muchas otras producciones que ya existen… a lo mejor es una señal de que tienes que probar con otra cosa.
  5. ¿Esto que voy contando te parece demasiado comercial, poco artístico…? Bueno, es que estás presentando un proyecto para venderlo y que un editor lo compre, que a su vez otros lectores (esperamos que cantidades ingentes de ellos) comprarán después. Los tebeos son productos culturales y, como productos, tienen su marketing detrás. Asumir eso a la hora de diseñar cómo vas a presentar tu proyecto te puede brindar un planteamiento diferente que haga que tenga chispa.
  6. Reincido en lo de que el archivo no pese demasiado porque estoy ahora mismo tratando de descargar una carpeta desde un Drive y es la tercera vez que no lo logro… creo que este proyecto no está empezando con buen pie. Y este café necesita más azúcar.
  7. No, en serio, ¿para qué quieres meter todas las páginas embutidas ahí a cholón, incluyendo diseños de personajes y bocetos de merchandising? Para valorar si me gusta una historia o no es suficiente con tener el planteamiento, nudo y desenlace, seis páginas terminadas por completo, una portadilla y la frase con la que me lo vas a vender. ESA FRASE ES EL ALFA Y EL OMEGA, TU AVE FÉNIX PARTICULAR, SI TE BLOQUEAS Y TODO SE VUELVE OSCURO AL AVANZAR EN LA HISTORIA VUELVE A LA FRASE, ES LA BIBLIA DE TU TEBEO, ES LA FIRMA DEL CHEQUE, LA FRASE LO ES TODO. Agradezco mucho que estos datos vengan en el cuerpo del correo electrónico sin tener que descargarlos de ningún sitio: reserva el PDF que adjuntes para las imágenes. Házmelo fácil.
  8. Pon tus datos básicos y formas de contacto, además de en qué redes sueles moverte: aunque no lo pongas te vamos a buscar igual. Nos trae al pairo tu número de seguidores y todo ese rollo, nuestro trabajo es darte a conocer, pero precisamente por lo público de ese aspecto necesitamos saber a quién vamos a dar a conocer. -¡Pero Pedro, la forma de vida y las ideologías de cada uno no deberían determinar si su obra merec…!– MEEEEEC. No te voy a publicar si eres un puto nazi o un absoluto gilipollas aunque dibujes de la hostia. Fin de la cuestión.
  9. De la misma manera, si eres un autor/a que ha puesto a parir a su anterior editor en redes me miraré el proyecto con otros ojos. Si aquí nos conocemos todos. ¿Crees que los editores no hablamos entre nosotros de quién cumple, quién no, quién tiene un comportamiento reprobable o quién nos ha mentado a la madre? Piensa de nuevo.
  10. ¿No contestamos a tu correo en un plazo razonable? (Y por razonable quiero decir unas semanas después de que pase el plazo estipulado, si la editorial lo tiene, o seis meses en cualquier otro caso). Reenvía. No te cortes. Contesto a todo lo que pasa por mis manos, y si algo se queda en el limbo es porque lo he borrado sin querer o le he dado a Leído sin darme cuenta y se ha ido para abajo en la bandeja de entrada. Tengo cientos de mails con proyectos en mis cuentas, y recibo decenas de correos diferentes cada día que tengo que archivar en carpetas para dar respuesta en su momento. Y después de exponerte estás en tu derecho de recibir una respuesta, aunque sea un simple NO, GRACIAS. Hazme caso, reenvía.
  11. Si hay una forma de primer contacto estipulada por la editorial, a través de un canal habilitado, saltárselo solo porque dispongas de información privilegiada no te ayudará en tus propósitos. Traducción: NO ME ATOSIGUES POR WHATSSAP.
  12. No sé si es demasiado obvio, pero allá va: si no te fías de tu ortografía pasa el texto por un corrector. En serio. Las primeras impresiones son importantes.
  13. Un buen editor, si se interesa por tu trabajo, te dirá más o menos lo que paga en su segundo correo después de un intercambio de pareceres. Si no ocurre así, pregunta; si no hay respuesta, desconfía. Que no te vengan con que “es demasiado pronto para hablar de dinero”: si quieren tu idea o tu talento, ¿qué pueden ofrecer por él?
  14. ¿Crees que soy un cretino después de leer todo esto? Eh, son simples consejos. Claro que te puedes montar un crowdfunding y sacar el tebeo por tu cuenta, todo es válido y quien diga lo contrario es que cree que tiene una autoridad que los demás no tenemos por qué refrendar (y que sigue viviendo en el siglo pasado). El trabajo de un editor no es proclamar qué es bueno y qué no: es seleccionar lo que considera que tiene potencial y limarlo para que brille. Considéralo un asesor, si lo quieres ver así… que además es el que paga. Sarna con gusto no pica: si un editor publica cosas que te gustan, aceptarás sus consejos. Si no publica cosas que te gustan… ¿por qué demonios quieres que tu tebeo esté en su catálogo?
  15. Acabo de leer un proyecto que me ha dejado de piedra de LO BUENO QUE ES. Tiene cosas por refinar, pero es un maldito diamante en bruto. He contestado corriendo, esto tiene que tener interés de otra editorial si lo ha presentado por ahí porque, maldita sea, es de verdad MUY BUENO. Hoy me voy a la cama contento de haber degustado esta muestra y de sentir que este creador ha confiado tanto en nosotros como para presentarlo. Hay que desarrollar habilidad para escribir o ilustrar… ¡pero la suerte sonríe a los valientes! ¡Adelante, enviad vuestros sketches, hacednos saber qué ideas aguardan en vuestros cajones porque de ahí sale la magia que nos mantiene en vilo, esperando nuevas páginas que nos emocionen! Qué le voy a hacer, me encanta mi trabajo.