Apocalypticgirl un aria para el fin de los tiempos, el debut de Andrew MacLean en la novela gráfica

Parte de la gracia de los universos postapocalípticos es que, en el fondo, permiten conocer la verdadera conducta del ser humano desde un entorno seguro. No se conoce a nadie verdaderamente hasta que no se sabe cómo reaccionaría es una situación extrema. Es ahí cuando se entiende cuál es su verdadera naturaleza. Y estas ficciones permiten hacer ese viaje sin necesidad de poner en peligro a nadie.

Apocalypticgirl es la primera novela gráfica realizada por el reputado Andree MacLean. A pesar de ser un salto en su carrera que, hasta el momento, ha estado basada en hacer comic book regular, ha conseguido salir airoso de la experiencia. Es un proyecto que habla por sí mismo y que tiene la suficiente entidad como para merecer ese formato.

Lo que aquí se cuenta es una historia de supervivencia en un entorno muy hostil. Aria, la protagonista (curiosamente, ligeramente inspirada en Amy Winnehouse) debe encontrar un objeto que permita reactivar una armadura.  ¿Las amenazas? Un mundo que ha vuelto a un sistema de tribus en el que impera la ley del más fuerte. La agresividad se ha convertido en lo cotidiano y cualquier sistema mínimamente civilizado ha caído. Es algo muy simple y directo lo cual hace que el lector entre en el mundo con mucha facilidad.

Se opta por trabajar desde un minimalismo narrativo y tiene mucho mérito haber conseguido crear algo consistente y de distintas lecturas con esos mimbres. Ahora bien, tal vez se echa en falta algo más de complejidad en una construcción dramática que se puede quedar algo pobre. Aunque es justo decir que no parece que ese haya sido el objetivo.

Por el contrario, es una historia muy ambiental y atmosférica en la que el simbolismo y las lecturas de lo que hay alimentan los huecos narrativos. Es un guion sólido contado de una forma poco convencional. Comienza dando por hecho algunas cosas y exige al lector que le siga el ritmo. Por fortuna, no deja las cosas mascadas en ningún momento y todas y cada una de las revelaciones se hacen de tal modo que no parecen las respuestas obvias. Esa ambigüedad  hace que el lector pierda el interés en determinados momentos o, incluso, que no le parezcan adecuados algunos giros, pero no se puede negar que todo resulta muy coherente y consistente respecto al planteamiento inicial.

Pero, si algo está en el núcleo, es el carisma de sus protagonistas. Tienen mucha fuerza y desprenden esa aura que hace que el lector quiera seguir sus peripecias hasta donde haga falta. El autor consigue unos personajes llamados a ganarse el corazón del público inmediatamente. Especialmente la protagonista, que es multifacética, tridimensional y con unos conflictos internos relativamente complicados.

El guion es sólido, aunque la forma en la que se cierra es un tanto extraña. De algún modo, es de esas historias en las que la peripecia manda y tiene un ritmo formidable. Consigue ciertos equilibrios entre los cánones comerciales y algunas abstracciones más autorales que, lejos de percibirse como algo indeterminado, se logra hacer convirtiéndolo en un punto fuerte.

Apocalypticgirl es una obra desafiante. Tal vez ese sea el mejor calificativo que se le puede poner. No porque sea un caso en el que la lectura sea particularmente densa. Ni tampoco porque sea algo en lo que el subtexto se coma al texto… No, se trata de que es una obra que no encaja y que es muy difícil de clasificar en ninguna categoría estética, argumental o genérica. Tiene su propio aire y te pide que la cojas de la mano. Es comprensible que no se acepte, pero si se da el salto, se vive un viaje que promete quedarse grabado en tu memoria.

En este caso, separar la forma del contenido es un tanto absurdo. Andrew MacLean es un autor bastante sorprendente. No es alguien que reinvente nada, pero sus manos consiguen que todo parezca fresco y novedoso. En este trabajo es bastante continuista respecto a lo visto en su magna obra (Head Lopper) pero consigue diferenciarse en algunas cuestiones que dan una entidad propia a esta novela gráfica.

Esas cosas no son otras que el tener una iconografía muy propia. Aparte de ser alguien que es capaz de desarrollar un universo propio con cuatro elementos, exhibe una gran imaginación a la hora de plantear sus personalísimos mundos. Es alguien que tiene un estilo cartoon que contrasta mucho con el tono dramático y violento de esta historia, pero también es algo que le da mucho carisma a nivel estético.

Opta por soluciones coloristas y siempre parece tener en mente que quiere contar las cosas con claridad. La paleta es amplia y los colores son vivos, a pesar de la ambientación decadente seleccionada. Es una decisión bastante arriesgada (puesto que hay una disonancia respecto a lo que se cuenta) pero, a su manera, funciona y es un modo de distanciarse de las historias poscapocalípticas con las que cualquiera está familiarizado.

El tomo de Norma Editorial incluye un detallado proceso creativo del autor. Se trata de un tomo accesible y con unos extras bastante disfrutables.

Apocalypticgirl. Un Aria Para el Fin de los Tiempos es una pieza que da lo que promete sin buscar ser más de lo que ya es. Y eso no es otra cosa que un entretenimiento puro que funciona de manera emocional. Y esa sencillez es muy difícil de alcanzar. Pero siempre hace que la lectura sea estimulante. 

Y tiene gatos. Si con eso no vende como churros…