DC Comics en 2021 – Future State – Reseñas Semana 1

Ha llegado un día definitorio para lo que va a ser DC Comics en los próximos meses. DC Future State ha llegado con la intencionalidad de ponerlo todo patas arriba y traen cambios, presentaciones de personajes y fichajes de artistas y escritores. Tal y como se detalló aquí, este evento nace del proyecto 5G fallido en el que Dan Didio quería presentar una nueva hornada de héroes que pudiera tomar el relevo de algunos antiguos.

Sin embargo, paradójicamente ha terminado coincidiendo con la miniserie Generations Shattered, heredera del proyecto, y con el final de Death Metal. Eso significa que está enmarcado en un momento de transición en la editorial que cuenta con este Future State como punta de lanza. Hasta tal punto que se van a dejar de publicar todos los títulos de la editorial mientras dure el evento. ¿Cuáles sobrevivirán? No se sabrá hasta que no pase todo lo que aquí se tiene que contar. Y eso no es otra cosa que una atrevida especulación acerca del futuro de los grandes iconos, introduciendo nuevas iteraciones de estos, los cuales tendrán un peso narrativo cuando se vuelvan a publicar los títulos regulares. Además, habrá un más que evidente baile de equipos creativos entre los distintos títulos.

Hoy han llegado los primeros títulos (The Next Batman, Superman of Metropolis, Wonder Woman, Harley Quinn y Swamp Thing) de las miniseries que componen el evento. Así que, sin más dilación, se desgranará qué es lo que han tenido qué ofrecer cada uno de ellos.  

Future State: The Next Batman

por John Ridley, Nick Derington, Laura Braga, Brandon Thomas, Sumit Kumar, Paul Jenkins y Jack Herbert

El hecho de tener a un guionista del prestigio de John Ridley tratando de reimaginar a Batman es todo un acontecimiento. Y lo hace en sintonía con aquellos trabajos que le han llevado al éxito. Este Batman tiene un fuerte componente social. Aquí se lanza un contexto de un estado policial militarista en el que la tecnología se emplea a modo de control, dificultando cada vez más la vida criminal. Ante ello, al más puro estilo Watchmen, comienzan a surgir grupúsculos de enmascarados que plantan cara al sistema. Se aprecia el salto temporal en esta Gotham futura que ejerce una respresión de mano dura para tener controlado el crimen. En cualquier caso, el equilibrio en el que sea habitable para todos los ciudadanos parece resultar imposible.

Uno de los aciertos es que, aunque sea la primera vez que hay una persona racializada llevando el manto del murciélago, no ha hecho que la historia vaya del racismo. Por el contrario, no es la característica definitoria: lo es su manera de aproximarse o alejarse del legado de Bruce Wayne. Y es que este es un Batman muy diferente en algunas cosas, pero muy parecido en otras. 

Ridley plantea una serie de misterios y tramas autocontenidas que tienen todos los elementos como para atrapar desde el principio. Todo está construido perfectamente en este contundente primer número de presentación que, si algo hace, es dejar con ganas de saber más de Luke Fox (al cual lo han presentado con unas características más humanas que su predecesor), de su contexto y de esa Gotham.

Nick Derrington aprovecha la oportunidad de este relanzamiento para, en sintonía con el guion, probar cosas nuevas en la estética de este personaje y su mundo, pero manteniendo unas técnicas claramente clásicas. No es el primer autor que uno pensaría para Batman, pero resulta una elección inteligente, puesto que aporta muchísima frescura y diferencia respecto a los patrones habituales. 

Este número tiene un par de jugosos complementos. Por un lado, presenta una nueva versión de The Outsiders recuperando personajes tan variopintos como Katana o Duke Thomas. Con un aspecto más rompedor, Brandon Thomas y Sumit Kumar traen una frenética historia (homenaje a The Raid incluida) de cazador y presa en la que el dibujo se luce con composiciones inteligentes y escenas de acción portentosas.

Por último, Paul Jenkins (quien vuelve a DC después de unos cuantos años) y Jack Herbert revolucionan una idea proveniente de la saga de videojuegos creada por Rocksteady: Arkham Knight. Pero conducen este concepto a un territorio que termina siendo, a todas luces, lo más sorprendente de este conjunto. Una heredera del apellido Arkham monta un grupo de caballeros formado por villanos de Batman que ejercen de fuerza rebelde contra el sistema. Al escritor británico se le nota la experiencia y en sus páginas es capaz de crear un imaginario que, lejos de buscar quedarse en la curiosidad, tiene un desarrollo profundo y parece querer estar aquí para quedarse.

Este primer número, supone un ejemplar relanzamiento. Se atreve a alterar los cimientos de la franquicia del murciélago a la vez que todo es muy identificable. Todas las historias aquí presentadas despiertan el interés del lector.

Valoración: 8/10
Future State: Superman of Metropolis
por Sean Lewis, John Timms, Cully Hammer, Michael Avon Oeming, Brandon Easton y Valentine De Leandro

Este Superman está encarnado por uno de los personajes más queridos de los últimos tiempos: Jonathan Kent. Él tiene que hacer frente a una Metropolis en la que reina el caos y que está al borde de una invasión militar. La ciudad sigue siendo la antítesis de Gotham, aunque, en este caso, se han vuelto las tornas. Debido a ello, tendrá que establecer relaciones que pueden ocasionar un mal mayor.

El guion de esta introducción es de Sean Lewis, quien establece un mundo en el que parece que todo lo que se conoce de Superman, ha sido completamente volteado. El título mantiene todas las dosis de acción y de grandilocuencia que exige este personaje, pero se nota una intencionalidad de hacer una historia con un aspecto más pesimista, con un héroe que ya no representa qué es lo correcto porque ni él mismo lo sabe.

Cualquier historia de Superman que se precie trata de los conflictos internos del kryptoiniano. Este personaje, es tan poderoso que no tiene amenazas a las que no pueda hacer frente. Sin embargo, su hijo es quien ha tomado el manto. Es inexperto y está en una situación que escapa de su control. Se aprecia que es un Superman más errático, pero que tiene el mismo fondo que el clásico. Sean Lewis toma decisiones inteligentes a la hora de refrescar conceptos mientras que opta por volver a la esencia. En la presentación del personaje, ya se deja entrever una declaración de intenciones que se mantiene constante en todo momento.

El arte de John Timms no termina de conseguir traer un aspecto nuevo a lo que el lector está acostumbrado a los cómics de Superman contemporáneos, a pesar de sus certeros y significativos rediseños. Se luce con un clasicismo espectacular en un cómic que está narrado con precisión, pero se hubiese echado en falta algo más de riesgo y de ganas de aportar algo que no se haya visto antes.

Los dos complementos de este número traen personajes provenientes de la imaginación de  Jack Kirby y aportan dos perspectivas completamente diferentes a esta Metropolis distópica. El primero de los complementos está protagonizado por Mister Milagro (versión Shilo Norman). Aunque se nota cierta influencia gráfica por parte de la memorable maxiserie de Tom King y Mitch Gerads, esta propuesta tiene un espíritu mucho más aventurero. Es un personaje sobrepasado por la situación,  que intenta desentrañar la ciencia que está detrás de todo lo acontecido en Metropolis, aunque eso suponga chocar frontalmente contra determinadas fuerzas. Brandon Easton y Valentine de Leandro ejecutan las páginas más estimulantes y arriesgadas del conjunto.

En The Guardian se pone el coloca de vista más a pie de la calle. En él se produce una trama de conspiración en la que se ve envuelto el protagonista. Es la historia en la que la acción es más visceral y cruda. Narrado de forma no lineal, sabe a un thriller que gira alrededor de las grandes figuras ausentes de Metropolis. Por sus características, se mueve a un gran ritmo y atrapa la atención del lector con facilidad. Permite indagar en algunas cuestiones que dan verosimilitud a este mundo. Se trata de una ventana que las otras tres historias que componen el número ignorar, puesto que están más centradas en proporcionar algo más aventurero. Este trabajo de Sean Lewis, Cully Hammer y Michael Avon Oeming puede ser seminal a la hora de reintroducir el personaje y viene a ser la enésima demostración de que no hay malos personajes.

Esta pieza se percibe como una que toma buenas decisiones y  tiene potencial pero que, se siente como que no termina de abrazar el cambio, en teoría, debería promover.

Valoración: 7/10

Al contrario que los cómics anteriores, los siguientes no han optado por incluir complementos. De este modo, parece que la editorial ha querido hacer una distinción. Y es una lástima, puesto que los personajes que vienen a continuación merecerían aspirar a tener el mismo peso. 

Future State: Wonder Woman
por Joëlle Jones y Jordie Bellaire

Cuando se anunció la creación de una nueva versión de Wonder Woman protagonizada por una mujer brasileña de las amazonas, podría parecer un movimiento más de integración de la diversidad. Pero era difícil sospechar que lo que Joëlle Jones iba a crear era un personaje tan divertido. Es una luchadora de primera y tiene un perfil agresivo, a la vez que le da una cualidad común a otros ejemplos de Future State: es una heroína accidenta y primeriza. 

La escritora no ha buscado crear algo particularmente pretencioso, si no que se ha creado un personaje que pueda gustar a un gran público en un ambiente totalmente ligero. Este cómic tiene un target más juvenil, aunque podrá apreciarlo todo tipo de público. 

De tal modo, la autora ha buscado aunar la mitología griega y la indígena para hacer una combinación tan extraña como efectiva. Eso permite a Jones experimentar y probar con estéticas que, estando muy alejadas,  logra que casen. 

El cómic abre in media res y parte de un conflicto externo que llevará a la protagonista a vivir una odisea en el inframundo. Aunque uno de los aciertos es el de darle mucha levedad al contenido. Cada vez que parece que la intensidad dramática crece, no dudan en incluir gags que rebajen el tono. También sabe cuando priorizar lo visual. De tal modo, el cómic aunque parezca lo contrario, no es en absoluto intrascendente. 

Wonder Woman es una heroína con un legado impresionante y fuera de toda discusión. Y actualmente está viviendo una edad de oro de cara a la galería. Había una oportunidad de reformular el personaje y acercarlo a una nueva generación. Y ese ha sido el claro objetivo que aquí se ha buscado. Misión cumplida.

Yara Flor entra en el universo DC con paso seguro. Un primer número muy carismático que promete que dará mucho de qué hablar.

Valoración: 10/10
Future State: The Flash
por Brandon Vietti y Dale Eaglesham

Tratar que un personaje capital de cara al ecosistema del multiverso de DC sea accesible es una misión sumamente complicada. Así que Brandon Vietti ha optado por ubicarse en el punto contrario. Future State: The Flash es el único cómic de esta remesa que ha priorizado el reflexionar alrededor del legado del personaje y las decisiones editoriales a los que ha estado ligado últimamente frente a intentar hacer algo más amable.  

Al contrario que en otros ejemplos, más que un relanzamiento parece narrar, de algún modo, una de las últimas aventuras de Barry Allen. Tiene un tono totalmente crepuscular y autoconsciente que puede resultará farragoso para quien venga de nuevas. La premisa parte de que organiza un grupo de otros Flash para llevar a cabo misiones que solucionen determinadas cosas que han pasado o que van a pasar.

Cuando se adentra en estas páginas, el lector ha llegado más a un clímax de una historia anterior que nunca ha sucedido más que a una nueva. Si bien alcanza una buena profundización en la psique del protagonista y plasma perfectamente una crisis grupal, termina resultando una propuesta un tanto fallida si lo que aquí se ha intentado es captar nuevos lectores.

Las ilustraciones de Dale Eaglesham tienen un sabor muy clásico, como no podía ser de otra manera. Saca a relucir sus capacidades como narrador y lanza imágenes espectaculares. Su trazo es claro en todo momento y su implicación es más que evidente. Es un trabajo que da gusto mirar, puesto que hay multitud de detalles y recursos que ponen en evidencia sus años de oficio.

Como primer número resulta totalmente confuso para los lectores primerizos. Pero los veteranos encontrarán un acercamiento ambicioso que intenta redimir algunas de las quejas que se han producido alrededor de Wally West. Con lo que los veteranos quedarán más que satisfechos.

Valoración: 6/10
Future State: Harley Quinn
por Stephanie Phillips, Simone DiMeo y Tamra Bonvillain

Stephanie Phillips conoce muy bien al personaje, puesto que su caracterización es perfecta. Además, tiene una motivación por llevarla a territorios novedosos, aunque también conocidos. La premisa parte de una Harley Quinn que ha sido apresada y se ve forzada a detener a otros villanos de Gotham.

Aunque haya acción, el gran peso de este cómic lo tienen los diálogos entre Harley y el personaje que la ha capturado. Aunque pueda resultar, a priori, poco atractivo, la escritora logra hacer que esa toma y daca sea muy tenso e interesante. Además, se guarda algún que otro giro que resulta sorprendente. Y también permite al lector hacerse una idea más fidedigna cual es la situación de los criminales más célebres de esta Gotham del futuro.

La mayor pega que se le puede achacar es que este parece estar en un mundo distinto al del Batman de Ridley, con el que no hay ni una referencia. Aun así, puede ser positivo el que ambos títulos funcionen de forma completamente autónoma.

El arte de Simone DiMeo tiene un aspecto muy digital y futurista. Para el tipo de historia que aquí se quiere contar, encaja a las mil maravillas. Además, sirve para distanciarse bastante de la línea estética de las etapas anteriores del personaje. Aunque es difícil de creer que sea un tipo de dibujo que vaya a convencer a un público mayoritario.

Harley Quinn es el cómic que más ha intentado alejarse en forma y fondo al tipo de historias que se han solido contar con este personaje. Una primera toma de contacto que se fija en las adaptaciones cinematográficas para conducir al personaje a una posible redención.

Valoración: 6/10
Future State: Swamp Thing
por Ram V y Mike Perkins

Sin el menor atisbo de duda, esta es la  pieza de mayor ambición creativa de esta primera hornada. Y es que Ram V logra crear un universo poscapcalíptico en el que la naturaleza ha ganado la batalla contra la humanidad. No hay rastro de optimismo por ninguna parte y parece dar un salto  temporal todavía mayor respecto a los otros títulos de Future State. Se nota que ha tenido libertad creativa total, porque este número guarda más semejanzas a la mejor tradición de cómics de Vertigo que a los de la  propia DC.

El punto de partida no podría ser más interesante: El Verde y unos cuantos congéneres tratan de buscar algún superviviente humano en una Tierra destruida. Todo lo demás se desconoce por completo, pero tampoco lo echas de menos. Y es que es un cómic muy atmosférico y tenebroso que trata de buscar cierta esperanza en plena desesperación. Pero no lanza mensajes moralistas ni vacuos, sino que, simplemente, te conduce a una odisea decadente que te absorbe desde el primer momento.

El terror vuelve a estar presente en el título, pero de la forma más sutil posible. Debido a las características de lo postapocalíptico, presenta un futuro en el que todo está perdido y lo ha causado el hombre. Por tanto, no es un cómic de superhéroes al uso. Es más, no hacen actor de presencia. Ni siquiera hay una fuerza opositora de peso. Se opta más por la reflexión y por la contemplación, sin que termine siendo tedioso. Ram V ha medido todo con sumo cuidado y es un producto que es más de lo que parece.

Mike Perkins es otro artista cuyo buen hacer está fuera de toda duda. Pero aquí se nota que ha intentado probar recursos que no suele emplear, puesto que está más especializado en títulos de género negro. Pero termina siendo un dibujante que ha sabido entender las características formales que necesitaba esta historia y lanza páginas de una desolación bella. También brilla a la hora de transmitir visualmente conceptos abstractos. Un trabajo formidable.

Con un tono de mayor gravedad que el resto, logra tener su propia identidad, aunque evoque a las mejores historias del personaje. Es una aproximación de sumo interés que, de conseguir tener continuidad, puede llegar a ser de las recordadas. Un personaje que, atendiendo al calentamiento global, debería ser más relevante que nunca.

Valoración: 9/10

Si algo se puede sacar de estos títulos es que se ha buscado diferenciarlos claramente tanto unos de otros como de sus predecesores. Son propuestas variopintas de resultados diversos que significan muy bien el cambio de tercio por parte de DC Comics.