La producción de Neil Gaiman de su propio libro echa el cierre. Sin embargo, se va con la promesa de un especial que finalice las tramas.
Eric Kripke zanja una temporada tan polémica como efectiva que convierte a esta serie en una imprescindible.
La propuesta sigue siendo una de las más macarras y estimulantes de todas las adaptaciones que llegan a las pantallas.