Lo que ha hecho Marvel Studios es un monumento. Uno construido poco a poco. Pero cualquier construcción se hace a base de sufrimiento y más una tan megalómana como la que es Marvel Studios. Como se dice, sin fricción, no hay creación. Forma parte del cualquier proceso que valga la pena, pero lo importante es que la cosa no se vaya de madre.
Aunque no es habitual, sí que ha llegado a pasar en el brazo superheroico de Disney. No es plato de buen gusto, pero aquí van unos ejemplos de malas decisiones de unos y de otros. Y todo aquello que se puede aprender de ello:
8. Edward Norton
La incursión de Hulk en el UCM no tiene nada que ver con lo que ha terminado siendo el personaje. Y eso se debe a tener una visión clara y definida de la que partir. Es normal que, dando los primeros pasos, uno se guíe por el ensayo y error. Pero eso, como es lógico, provoca más de un desencuentro frustrante.
El hecho que de Edward Norton es un actor consagrado y de una calidad fuera de toda duda es tan obvio que resulta hasta ridículo ponerlo en papel. Y fue un actor que prometía dar un Hulk a la altura. Bebiendo de la adaptación televisiva, se presentaba como un Hulk fugitivo que lidiaba con sus traumas personales. Sin embargo, no tardaron en darse los problemas creativos porque el actor quería dejar su huella y se implicó desde el principio, con el guion. Marvel Studios y Universal, por el contrario, querían un entretenimiento efectista de acción manejable y que entretuviese al público.
¿El resultado de ese choque de trenes? El actor fue despedido y él se negó a participar en el tour promocional de la película. Afortunadamente, el personaje quedó en barbecho hasta que encontraron, con intercesión de Robert Downey Jr., a Mark Ruffalo para tomar el relevo. Ahí fue cuando el gigante esmeralda se estableció definitivamente, quedando, en parte, denostada la película protagonizada por Norton.
Recientemente, en su aparición en el podcast WTF?! de Marc Maron, el actor ha afirmado que respeta el cine que produce Marvel Studios, aunque su visión de Hulk, lo que a él le habría gustado explorar iba por derroteros completamente distintos. Norton guarda una relación de amistad con Mark Ruffalo y aprecia enormemente su trabajo como Hulk. ¿Cómo hubiese evolucionado el personaje con una versión más dramática? Nunca se sabrá.
7. Edgar Wright
Imagina que estás varios años elaborando un trabajo duro en el desarrollo de la incursión cinematográfica de un personaje. Uno que, salvo al público nicho, tampoco es que tenga un peso impresionante. Con lo que, en teoría se debería haber tenido una gran libertad a la hora de redefinirlo. Y esa debería ser la intención detrás de contratar a un autor de gran personalidad como es Edgar Wright.
De acuerdo, el que su nombre estuviera ligado a Ant-Man era algo trascendental. Lo suficiente como para retrasar la aparición de un personaje que debería haber estado en la fase 1. Eso hizo más dolorosa su ruptura final por diferencias creativas en un momento en el que ya estaba el reparto cerrado y la producción estaba a punto de empezar. Eso se zanjó con Edgar subiendo una foto a Twitter de Buster Keaton, dando a entender que ha sido una mala decisión el hacer una película de estudio.
Al parecer, Wright quería que imperase una historia de un personaje aislado del entorno del UCM y eso es algo que no encajaba con los planes de Feige. Pero no se han hecho públicos los motivos exactos de su abandono. De nuevo, una falta de visión clara terminó conduciendo a un desastre. Fue sustituido por un dócil Peyton Reed y este heredó, de forma más que evidente, algunos de los recursos de Wright.
6. Terrence Howard
La avaricia rompe el saco. O, en este caso, marca a fuego el devenir de tu carrera. Terrence Howard brilló como nunca con su papel secundario como James “Rhodey” Rhodes. Pero erró al entender que el éxito del primer Iron Man fue gracias a él.
El ego le jugó una mala pasada pidiendo más retribución, al enterarse de la diferencia de lo que iba a cobrar él y lo que iba a cobrar Robert Downey Jr. Pidió ocho millones, en lugar del millón que se iba a embolsar. ¿Resultado final? Despido de Howard y contratación de Don Cheadle en el mismo papel.
Aunque en su momento trató de que la sangre no llegara al río, sí que fue criticado duramente por querer recibir dinero en su momento. Terrence Howard ha evitado hablar en muchas ocasiones del asunto.
Sin embargo, pasados algunos años, afirmó que el propio Robert Downey Jr. es el culpable de su despido. En cualquier caso, parece estar conforme con cómo le han ido las cosas y ha comprendido que eso le ha permitido pasar página y volver a labrarse un nombre. Queda en las fantasías de los seguidores imaginarse cómo habría mutado el personaje si hubiese permanecido el mismo actor.
5. James Gunn
La historia de James Gunn y de Marvel Studios era una pequeña gran historia de amor. Hasta que se torció cuando en 2018 fue víctima de una campaña de desprestigio. En Twitter se mostró muy crítico contra la administración Trump y muchos de los seguidores del presidente comenzaron a sacar a relucir chistes de un humor negrísimo que tuiteó en el pasado.
Ante esa crisis reputacional, Marvel Studios optó por prescindir de sus servicios, dejando incompleta su trilogía de Guardianes de la Galaxia. Eso le abrió la puerta a poder hacer Escuadrón Suicida para Warner, pero dejó un mal sabor de boca tanto para los fans como para todos los implicados en Guardianes de la Galaxia (los actores lanzaron un comunicado de apoyo al director).
En cosa de meses, Marvel Studios volvió a contratar a Gunn, entendiendo que no tenía sentido que fuera otra persona quien cerrase el arco de estos personajes. Él y solo él podía hacer esa película y el tiempo coloca todo en su lugar.
4. Los villanos se unen
Aquí hay algo de trampas, pero más que despidos han sido controversias. Y es que no son pocos los casos en los que actores reconocidos han terminado criticando ferozmente su paso por la compañía capitaneada por Kevin Feige. La crítica principal tiene que ver con que le han cortado el proceso creativo a la hora de tratar de dar algo de profundidad dramática a los personajes. Por no hablar de sentirse algo ridículos a la hora de interpretar a villanos con trajes chillones y actitudes tópicas.
Christopher Eccleston criticó ferozmente a Marvel Studios. En la primera de ellas, afirmó tener ganas de suicidarse trabajando ahí:
“Trabajar en algo como G.I. Joe fue horroroso. Solo quería cortarme el cuello todos los días. ¿Y Thor? Tan solo pensaba en ponerme una pistola en la boca.”
Este, además, acusó al estudio de engañarle respecto a los horarios:
“El primer par de días fueron siete/ocho horas diarias. Creo que conseguimos terminarlo en seis horas y media. Eso ya es una jornada laboral antes de hacer nada. Marvel fue deshonesta conmigo. Porque nunca jamás me hicieron saber que habría tanto tiempo de preparación. Así que sí, no fue mi mejor momento.”
Mickey Rourke tampoco se quedó corto en sus críticas:
“Bueno, ya sabes. Es una mierda demasiado mala, pero ellos verán. Si quieren hacer películas de cómics descerebradas, no quiero formar parte de ellas. No quiero tener que preocuparme tanto y trabajar duramente y luchar por hacer algo medianamente inteligente. No me tiré tres años haciendo el acento y viajé a Rusia para terminar mordiendo el polvo.”
Hugo Weaving estuvo algo más moderado al respecto al hablar de Marvel Studios, pero comparte cierto fondo amargo con los anteriormente citados:
“No creo que Cráneo Rojo vaya a volver. Pero no es algo que volviera a hacer. Estoy contento de haberlo hecho. Firmé que haría unas cuantas películas más y, supongo, que si me obligasen contractualmente, las haría. Pero ellos no quieren forzar a alguien a hacer algo que no quiere. Creo que hice mis aportaciones en este tipo de películas. Estuvo bien hacerla y probar algo distinto pero, sinceramente, no es el tipo de película que busco y que realmente me interesa.”
Más recientemente, Dave Bautista es quien ha lanzado polémicas declaraciones contra Marvel. Pero lo cierto es que, por el momento, muchos de estos asuntos han terminado solucionándose, hasta tal punto que una de las actrices más críticas, Natalie Portman, ha vuelto a colaborar con ellos.
3. Alan Taylor
El Thor cinematográfico estaba buscando una entidad que funcionase con respecto al público. ¿La pomposidad pseudoshakespeariano que brindó Kenneth Brannagh hubiese tenido el mismo éxito de no haber formado parte del UCM? Es difícil saberlo, pero lo cierto es que terminó resultando un filme que no entusiasmó.
Por ese motivo, Thor: El Mundo Oscuro era una prueba de fuego. ¿Quién mejor que el director de algunos de los mejores episodios de Juego de Tronos para insuflar de una nueva vida al dios del trueno? Taylor trató de distanciarse de los colores chillones de su predecesora y de darle un aire más sobrio y brutal. Pero, tal y como ha afirmado recientemente, muchos de los problemas de este filme vinieron desde el guion.
La película terminó siendo la que menos beneficios ha dado, y la que más ha decepcionado a los espectadores. Y, como era de esperar, casi todas las críticas recayeron sobre sus hombros.
El director afirmó en una reciente entrevista:
“Después de mi experiencia haciendo Thor y Terminator, perdí la voluntad de hacer películas, de ser un director. No culpo a nadie por ello. Ese proceso no fue bueno para mí. Así que tuve que redescubrir la parte alegre de dirigir.”
No hay que olvidar que detrás de estas cosas hay personas muy sensibles a las que las críticas de las masas les pueden hacer daño. Fandom, cuidado con lo que decís y cómo lo decís.
2. Scott Derrickson
Esto más que un despido es una nueva falta de entendimiento. En la última SDCC con presencia de Marvel Studios, todo parecía prometer ser una cosa que luego no es la que ha terminado siendo. Derrickson, flamante director de la incursión cinematográfica y arquitecto de su identidad visual, volvería a dirigir al personaje en la secuela. Fue presentada como la primera película de terror puro que haría Marvel Studios.
Del dicho al hecho… Al parecer hubo problemas para dar con un enfoque que realmente le interesase al director. Este ha afirmado en multitud de ocasiones que le hubiese gustado incluir a Pesadilla como el antagonista pero que, finalmente, se optó porque La Bruja Escarlata jugara ese papel.
En un momento determinado del proceso, los caminos de Derrickson y de Extraño se separaron. El sustituto ha terminado siendo Sam Raimi, ni más ni menos. Derrickson permaneció teniendo un crédito de producción.
1. Marvel TV
Tras la desaparición de Ike Perlmutter del tablero de juego y de que Kevin Feige asumiese todo el poder creativo de lo relacionado con el UCM, la división televisiva fue desmantelada. Jeph Loeb fue quien dirigía esa parte y también dejó de ocupar ese puesto.
Era más que evidente que se producían más choques que sinergias entre las distintas series televisivas y las películas de Marvel, con lo que todo parecía indicar que la sintonía entre las distintas divisiones estaba lejos de ser la más positiva. A Kevin Feige le gusta ser el único que juega con esos personajes y, desde que Marvel se ha lanzado a producir su propio contenido televisivo para Disney+, la diferencia ha sido palpable.
Marvel Studios se ha convertido en una maquinara altamente eficiente. Pero eso no significa que no haya habido baches y que puedan seguir habiéndolos. Con suerte, cabe esperar, que cada vez habrá menos conflictos extracinematográficos.