La madre y el padre
El auge del manga no podía pasar desapercibido para los grandes grupos editoriales como Penguin Random House, que el pasado junio desembarcó en las librerías españolas con cinco títulos muy diferentes, que abarcan demografías como el seinen, el shojo, el shonen o el BL. Aunque esto de las demografías daría para otro texto, El incidente Darwin de Shun Umezawa (ganadora del Premio Manga Taishô 2022, sin duda el título más relevante de los editados en esta primera tanda), Love In Focus de Yoko Nogiri, Joy de Etsuko, Ranger Rejet de Negi Haruba y Shikimori es más que una cara bonita de Keigo Maki, son propuestas claramente distintas que buscan la variedad del lector de tebeos. Una estrategia comprensible porque hay un público diverso y heterogéneo, más que en otros géneros del cómic.
El caso es que si bien existía una mayoría de editoriales modestas que habían puesto sus esfuerzos en la publicación de manga en España, en este momento de éxito sin precedentes de las viñetas japonesas, casi cualquier editorial ha puesto su mirada en el manga. Aunque no hay datos y la opacidad de las tiradas y las ventas no ayuda a clarificar el panorama, sí que hay indicios o datos concretos, por ejemplo, de que títulos como Haikyū!! (Planeta Cómic) o Tokyo Revengers (Norma Cómic) se colocaran como los títulos más vendidos de las listas de libros generalistas (en las que había otros títulos manga como My Hero Academia, Guardianes de la noche, One Piece o Naruto), que cuando se les pregunta a los libreros de las librerías especializadas en cómic, estos comentan que más del cincuenta por ciento de sus ventas están adscritas al manga, que el año pasado, 2021, después de plena pandemia, se publicaran 1033 novedades (en el blog de Marc Bernabé, Mangaland, hay un artículo que habla de esto con bastante conocimiento y que expone que este boom no es exclusivo de España, que se ha producido en otros países) y que este mismo año se hiciera realidad la publicación de un título largamente demandado como Ashita no Joe. Son indicadores positivos que exponen un panorama optimista y claramente muestran que el manga es una realidad que va más allá de una moda pasajera.
Este breve prolegómeno es para poner en contexto la lógica de que un grupo como Penguin Random House creara su propio sello/línea dedicada a las viñetas japonesas, Distrito Manga, que sale al mercado con los cinco títulos citados en los que demuestra un trabajo editorial sólido al margen de gustos. Un sello que llega con una evidente ambición que aspira a competir con las principales editoriales, Planeta o Norma. Pero, ¿qué nos encontramos con estos cinco títulos?
El nacimiento: los primeros bebés
El incidente Darwin de Shun Umezawa
De Shun Umezawa habíamos podido leer varios volúmenes de historias cortas de lo más interesante como Utopías, Con uno y noventa y nueve y Bajo un cielo con unos pantis, en los que el mangaka exploraba los claroscuros de la aparente sociedad nipona. De ahí que su nuevo título, El incidente Darwin, que además viene avalado con premios y es una serie larga, creara tanta expectación cuando fue anunciada por Distrito Manga. Y pese a que es distinto a lo que habíamos leído del autor, este primer tomo cumple cada una de las expectativas. Y es que esta obra indaga en temas muy actuales en los que Umezawa realiza una carga social sin uso de discursos, planteando dilemas éticos y morales dentro de una narrativa de lo más vigorosa, que mide perfectamente la acción con los momentos íntimos, para cuestionar al ser humano y sus conductas. Veganismo, los modelos de familia, ciertas conductas y normas sociales…
Y esto es solo una parte de lo mucho que ofrece El incidente Darwin. Por lo demás, si la premisa del manga arranca con Charlie, el primer híbrido entre humano y chimpancé, sus coordenadas narrativas también se hibridan de un modo cómplice, desde el costumbrismo, al policial, al drama, el humor negro, por poner algún ejemplo. Es un primer tomo sin falla. Narrado con un pulso enérgico y un dibujo que se ajusta a lo que se cuenta. Sin duda alguna uno de esos mangas a los que hay que darles una oportunidad.
El único shonen estricto de estos cinco títulos es el nuevo manga de Haruba, conocido en España porque es el autor de Las quintillizas, una comedia romántica que ha funcionado muy bien. En esta historia se mueve en un registro muy diferente. Presenta una premisa muy atractiva pero quizá en el desarrollo peca de un camino algo genérico. Ranger Rejet juega con el sentai, el humor y la farsa, o dicho con otras palabras para un lector más amplio, esto es, la referencia a los Power Rangers parece obvia, aunque aquí la cosa va por otros derroteros.
Junto a la potente idea de partida, tal vez, el otro punto destacable sea el de la narrativa, eficaz, con un dibujo y un diseño que funcionan orgánicamente y que encuentran su acomodo también en la construcción de los personajes. Aunque en ocasiones tiende a modelos ya transitados, sus golpes de humor y el ritmo de la historia hace de Ranger Rejet un manga prometedor al que habrá que seguir la pista.
Simpático y tierno Boys Love con cierto punto dramático, pero sin pasarse, que cuenta cómo a un existoso mangaka de shojos le encargan un BL. Y como el autor anda algo perdido se imagina que tiene una relación no correspondida con su asistente, pero claro, el asistente no responde como el mangaka espera. Por medio de un trazo limpio y una narrativa sencilla Joy es un manga con el que es fácil empatizar por el tratamiento de los personajes. Además, este tomo único (aunque tiene una continuación que será publicada en septiembre) expone algunas críticas y manías de los creadores de manga, lo que siempre llama la atención. Quizás, se le puede achacar que es algo previsible, aunque mantiene en todo momento ese equilibrio en la relación de los dos mangakas con un toque armonioso que hace de esta historia un lectura placentera.
Un shojo de tres números que se articula entre un triángulo amoroso de una adolescente, Mako, y otros dos chicos, Kei y Mitsuru, que hemos visto en cientos de títulos japoneses. En este sentido, la obra de Nogiri no es original, pese a que cumple los parámetros que pone en escena. Aquí el elemento de la fotografía intenta jugar un pieza diferenciadora, pero los giros, confusiones y sentimientos de este slice of life no terminan por volar con una personalidad propia.
Seguramente Love In Focus sigue una narrativa muy ortodoxa, todo está donde debe estar, sin embargo, no consigue transmitir unos sentimientos y una sensibilidad personal por medio de las escenas que muestra y eso que el dibujo sí que se ajusta a la historia que plantea. Por lo menos en este primer tomo la disposición de las motivaciones de los tres protagonistas no llega a ser cautivadora, ya que hay un cuidado excesivo en que las partes encajen, lo que hace que no vuelen libres.
Shikimori es más que una cara bonita de Keigo Maki
De todos los manga quizá sea el título que menos me ha interesado a pesar de que a priori el dibujo era muy expresivo. Shikimori es más que una cara bonita busca romper los roles entre chico y chica, mostrar esa lucha de géneros que la ficción tan bien ha reflejado. En este sentido, pese a que no tiene nada que ver, me recordó a La fiera de mi niña, sí, la película de Howard Hawks de 1938 protagonizada por Cary Grant y Katharine Hepburn. Algunos verán en esta referencia un delirio, pero también en esa magnífica película estaban presentes los cambios de roles y esa lucha de género que plantea esta comedia romántica.
Estamos ante un manga con una estructura de episodios cortos, casi sketch o sin casi, que busca el gag y el impacto del lector a través de estos dos personajes. Hay algunas escenas frescas, pero en conjunto la obra es repetitiva, lineal, y tratándose de una serie abierta con doce tomos el desafío se torna importante. Eso sí, el dibujo es dinámico y la composición de viñetas resulta loable, al igual que el diseño de Shikimori. Sin duda alguna, la llegada del anime será un reclamo para que encuentre más lectores.
Familia numerosa
Distrito Manga aspira a ser un sello fuerte, que dé que hablar, con una variedad de propuestas evidentes. A la salida de estos cinco títulos, se acaban de sumar tres nuevos títulos: Complex Age, Los asesinatos de la mansión decagonal y As the Gods will. Pero la rueda y la máquina no para y el anuncio de nuevas licencias han seguido produciéndose; mangas como Hiraeth, el final de la travesía, Old Boy, Beck, entre otros títulos. Por el momento, el optimismo alrededor de las viñetas japonesas se extiende y parece que no es una simple moda pasajera, al contrario, y el nacimiento de Distrito Manga, con todo el músculo editorial de Penguin Random House es más que un indicio, es una constatación del viento favorable que sopla en la edición de manga en España.