Durante los meses de confinamiento casi todos los negocios se vieron obligados a cerrar sus puertas al público. Y si algo ha puesto de manifiesto la cuarentena es que la cultura ha ayudado a aliviar la carga mental que sufrimos todos durante el encierro. Todo el sector económico se ha visto gravemente afectado, pero todavía peor son las pérdidas que han tenido que sufrir muchas familias a nivel personal. Es por ello que, aunque ya lo hemos comentado muchas veces en Sala de Peligro, todo nuestro cariño y apoyo va a todas las personas que, de una forma u otra, han tenido que enfrentarse de forma directa con esta pandemia.
Durante todo este tiempo, y teniendo en cuenta que todavía estamos en una situación algo extraña, y que debemos seguir cuidándonos unos a otros, hemos pasado muchas horas encerrados en casa. Los libros, cómics, películas, series, la música… siempre han sido una forma de escapar de la realidad, o incluso de disfrutarla de otra forma. En estos tiempos, se han convertido en algo esencial que alguna vez hubo gente que pudo llegar a pensar que no lo era. Y es que, el acceso a la cultura no es sólo esencial a nivel académico, sino como parte de la formación no académica de la gente. Eso que entraría dentro del campo emocional, y a lo que según qué gente le tiene algo de miedo. Pero que, casi todo el mundo sabe lo importante que es para el ser humano.
¿Quiere decir esto que esos productos son básicos para la vida? Sí y no. El agua, la comida y el oxígeno son lo único esencial para sobrevivir. Si nos ponemos “estupendos” y queremos ser reduccionistas. ¿Es la cultura un bien necesario? Sí. No sólo nos acompaña y nos hace evadirnos, como estos meses, sino que nos forma como personas. Por eso, durante este tiempo muchas editoriales de cómic (que, como ya sabéis, es de lo que solemos hablar en Sala de Peligro) han compartido de forma gratuita parte de sus catálogos. Aún sabiendo que eso se podría convertir en pérdidas económicas para ellos. Pero decidieron que, ante una pandemia como la que estábamos viviendo, algo tenían que hacer. Y lo hicieron. Así como muchísimos autores y autoras que trabajan con ellos, y que en la cuarentena trabajaron el doble, muchas veces de forma espontánea y gratuita en sus redes, para hacernos a todos más llevadero el encierro.
Aunque haya gente que diga que todo esto fue marketing para el momento en que volviéramos a la normalidad. La verdad es que ninguna editorial, ni ningún autor o autora, de los que se prestaron a todo esto va a hacerse millonarios gracias al supuesto marketing del encierro. Por eso, los movimientos críticos en contra de campañas que fomentan la lectura y la empatía no tienen cabida en estas líneas.
Los que sí lo tienen, sin embargo, son aquellas editoriales que durante este tiempo han decidido digitalizar parte de su catálogo y servirlo de forma gratuita en muchos casos. Y en otros, a un precio muy reducido para seguir sobreviviendo. Además de ECC, Astiberri, Dolmen o Fandogamia, entre otras, ya han aparecido en distintos artículos y reseñas de la web con campañas como éstas. Sin embargo, hoy queríamos darle un hueco especial a una editorial que, pese a ser de las grandes (a las que normalmente siempre se critica de forma indiscriminada, en muchos casos, por ser grandes) y tener, como todos en algún momento, sus fallos, lo ha hecho tremendamente bien durante esta pandemia. Llegando incluso a crear la iniciativa Los héroes siempre vuelven. Hablamos, obviamente, de la editorial ECC.
Si no sabéis a qué estamos haciendo referencia, nos referimos a una campaña, o movimiento de apoyo a las librerías especializadas, y de barrio, que empezó el día del libro y que empezó con un llamado a quedarse en casa. ECC escribió el 23 de abril un comunicado alentando a sus lectores, tanto antiguos como nuevos, a quedarse en casa leyendo. Para ello presentaron un especial que denominaron #QuédateEnCasa: El Joker viene a verte, y que se trataba de un cómic inédito sobre dicho personaje. Este cómic, que era completamente gratuito, podía conseguirse simplemente apuntándose a la newsletter de la editorial.
Obviamente, durante esas fechas (hay que tener en cuenta que el último día para pedir el cómic era el 7 de mayo) correos funcionaba a marchas forzadas por todos los envíos masivos que se estaban haciendo. Pronto empezaron a llegar las quejas de algunos que decían no haber recibido su copia, pese a que otros sí lo estaban recibiendo. Perdiendo de vista lo realmente importante del mensaje de ECC “Y recuerda: por ahora los héroes se quedan en casa leyendo, pero pronto te estarán esperando en todas las librerías”. En ese momento, la editorial le quitaba la capa a sus personajes para ponérsela a sus lectores. Y es que, como todo en esta pandemia, muchos de los problemas que afrontamos, teníamos que hacerlo juntos. Con conciencia, y cabeza.
Además de esto, en esas mismas fechas, tal y como hicieron muchas editoriales y artistas, subieron a redes actividades para niños, y material, completamente gratuito. El siguiente paso fue pedir los permisos necesarios, recordemos que ECC publica en España el material de DC, para poner en marcha la campaña Los héroes siempre vuelven. En ese momento ECC ya había convertido a sus lectores en héroes, y lo que hizo fue incentivarnos más. Con la colaboración de autores como David Rubín, Paco Roca y Jesús Merino, la editorial ha creado varios productos que ha enviado – repetimos, de forma gratuita – a pequeñas librerías y librerías especializadas que trabajan con ellos, para fomentar la vuelta de los lectores a las mismas. Y es que ECC no exige siquiera que compren sus cómics para conseguir ilustraciones de Paco Roca o Jesús Merino. Ni siquiera para conseguir el cómic El superpoder más importante: una historia de Superman, Krypto y tu vecina de David Rubín. La intención de Los héroes siempre vuelven es, precisamente, el movimiento hacia las librerías. Y el conseguir entre todos que tanto las editoriales como la gente que trabaja en torno a ellas consigan salir adelante.
A partir de hoy (de forma oficial), si os acercáis a vuestras librerías de confianza (donde suelen vender los cómics de ECC) vuestros libreros y libreras tendrán láminas con las imágenes que han creado para la campaña Paco Roca o Jesús Merino, con los superhéroes de DC dejando paso a los héroes reales de la pandemia: los sanitarios. Así como el cómic de cinco páginas El superpoder más importante: una historia de Superman, Krypto y tu vecina de David Rubín. Donde éste resalta no sólo la importancia de los sanitarios, sino la necesidad de todos y cada uno de nosotros de potenciar el súper poder más importante: la empatía. Y es que, de ésta, sólo podemos salir reforzados si salimos juntos. Para ello, Rubín ha creado su primera historia de Superman (obviamente, con el consentimiento de DC) y ha resaltado algunos problemas que los sanitarios han encontrado durante estos meses. Si alguien podía pegarnos una llamada de atención como ésta, ése era Superman. Y Rubín lo consigue en sólo cinco páginas.
Es posible que no todas las librerías tengan el mismo volumen de ventas, y por lo tanto de pedidos. Me imagino que la editorial habrá enviado material en consecuencia a cada una de ellas. Recordad que este regalo que hace ECC no exige siquiera una compra, quiere potenciar las visitas a nuestros libreros. Por lo que, si llegáis y no tienen alguno de ellos no os preocupéis. Podéis acceder tanto a las ilustraciones (algunas van adjuntas en este artículo) como al cómic de Rubín en su formato digital. Recordad que lo importante es volver a retomar nuestras visitas a la librería, y comprar cómics y libros.
Alguna vez hemos comentado en Sala de Peligro que los lectores, y coleccionistas de cómic, somos bastante fetichistas del papel. Es decir, no encanta tenerlos, acumularlos y releerlos hasta la saciedad. Algo que, en sí, no es malo. Sin embargo, hay gente que se aprovecha de esto y utiliza en propio beneficio campañas como la presente. Aunque hoy era el día que se iniciaba de forma oficial esta campaña, desde el lunes se han podido ver por redes imágenes de gente que ya tenía estos detalles de ECC. Algo que no considero que esté mal. Debido a las fases de desescalada, dependiendo donde se viva, no todo el mundo puede moverse con total libertad. Por lo que, si alguien ha acudido como siempre a su librero de confianza ayer o anteayer, y éste ha decidido ofrecerle una lámina, o un cómic, por su compra o visita. Y hay confianza, no me parece una acción desacertada.
Sin embargo, que parte de esa gente haya decidido coger esos regalos, y hacer venta en plataformas de compra venta, me parece una cerdada. Si me permitís la palabra. Por favor, pensad en lo que eso genera en el mercado. Sed empáticos, que es de lo que va esta campaña. Compartid, comprad cómics y disfrutad. Pero no utilicéis las campañas de los demás para “enriqueceros”. Y si vosotros no sois así, tampoco compréis a gente así. Ni qué decir tiene de algunos personajes que han decidido pedir en sus tiendas una compra mínima para acceder a los regalos de ECC. Llegando a desacreditar a autores y editorial. Por favor, no seáis así. EMPATIZAD. Que el coleccionismo no os convierta en villanos.
Sed los héroes en los que ECC nos ha convertido. Leed, comentad, compartid y sed responsables en vuestras acciones. No sólo a nivel cultural, sino también a nivel personal. Por desgracia hemos pasado mucho, y mucho nos queda por pasar. Que nunca tengamos que soportar todo lo que somos capaces, pero si tenemos que hacerlo, que sea juntos. Que la cultura nos enseñe y acompañe, y que nosotros compartamos con familia y amigos lo que ésta nos enseña. Leed y comprad cómics. ¡Nos vemos en las librerías!