Gallo Nero edita “Alois Nebel” un cómic de Jaroslav Rudiš y Jaromír 99 donde queda representado el horror de la Segunda Guerra Mundial y la parte menos conocida de la Guerra Fría en Europa.

Normalmente cuando hablamos, o leemos, sobre cómic europeo lo primero que nos viene a la cabeza es el cómic franco-belga, el español e incluso la rama anglófona de Reino Unido. Sin embargo, dentro de esa clasificación podemos encontrar también cómics polacos, serbios o checos, entre otros. Hoy en Sala de Peligro queremos recomendaros la lectura de Alois Nebel un cómic que a inicios de los dos miles sorprendió en número de ventas en la República Checa, país de origen de sus autores, donde por aquel entonces el cómic y la novela gráfica todavía no eran consumidos por el gran público. Ahora, gracias a la editorial Gallo Nero podemos por fin disfrutarlo en castellano en una maravillosa edición integral.

Originalmente Alois Nebel fue una trilogía de cómics escrita por Jaroslav Rudiš y dibujada por Jaromír 99 entre los años 2003 y 2005. Creemos importante señalar que ambos autores son checos, tienen un pasado relacionado con la música y han trabajado en muchas ramas distintas hasta encontrarse a inicios del siglo XXI siendo uno un exitoso novelista, y el otro un reconocido dibujante. Esta mezcla de bagajes, y su forma de comunicarse entre ellos, hizo de Alois Nebel un éxito en ventas sin precedentes en la República Checa. Ya que, hasta el momento, el único cómic que había conseguido llegar al gran público había sido Maus. ¿Qué hicieron los autores para conseguir saltar esa barrera con un público poco acostumbrado a la lectura de cómics?

Durante mucho tiempo Jaroslav Rudiš quiso contar la historia de su abuelo, un hombre que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, y a la posterior Guerra Fría y el consiguiente régimen comunista, trabajando como ferroviario. Teniendo en cuenta la importancia de las redes ferroviarias durante dichos conflictos, quienes se acerquen a Alois Nebel deben tener en cuenta que su protagonista, cuyo nombre es el título de esta obra, es un empleado ferroviario en una estación por la que no sólo pasarán trenes. Sino también recuerdos, traumas y fantasmas del pasado.  Y es que Rudiš basó a Alois Nebel en su abuelo, y escribió sobre temas que marcaron profundamente a la República Checa.

La historia puede explicarse en tres arcos principales, correspondientes a los tres volúmenes que originalmente se publicaron. En el primero conocemos a Nebel, protagonista absoluto de la obra que se encuentra en la estación de tren donde trabaja, llamada Bílý Potok. Dicha estación se encuentra en medio de la “nada”, ya que se trata de una parada provincial, por lo que el personaje sitúa al lector contándole cómo es su vida en la estación. Sin embargo, no todo es tan apacible como podría parecer. Al igual que le ocurría al abuelo de Rudiš, Nebel sufrirá la quietud de su trabajo durmiéndose en ocasiones, y teniendo ensoñaciones y alucinaciones donde se tendrá que enfrentar a recuerdos de la invasión nazi y el Holocausto, además de la ocupación soviética en la que vive y trabaja, y el trato que recibió la población civil de origen germano con la llegada del ejército rojo. Situado en plena Guerra Fría, aunque no hubiera bombardeos como en la anterior guerra, hay que tener en cuenta que Nebel vive y trabaja en una intersección entre la República Checa y Polonia, dos de los países más golpeados durante la Segunda Guerra Mundial. Por lo que sus traumas, ensoñaciones y alucinaciones no dejarán de atormentarlo hasta que consigan llevarlo al extremo de necesitar ayuda profesional.

En el segundo arco, Nebel ingresa en un hospital psiquiátrico en busca de una posible solución no sólo a sus traumas, sino también a la intrínseca soledad que siente. Allí conocerá a un interno llamado el Mudo. Un personaje con unos problemas mentales bastante agudos que hará que Nebel consiga empatizar lo suficiente con él como para contarle la historia de su familia. De esta forma no sólo el lector obtiene más información sobre Nebel, sino que además relativiza su situación con la del Mudo. Un polaco cuyo objetivo no está muy claro inicialmente, pero que ligará su historia durante un tiempo a la de Nebel.

El tercer arco argumental se sitúa tras la caída del régimen comunista. Países como Polonia o la República Checa, ampliamente representados en esta obra, sufrieron unas fuertes restricciones durante esos años. Por lo que, tras la caída del régimen y sabiendo que es posible conseguirlo, Alois Nebel decidirá cumplir uno de sus sueños: visitar la estación central de Praga. Una vez decidido, abandona el ala de psiquiatría para dirigirse a Praga. Su viaje improvisado terminará de formar al personaje, convirtiéndolo en alguien distinto a quien empezó siendo al inicio de la historia. Esta parte de la historia no es sólo un viaje personal, sino también uno físico al que Nebel deberá enfrentarse no sin riesgo.

El apartado gráfico de Jaromír 99 está marcado, como puede observarse en las imágenes que se adjuntan a esta reseña, por el bitono en blancos y negros puros. Salvo en algunos momentos muy específicos, el dibujo es realista y extrae a los personajes, y lugares, de las sombras. Como si en lugar de dibujar y colorear sobre un fondo blanco, lo hiciera al contrario. Aunque la intensidad de negros irá variando según evolucione el personaje, Jaromír 99 es capaz de trasladar a imagen el agobio existencial que sufre Nebel en esta historia. Y hace al lector partícipe de ello en todo momento. El tipo de narrativa visual no es completamente tradicional, especialmente las alucinaciones y ensoñaciones de Nebel permiten al dibujante crear imágenes muy concretas donde éste podrá jugar algo más con dicha narrativa.

Tal fue el éxito de la obra que en 2012 se creó una película de animación homónima, Alois Nebel, cuya imagen estaba basada por completo en el apartado gráfico de Jaromír 99 y que adaptaba el arco central de los tres números. Convirtiendo la película en la adaptación simple de este monográfico. Esta película de Tomáš Lunák recibió ese mismo año varias nominaciones y menciones especiales en distintos festivales de cine como los de Sitges, Toronto o Venecia. Convirtiendo, de nuevo, la historia de Alois Nebel en un éxito.

Ahora, por fin, podemos disfrutar en castellano de la obra al completo gracias a la publicación de Gallo Nero, quien en un tomo único recopila los tres volúmenes. Como comentábamos al principio, este tipo de obras algo fuera de lo común no sólo son interesantes para aquellos que les interese el cómic europeo. Sino para quienes estén interesados en la historia del siglo XX menos conocida. Si bien hay muchas obras, muy conocidas, respecto a la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias, todavía quedan muchos testimonios por conocer. Aquí, Jaroslav Rudiš y Jaromír 99 no sólo recuperan una parte de esa historia, sino que ponen de manifiesto eventos terribles poco conocidos como el trato que sufrieron los civiles checo-germanos en esa zona de la República Checa durante la ocupación soviética. Por todo esto, Alois Nebel es una obra que no podéis perderos y que desde Sala de Peligro recomendamos encarecidamente a toda aquella persona que le interese la historia.

Título: Alois Nebel
Guion: Jaroslav Rudiš
Dibujo y color: Jaromír 99
Edición Nacional: Gallo Nero
Edición Original: Labyrint
Formato: Rústica con solapas, 360 páginas
Precio: 24,50€