“El meteorito” de Amaia Arrazola muestra la maternidad sin edulcorar, incluyendo el cansancio y los sentimientos encontrados.

Existen infinidad de textos sobre maternidad. Ya sean relacionados con lo que se puede esperar del embarazo a nivel físico, experiencias personales de gestantes, trucos para los pies hinchados, ideas para antes y después del embarazo… y nos quedamos muy cortos mencionando tipos de publicaciones relacionadas. Es increíble. Hasta no hace mucho la maternidad, entendida desde el embarazo, se mostraba únicamente como algo maravilloso y que salía de forma “natural”. Durante mucho tiempo la línea de pensamiento respecto a este tema era que una vez finalizado el parto todo era maravilloso y sencillo para la madre que sabía en todo momento qué hacer.

Por suerte, desde hace ya un tiempo existen muchas otras obras que, si bien siguen manteniendo lo que es obvio, que la maternidad deseada es una maravilla, esas mismas obras no esconden que tener un bebé te cambia por completo la vida de un día a otro. Entre todas ellas se encuentra El meteorito. De cuando fui madre y todo voló en mil pedazos de la ilustradora Amaia Arrazola. Donde ésta cuenta cómo fue su embarazo y la llegada de su hija Ane, porque tal y como ella misma cuenta: Yo sabía que iba a tener una hija. Lo que no sabía es que esa hija iba a tener una madre. Y esa madre era yo.

Empecemos por contar que este libro ilustrado nace, nunca mejor dicho, de la necesidad de su autora de no olvidar nada de todo lo que había pasado, y estaba pasando, en su vida. Con ello creó este diario lleno de reflexiones en el que, en todo momento, se dirige a sí misma. Para entender de forma global el evento que fue en su vida Ane, tal y como ya se anuncia en el título de la obra, Arrazola compara su llegada con la de un meteorito. Ya que, tras su llegada todo estalla en mil pedazos, como ocurrió con la vida de la autora.

Al principio comentábamos la diferencia entre este libro, y los que hasta no hace mucho eran la voz cantante en este tema. Y es que Arrazola, desde su experiencia personal, rompe con muchos mitos relacionados con el embarazo y la maternidad. Se abre en canal ante sí misma y ante el lector. Los cambios físicos, psicológicos, en la pareja, en la vida social y familiar, en lo laboral. Nada es como ella había imaginado, ni siquiera su hija. Y eso está bien, y no pasa nada. Porque la idea de maternidad perfecta y de madre que lo puede todo ella sola es falsa, y tenemos que empezar a erradicarla del imaginario colectivo. Y Arrazola lo consigue a través de la sinceridad y el amor.

A través de los capítulos, la autora cuenta sus experiencias y se hace anotaciones a sí misma. Pensabas esto, pasó lo otro. No te preocupes, lo estás haciendo bien. Sabes hacerlo, aunque creas que no… y genera una dinámica con el lector donde le hace partícipe directo de su vida. Y no lo hace a través del evento del que habla, sino al darse ánimos a sí misma y explicarse en cada momento por qué según qué cosas no funcionaban o sí lo hacían. Además, aunque sea una obra cuyo tema central es la maternidad, la autora ha conseguido crear una obra que es interesante no sólo para las personas que quieren tener un bebé sino para todo tipo de lectores. Ya que muestra cómo cambia la sociedad a su alrededor mientras está embarazada, y cómo lo vuelve a hacer cuando ya ha dado a luz.

Y este punto es crucial, ya que esto no sólo le afecta a ella sino también al conjunto de personas que estamos alrededor. Además, trata también temas relacionados con el trabajo, la identidad, la pareja, los sentimientos (o la falta de ellos más allá del cansancio)… y es que no hay centímetro de su vida que no cambie por y para su hija.

El apartado gráfico de El meteorito es una preciosidad de la primera a la última página, especialmente impactante la portada diseñada por Arrazola. La edición de Lunwerg cuenta con una tapa dura agujereada con la forma de un meteorito, y en su interior se encuentra Ane. Al abrir el libro, la niña se encuentra rodeada de unas flores que la acompañarán durante la obra y cuyo significado conocemos casi al final del libro. El dibujo de Amaia Arrazola es de trazo fino, y bastante geométrico. Juega con los colores, especialmente el amarillo, verde y rosa, para acentuar estados de ánimo o situaciones muy concretas.

En cuanto a la estructura de El meteorito, como ya hemos comentado, se trata de un diario o cuaderno que la autora realiza dirigiéndose a sí misma. Sin embargo, no se asemeja a una libreta, sino que varía su estructura en cada capítulo dependiendo de lo que necesite contar, o comentar. Así, encontramos páginas llenas de texto, con ilustraciones pequeñas acompañándolo, junto a otras donde no hay ni una sola letra y el dibujo se come por completo las páginas. Y aunque podría parecer que todo ocurre sin orden ni concierto, porque no sigue un esquema clásico, funciona a la perfección porque acompaña no sólo lo que está contando en esa página, sino también lo englobado en dicho capítulo. Además, a través de varios elementos (como las estrellas y las flores) y los respectivos colores, se crea una unidad muy interesante en el apartado gráfico.

El meteorito. De cuando fui madre y todo voló en mil pedazos de Amaia Arrazola es un canto a la maternidad perfecta en su amor, e imperfecta en lo esperado. Y es que la analogía del meteorito es una de las mejores que hemos visto nunca respecto a este tema. Ya que por muchos planes que se hagan antes de la llegada de un nuevo miembro de la familia, siempre habrá algo que se escapa. Y no, no pasa nada. Porque si algo nos ha enseñado este libro es que la maternidad no exime de tener sentimientos encontrados. Y son válidos todos y cada uno de ellos.

Título: El meteorito: De cuando fui madre y todo voló en mil pedazos.
Guion, dibujo y color: Amaia Arrazola
Edición Original: Lunwerg
Formato: Cartoné, 168 páginas
Precio: 25,00€