Clones en Marvel, pesadillas en los lectores

Clones. La mera palabra hace que se erice el vello de las personas aficionadas a Spiderman o Star Wars, entre otras franquicias. Demasiados malos recuerdos, en ocasiones. Sin embargo, suponen asimismo un recurso narrativo siempre en auge, a medida que avanza nuestro conocimiento sobre un campo científico fascinante. No es Ben Reilly todo lo que reluce. Marvel ha tenido amargas experiencias a este respecto, especialmente en la alocada década de los noventa, si bien asimismo satisfacciones y personajes a revindicar.

Lo ha expuesto de forma clara el guionista como Saladin Ahmed cuando afirmó que tenía muchas ganas de colocar a Miles Morales en esta tesitura: «Una de las tradiciones más icónicas de los cómics, el héroe luchando contra una versión de sí mismo.» Sea como fuere, no es obligatorio que la cuestión termine en conflicto, algunas de las réplicas se han desmarcado de ese destino, mientras que otras han cumplido a rajatabla con el mandamiento.

Conozcamos a algunos clones, desde los más reconocibles hasta los inusuales que quizás hallamos olvidado injustamente.

 

1) Una oportunidad perdida: Los Doppelgängers de Frost

 

De ser un título más dentro de la reciente línea de cómics Marvel de terror,La tumba de Drácula se hizo una serie de culto gracias a la vampírica trinidad conformada por Marv Wolfman, Gene Colan y Tom Palmer. Una especie de novela río plagada de sangre con un Drácula carismático y perseguido por un grupo de cazadores tan fascinante como él.

Durante la década de los 70, ninguno de los personajes creados para aniquilar al conde pudo competir con el éxito de Blade, fenómeno surgido de la Blaxploitation. Buscando ampliar el círculo de adversarios para el antihéroe, se descubrió que su madre fue asesinada por Deacon Frost, un no-muerto de cabellos blancos y escurridizo, quien también era perseguido por el detective Hannibal King, otra víctima de este enigmático ser que aspiraba incluso al trono de Drácula.

Una subtrama apasionante que llevó a revelaciones inquietantes como las capacidades sobrenaturales de Frost a la hora de crear clones a su antojo, tanto de él mismo como de sus perseguidores. En una extraña fusión que mezclaba alta ciencia con brujería, Blade fue manipulado por Frost para enfrentarse, tornado en vampiro, al propio Dracul con nefastas consecuencias que únicamente pudieron ser reparadas con ritual vudú. Pero esa es ya otra historia.

Justo cuando Colan afirmó estar algo cansado de narrar aquellas aventuras terroríficas, Wolfman y él dieron un digno cierre al título donde, entre otras cuestiones, King y Blade pensaban haber eliminado a Frost. Habida cuenta de su habilidad clonando y haciendo Doppelgängers, resultaba fácil imaginar posibles retornos de una némesis vampírica que podría disputar la vacante plaza de Drácula como monarca, en probables pleitos con herederas como Lilith, hija del transilvano, otra genial creación deLa tumba de Drácula.

Desafortunadamente, los regresos del tándem Wolfman-Colan buscaron alejarse bastante del primer elenco de secundarios o mostrarlos más desquiciados y violentos de lo que nunca fueron. Habríamos de esperar a 1998 con Blade: Crescent City Blues para que Christopher Golden recordase las capacidades de Frost haciendo dobles y creando una interesante logia en New Orleans.   

2)      Miles Warren: Año Uno

El Chacal se ha hecho bastante conocido en los derroteros arácnidos, debido a su capacidad de golpear donde menos se les espera y martirizar a la comunidad lectora con extrañas conspiraciones dentro de conjuras, casi todas ellas centradas en hacer clones de Peter Parker. No obstante, su verdadera identidad, Miles Warren, siempre ha sido la más interesante, aunque bastante obviada más allá de algunos retazos.

Gerry Conway y Ross Andru convirtieron al afable profesor universitario que llevaba a Gwen Stacy y a Peter a importantes eventos científicos en alguien bastante más inquietante. Un investigador que hacía cosas indebidas con el ADN de su alumnado predilecto (hasta límites obsesivos) y que no superó nunca la muerte de su amor platónico en el puente de Brooklyn.

Intentado aclarar cómo un docente, por inteligente y hábil que fuera, había conseguido semejantes milagros, en la continuidad se creó un lazo con el Alto Evolucionador; posteriormente, todo aquello supondría otra avalancha de mentiras dentro de un campo abonado a ellas. Aparentemente, un Warren redimido logró morir en paz, pero sus huesos y experimentos serían desenterrados casi de inmediato.

Los archivos del Chacal sigue siendo uno de esos entrañables ejemplares Forum que deja con ganas de más. Realizada por Todd DeZago en plena fiebre clónica en los títulos de Spidey, cuando cualquier persona del amistoso vecino podía ser fruto de una probeta, el cómic se convierte en una gamberrada de descripciones que únicamente deja curiosidades como una ilustración de George Pérez del trepamuros realmente notable.

Qué distinta habría sido una historia de los verdaderos orígenes de Miles Warren o qué pasaba realmente por su cabeza cuando veía a Gwen. Kurt Busiek, siempre certero, invitó a nuevos guionistas a explotar a ese hermano que ya dio clase a Peter en el instituto, por no hablar de la interesantísima aproximación de Lee Weeks en Muerte y destino (2000), donde el jovial profesor da más miedo de lo que nunca podrá hacerlo El Chacal, y sin perder nunca su aire de afable mentor en sus modales con el fotógrafo del Daily Bugle.

¿Quién es El Chacal que tuvimos en Spider-Island (2011) o el sádico que Dan Slott metió en sus conspiraciones? ¿Ha muerto el Miles Warren original y nos hallamos ante sus réplicas? Sería interesante que, algún día, tuviéramos un Año Uno en condiciones de un personaje crucial.

3) Síndrome da Vinci

Tony Stark siempre ha sido un adelantado dentro del panorama del universo Marvel. Sí, hay no pocas células grises en la Casa de las Ideas, pero casi nadie está a la altura del playboy a la hora de prever acontecimientos, anticipar peligros y crear defensas. De hecho, ese don se ha tornado, ocasionalmente, en su tortura personal.

Desde que se formaron Los Vengadores, el bueno de Anthony pensó que Thor era algo único en su especie, un mito nórdico que desafiaba sus brillantes conocimientos científicos. Tomar una muestra de su ADN le requirió poco esfuerzo. Si Leonardo da Vinci anotaba en sus cuadernos fascinantes bocetos de invenciones que se llevarían a cabo durante los siguientes siglos, Iron Man usó su influencia con Hank Pym y Míster Fantástico para llevar aquellas pesquisas a otro nivel: tener su propio asgardiano, personalizado y listo para el combate.

Y llegó el momento que cabeza de lata había pronosticado: una guerra civil superheroica donde se enfrentó contra su amigo Steve Rogers. La situación llegó a ser tan crítica que puso en marcha a su deidad de laboratorio y con martillo de tecnología punta, justo para descubrirse incapaz de contener a su criatura como en la célebre novela de Mary Shelley.

Los resultados no pudieron ser peores para el flamante e intuitivo inventor. Su Thor, llamado Ragnarok para diferenciarse del original, por aquel entonces en paradero desconocido, se convirtió en un asesino y futuro Vengador Oscuro. No contento con enfrentarse al Capitán América, Tony tuvo que afrontar no pocas preguntas incómodas del señor de las tormentas.

4) La siniestra Madelyne 

Sucedió al igual que con Gwen Stacy. Cartas al correo del Bullpen y mucha rumorología acerca de un regreso que se suplicaba, por mucho que provocase alterar uno de los finales más redondos en la industria del cómic: la saga de Fénix Oscura. Por aquel entonces, Scott Summers empezó a verse tentado a dejar el luto ante una pelirroja de asombrosas reminiscencias y que le llevó algunos momentos semejantes a la magistral Vértigo (1958) de Alfred Hitchcock.

Aunque se convirtió en una figura importante del entramado mutante, la desventurada Madelyne Pryor tuvo que vivir la ignominia de ser considera una prueba fallida, el boceto de algo bastante más grande que ella misma. Obsesionado por el fruto que pudiera dar la unión genética entre Summers y Jean Grey, Míster Siniestro casi había perdido la esperanza en aquella entubada criatura hasta que una chispa se despertó, coincidiendo con la momentánea desaparición de la telépata.

Con su mente cerrada incluso ante expertos de la talla de Charles Xavier, la enigmática dama se ganó el corazón de Cíclope hasta llevarlo al altar y compartir extraños viajes matrimoniales que incluían a Loki, la deidad nórdica de las mentiras. Un claro anticipo de los secretos que esta unión depararía, incluyendo la incapacidad del señor Summers para dar prioridad a su nueva situación familiar en lugar de a su faceta aventurera.

En realidad, por mucho que se haya convertido en la Reina Duende y no haber sido excesivamente respetuosa en cuanto a no desear a su ex cuñado, Alex Summers, resulta complicado no sentir compasión hacia Madelyne, siempre obligada a vivir bajo el incómodo recuerdo de Jean como en Rebeca (1940).

A pesar de sus desintegraciones, la habilidad de Siniestro y las interacciones que provoca en una de las parejas claves de la Sala de Peligro, Madlyne siempre se las ingenia para reaparecer.

5 Le clone? C’est moi

Napoleón Bonaparte coronó a su esposa Josefina y a sí mismo como emperadores de Francia. Un gesto de desprecio y superioridad ante el mismísimo papa de Roma. Tiempo atrás, Luis XIV se jactaba de ser el Estado en persona. Los grandes absolutistas de la Historia no precisan de halagos, puesto que ellos mismos se los generan, producto de su genialidad y megalomanía.

Dentro del Noveno Arte, nadie tiene ese rango en mayor proporción que Victor von Muerte, cuya cruzada con Los Cuatro Fantásticos llegó a una nueva expresión a finales de 1978, fruto de los planes de Marv Wolfman cara a celebrar como se debía los doscientos números del título elevado a la grandeza por Jack Kirby y Stan Lee.

Desoyendo las leyes dinásticas de Latveria, el buen Doctor Muerte sorprendió incluso a su némesis Reed Richards cuando anunció la coronación de su sucesor: nada menos que un apolíneo hijo que había tenido ocultos todos esos años. Rafael Marín acierta a considerarlo uno de los momentos más importantes del villano antes del giro de tuerca de John Byrne en la década de los ochenta, ¿Muerte amando a alguien que no fuera su propio ego?

El asunto tenía truco. Finalmente, el retoño sería un clon que, para más inri, osó rebelarse contra su creador. Según sus propias palabras: Tenía tu mente perfecta… ¡y también tenía el rostro ideal! No era el deforme monstruo que tú te consideras. Privándose, otra vez, de una victoria que tenía casi asegurada, Victor caería ante el golpe de estado de Zorba y sería obligado a ver sus heridas reflejadas en múltiples espejos por un audaz Míster Fantástico.

En cuanto a su clon, tuvo que pagar el precio de decir las verdades a l’empereur: al final, el maestro de la robótica descubrió los riesgos de recurrir a esa nueva forma de inmortalidad.

6) Clon X

No somos nada originales recurriendo a ella, pero este podio estaría incompleto sin Laura Kinney, clon femenino con los poderes de Lobezno. En los complicados términos genéticos de este campo, cabe atribuir su maternidad a Sarah Kinney y Zander Rice el papel paterno, siendo los dos doctores cruciales en la aparición de esta poderosa guerrera.

Igual que su ilustre predecesor, Laura se está erigiendo en una de las mejores en lo que hace, incluyendo aparición cinematográfica en una cinta tan aclamada como la crepuscular Logan (2017).

Sus garras e infalible poder de curación han estado presentes en eventos tales como Complejo de Mesías y prestado sus servicios a la causa matante tras horas tan oscuras como el epílogo de Dinastía de M. Capaz de soportar sin titubeos interrogatorios de pesos pesados como Matt Murdock o Steve Rogers, su hoja de servicios se muestra impecable para un personaje cuyos comienzos se ubican en el programa X-Men: Evolution, provocando una creciente popularidad que ha exigido trasladarla a las páginas del cómic.

No había sucedido nada de eses características desde los días de Harley Quinn. Indudablemente, estamos ante uno de los clones con mejores perspectivas de futuro en la Casa de las Ideas.

7) Red Survivor

Pese a que las doctrinas nazis no le suponían ningún dilema moral, Johann Schmidt nunca fue un necio. ¿Psicópata peligroso? Sin duda, pero el futuro Cráneo Rojo carece de problemas a la hora de analizar las circunstancias a su alrededor. Iban a perder la II Guerra Mundial, así que dejó un buen hatajo de Durmientes para que el mundo no se creyese libre de él.

De hecho, de tanto en cuanto, los guionistas en las colecciones del Capitán América saben que pueden viajar en el tiempo para revelar otra trampa del pasado colocada por ese botones con ojos llenos de odio que inspiró a Hitler para crear un emblema que causase pánico en Los Aliados. Desde su creación por Jack Kirby, el científico Arnim Zola ha mostrado fuertes vínculos con el clan Schmidt, incluyendo la petición de su compañero ario cara a realizar un clon sobre su persona.

Le destacamos sobre otros por su resiliencia y capacidad de hacer crecer incluso más el atávico racismo de su versión original, asolando a la comunidad mutante Marvel de una forma que no se había visto en mucho tiempo. Una nueva Hydra, su papel en la saga AXIS y jugueteos con el cerebro de Charles Xavier le hacen firme candidato a ser uno de los individuos más venenosos del cosmos marvelita.

Con todo, a nivel de tratamiento de personajes, este Cráneo Rojo sirvió para remover el alma de Magneto, avivando en él los peores recuerdos de su pasado en los campos de exterminio. Su final, obviamente, solo podía ser sangriento.

8) Tenemos que hablar de Jessica 

Dentro del campo de creatividad y nuevas fronteras que se abrieron con el universo Utimate, los clones hallaron asimismo acomodo. Concebida por el genio malévolo de Otto Octavius y Ben Reilly, Jessica Drew resultó ser una aventurera formidable bendecida con los poderes de Peter Parker.

Esta alteración de los cromosomas sexuales fue un éxito, habida cuenta de otros modelos biológicos más descompuestos previos, si bien el asunto les salió tan bien que Jessica demostraría compartir las lecciones morales y códigos de conducta de su original. Pese a los intentos de implantarle recuerdos malévolos, la nueva Spider-Woman se consagró a una carrera heroica, incluyendo su participación en S.H.I.E.L.D y misiones al más puro estilo Natasha Romanoff.

Capaz de medirse a multinacionales tan despiadas como Roxxon y con un papel preponderante dentro de la epopeya de Mike Morales, cada vez resulta más evidente que en el micro-cosmos arácnido Jessica ha venido para quedarse.

Tenemos que hablar de ella más a menudo.

9) Los clones más poderoso de la Tierra 

Colocó a un ser tan poderoso como la Capitana Marvel en un jaque casi definitivo. La Inteligencia Suprema generó inquietud durante décadas a la comunidad superheroica, pero Vox Supreme bien podría terminar siendo un adversario capaz de desbancarla en el podio de lo que podría lanzar la raza kree a la galaxia.

Forzada a tomar medidas desesperadas, Carol Danvers, quien aplacó al monstruo mediante el ardid de entregarle el supuesto sacrificio de Los Vengadores; de cualquier modo, al igual que el cazador de Blancanieves, fue un engaño al no darle a los originales, sino a clones de los mismos.

Un asunto bastante turbio donde un villano que ya había rozado la aniquilación de los Inhumanos estuvo a punto de dar un paso más en su cruzada de convertirse en uno de los verdaderos peligros del cosmos.

10) El cadáver en el armario de Alpha Flight

Sigue siendo uno de los casos menos citados a la hora de hablar sobre este fenómeno, si bien constituye un espinoso asunto dentro del supergrupo canadiense. El doctor Horatio Huxley, cabeza visible y sin escrúpulos del Departamento H, consiguió hacer una réplica de James McDonald Hudson, líder de a escuadra heroica bajo su identidad como Vindicator.

En este caso, nuestro clon tendría varios hándicaps: una memoria incompleta de los recuerdos del antiguo amigo de Lobezno y verse en un cuerpo de diecinueve años, lo cual daría lugar a escenas desconcertantes durante sus primeros encuentros con Heather, quien no se había acostumbrado a su presunta viudedad cuando halló un nuevo quebradero de cabeza.

Triángulos amorosos incómodos, la presión del general Clarke y la disputa en materia de liderazgo por Puck no fueron las mejores herramientas para que este nuevo James pudiera estabilizarse o poder alcanzar mejor destino. Igual que sucedió con el inefable Peter Parker, se produciría el esperado encuentro entre los dos James, revelándose, cómo si no, que el adolescente nunca había sido el original.

Su sacrificio en una explosión combatiendo a I.M.A. (Ideas Mecánicas Avanzadas) nunca dejaría de sonar a un intento poco elaborado de ocultar un incómodo cadáver dentro del armario de una colección que, indiscutiblemente, tuvo muchos días mejores que aquel arco argumental.

11) A modo de epílogo: Larga vida al heredero 

Incluso los conquistadores implacables tienen su corazoncito. Hasta el final de sus días, Julio César parecía incapaz de imaginar que uno de sus jóvenes protegidos, Marco Junio Bruto, pudiera desearle ningún mal, habida cuenta de cómo hizo prosperar su carrera. Concebido por Stan Lee y Jack Kirby para ser el equivalente al Doctor Muerte en Los Vengadores, Kang el Conquistador es uno de los pesos pesados en la galería de villanos del supergrupo, además de futura pieza clave en Timeless.

Tras haber sido el alma de la monumental Siempre Vengadores, Kurt Busiek fue a por el más difícil todavía, colocando al viajero temporal ante su gran ambición, ese mundo que se estaba tornado en su aldea gala particular: La Tierra del siglo XX. Un proyecto colosal que únicamente se vio perjudicado por dos cuestiones: Alan Davis pudo prestar su talento gráfico apenas durante los primeros números y el resto de colecciones Marvel no reflejaron la importancia de esta guerra sin cuartel.

Para desazón de Carol Danvers, el nuevo ejército de Kang tenía un brillante mariscal de campo en un Centurión Escarlata de inquietante parecido con el viajero temporal que la manipuló y abusó de ella en uno de los cómics que pertenecen a la leyenda negra del título. No obstante, aquel Marcus se rebeló como todo un Rhett Butler (de hecho, Los Vengadores homenajearon en una de sus portadas la mítica escena del incendio de Atlanta en Lo que el viento se llevó), digno discípulo de su progenitor en la guerra y con código de honor propio.

Capaz de sostenerse en lucha abierta frente a los paladines más poderosos del planeta, la creciente pasión de Marcus por Carol le haría dar una ayuda, aparentemente intrascendente, que luego decantó la guerra a favor de los enemigos de Kang. En un acto de hábil guionista, Busiek complejiza la cuestión cuando se revela que el padre de Marcus fue consciente desde el inicio de la pequeña traición y que toda la campaña fue un pretexto para que sus huestes vieran a Marcus triunfando donde él había fracasado desde su primer encuentro con la Edad Heroica.

En unas viñetas que podrían haberse ambientado bajo las criptas de Invernalia, Kang lamenta cómo su retoño le ha liberado de su ajusticiamiento, pues esto le obliga, ahora sí, a castigar sus actos en su calidad de comandante supremo.

Resultó que ese Centurión Escarlata había sido la vigésimo tercera versión clonada de un indigno heredero de Kang. Todos los anteriores fueron mezquinos, torpes y carentes de la mínima nobleza exigida por el Bonaparte marvelita. Tras clavar la daga, el desolado progenitor pide al programa que espere un tiempo antes de volver a fabricar otro sucesor con ese código genético. Ha perdido al mejor de todos ellos.

Una demostración de que el recurso de los clones puede seguir siendo tremendamente efectivo y sorprendente.