“Cinzia”, de Leo Ortolani: las acrobáticas andanzas y tribulaciones del día a día de una mujer trans.

¿Has oído hablar de Cinzia? Es la nueva obra que da la bienvenida al público español, de la mano de la editorial Nuevo Nueve, al mundo del dibujante italiano Leo Ortolani y su divina creación. Pero… ¿Quién es Cinzia? Allá por 1989, la editorial Comic Art publicó la primera historieta protagonizada por Rat-Man, un heróico roedor cuyas paródicas aventuras pasaron a ser publicadas por los sellos Edizioni Foxtrot, Edizioni Bande Dessinée y, finalmente, Panini Comics. En esas primeras páginas de Rat-Man debutaban también tanto su autor, en el mundo del cómic, como su musa, entre viñetas… pero aquella era otra historia. SU historia comienza, sin embargo, cuando Ortolani decide que ese mundo se le quedaba pequeño a su diva de melenón rubio platino, y que esta tiene su propia historia que contar. Dice Leo:

El personaje de Cinzia nació para producir escenas cómicas. Ahora, quería contar su historia en clave de comedia romántica y mostrar cómo logra superar los numerosos obstáculos que se encuentre en su camino”.

Esa historia vio su publicación en su Italia natal en 2018 y, dos años después, llega a España gracias al buen hacer de Nuevo Nueve y la inestimable colaboración de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), en una novela gráfica honesta, simpática, que narra el viaje de Cinzia para aceptarse y permitirse ser quién es, tratando tanto el drama como el humor con sensibilidad y una buena dosis de, por qué no decirlo, gamberrismo.

Pero, disculpa, volvamos a la pregunta más importante: ¿Quién es, entonces, esta Cinzia? Cinzia es una mujer trans, arquitecta, escultural, una mente inquieta.¡Estoy en plena transición! Aún no he terminado el curso: estoy en nivel principiante”, afirma Cinzia, sonriente, ante el semblante serio de su enésimo entrevistador. Afrontar esas incómodas situaciones con buena cara, y humor a juego, es el modus operandi de una protagonista que se sabe de memoria las interacciones de su día a día, que se encuentra siempre con los mismos prejuicios, las mismas zancadillas. Y que, aun así, amanece cada nuevo día igual de fabulosa, hilarante, optimista y soñadora. Esto no quiere decir que su corazón sea inquebrantable, o que al abrirlo no vaya a lograr llegar al de quien la lea. Cinzia lo ve todo (cuando el amor no la ciega) y, tras ese desparpajo arrollador, es a la vez sensible, reflexiva y con ese puntito de cinismo que te da la vida. Cinzia, tan gatuna como se presenta ya desde la misma portada, no es nada sibilina y (para su ocasional disgusto) no se oculta. Para nada. ¿Y por qué debería?

Con todo, Cinzia no es perfecta. Con la misma intensidad con la que la vemos navegar el mundo, orgullosa, también descubrimos sus infinitas inseguridades, lo sola y minúscula que teme ser. A veces se ve como una mancha en el pulcro tejido de la sociedad, pero también sabe que esa limpieza es falsa, blanqueada a golpe de lejía. Y, ante el difícil camino que se le plantea para ser una misma, y la opción de desaparecer asimilada en un mundo uniforme que no la conoce porque no se toma la molestia de conocerla… Cinzia tira de poderío y, enfundada en ese llamativo vestidazo ajustado, llena el mundo de manchas de leopardo, allá donde vaya.

Cinzia es lo que ves, ni más, ni menos. Es la mujer que tanto pelea por ser vista como tal, es lo que presenta de sí misma… y lo que esconde, también. Como afirma Licia Troisi en el prefacio que acompaña esta obra, Cinzia… es Cinzia. ¡Que no es poco! Puedes quedarte en el exterior, despampanante, pero ¿por qué harías eso? ¿Por qué privarte del torbellino humano que es Cinzia?

Dulce, pícara, compleja y llena de contradicciones, como todos nosotros, Cinzia es la protagonista absoluta pero, por muy loba que sea, no estará nada sola. Su amiga Tamara revolotea a su alrededor, para traerla de vuelta a la Tierra cuando su cabeza esté en las nubes, para alzarla de nuevo cuando acabe por los suelos, y para sumar con sus propias vivencias a esta representación de las experiencias y vicisitudes que atraviesan las personas trans a lo largo de sus vidas. Una carrera de obstáculos para cosas tan mundanas como encontrar trabajo, cuando el DNI muestra un nombre y un rostro que no les representan, o mantener una relación sentimental o sexual con alguien, sin tener muy claro si ese alguien aceptará quienes son, al completo… o si, como en el caso de Cinzia, su personalidad enamoradiza marcará un sendero directo a la boca del lobo. Cualquier ser humano puede identificarse con estos momentos de mayor vulnerabilidad. Pero cuando hablamos de un colectivo de personas que todavía hoy se encuentra con quienes niegan su realidad y filosofean –desde la comodidad del privilegio cis– sobre su mismísima existencia… esa vulnerabilidad se vuelve desesperante.

Cinzia da visibilidad a la existencia de las personas trans, juzgadas y catalogadas por extraños que se empeñan en hacerlo ignorando cualquier realidad que no sea la suya, reduciendo a toda la humanidad a un incómodo binomio que les es muy conveniente. Dos huequitos muy muy estrechos en los que apenas cabemos, estrujados… y, desde luego, Cinzia pasa de apretarse (no así, al menos).

Leo Ortolani retrata a su personaje con un amor y devoción absolutamente obvios, y recrea en ella una voz única, en ocasiones delicada, y otras veces estridente. Una voz que casi escuchas, y hasta acompañas, a coro con Aretha Franklin y Joe Cocker, o al ritmo de los Bee Gees. En sus momentazos de humor y parodia, made in Ortolani, puede que tengas que soltar el libro y recuperar el aliento, mientras que los momentos enternecedores te quebrarán un poquito… pero rápidamente llegará Cinzia, sacudiéndose el polvo, se pondrá una tirita y seguirá adelante. Porque Cinzia tiene una fortaleza envidiable, soluciones (algo locas) a todo problema, y una sonrisa imborrable. Es imposible no admirarla, leerla y no sentir un nexo con ella, independientemente de que tu vida y circunstancias se alineen con las suyas. Este es uno de los mayores logros de esta obra, el de acercarnos a una realidad que, posiblemente, haya lectores que sientan lejana y ajena, para descubrirnos que es más lo que nos une que lo que nos separa. Cinzia es, ante todo, humana. Dolorosamente humana. Desquiciadamente humana.

La FELGTB habla de su lanzamiento como “una acción cultural para explicar de forma gráfica y sarcástica las grandes dificultades que siguen afrontando las mujeres trans”. Acostumbrados como estamos a consumir historias de diferentes colectivos discriminados –las personas trans, en este caso– con un tratamiento casi siempre dramático y pesimista, se hace necesario un contrapunto como el que ofrece Cinzia, historias agradables, inspiradoras y con un regusto optimista, que no por ello den la espalda a la denuncia social. De hecho, la caricaturesca obra de Ortolani no se corta en este aspecto, ofreciendo críticas desde la comedia y haciendo caso omiso a la corrección política sin perder su tono amable. Un ejemplo son las reuniones del colectivo LGTBI a las que acuden Cinzia y Tamara que, al querer abrir sus brazos a la inclusión de más y más grupos minoritarios, acaban sumando miembros y siglas de lo más dispares, ampliando su representación hasta llegar a galaxias… muy muy lejanas. Estas escenas ilustran, con humor, cómo la sociedad va avanzando día a día, con no pocos traspiés, y a menudo a un ritmo agonizantemente lento.

La cuidadísima edición de Nuevo Nueve (que, como su heroína titular, enamora a primera vista… por dentro, y por fuera) cuenta con la colaboración de la FELGTB en la revisión del cómic. Además, parte de los beneficios recaudados con la venta del mismo irán destinados a la Federación, en su lucha diaria frente a la transfobia, y su nuevo programa de inserción socio-laboral para mujeres trans. Su presidenta, Uge Sangil, explica: la cultura es una herramienta imprescindible en la lucha política por la igualdad puesto que es un elemento central en la construcción de identidades”. Cinzia aúna ese valor educativo y, sinceramente, una de las historias más disfrutables y entrañables que puedan ser halladas entre las páginas de un cómic. Si quieres conocer a Cinzia, deberás lanzarte a su encuentro… ¡no querrás dejarla ir!

Título: Cinzia
Guión y dibujo: Leo Ortolani
Edición Nacional: Nuevo Nueve
Edición Original: Bao Publishing
Formato: Cartoné, 240 páginas
Precio: 22,00€