A mediados de 2002, con la meta de traer aires nuevos que liberasen a los 4F de un eterno quiero y no puedo, Tom Brevoort reunió a uno de los equipos creativos más inspirados en la trayectoria editorial del cuarteto. Su etapa revitalizó la cabecera y alzó su popularidad, mostrando lo fantástico y lo corriente de las vidas de sus héroes…
Christopher Cantwell y Salvador Larroca hacen que el Doctor Muerte sea más relevante que nunca en un proyecto nominado al Eisner.